Deberíamos abrir todos los caminos a la mujer. Una vez hecho esto, veríamos cristalizaciones más puras y de más variada belleza. Creemos que la energía divina impregnará la naturaleza hasta un grado desconocido en la historia de la antigüedad, y que sobrevendría no una colisión discordante, sino una abrumadora armonía de las esferas.
Para Cheryl Ann
que rescató a Maia de las Tierras Llanas
y a mí de la soledad