Miguel Angel Asturias

Novelista y poeta guatemalteco. Prolífico escritor y diplomático, nació el 19 de octubre de 1899, en la ciudad de Guatemala y falleció en París el 9 de junio de 1974. De familia modesta, cursó la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, donde obtuvo el título de abogado y notario en 1923. Parte entonces a Londres, donde descubre las obras mayas del British Museum. Se translada en seguida a París, donde funda la Liga del estudiante latinoamericano y estudia con el profesor Georges Raynaud el Popol-Vuh, libro sagrado de los antiguos mayas que traduce del francés en colaboración con el mexicano González de Mendoza. Luego en 1930 se traslada a Madrid y publica por la editorial Oriente Leyendas de Guatemala, en que recuenta las ricas tradiciones indígenas de su país.

Al regresar a Guatemala en 1933 funda el primer radioperiódico de Guatemala, El diario del aire. En 1945, cuando el dictador Jorge Ubico toma el poder se ve obligado a dejar el país y se refugia en México. De 1947 a 1954, ocupa diversos cargos diplomáticos. Con la caída del gobierno democrático de Jacobo Arbenz se exilia otra vez y vive largos años en Buenos Aires. Después se dirige a Génova, París y Palma de Mallorca. Ocasionalmente viaja a Guatemala, donde recibe homenajes por parte de los jóvenes intelectuales. En 1966 es nombrado embajador de Guatemala y en 1967 recibe el Premio Lenin de la Paz y el Premio Nobel de literatura.

El reconocimiento de la obra de Miguel Ángel Asturias marca el comienzo de la valoración por parte de Europa y Estados Unidos de la literatura hispanoamericana como una literatura que al mismo tiempo expresa la realidad de un continente y posee una calidad semejante a las grandes literaturas del mundo. Con Asturias termina el ciclo de la llamada novela indigenista y se abre paso a una nueva generación de escritores como Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, Julio Cortázar, José Donoso, Augusto Roa Bastos y muchos otros que constituirán el fenómeno literario-editorial conocido como el boom.

Dentro de su extensa producción narrativa, tres libros se destacan: Leyendas de Guatemala, El señor Presidente y Hombres de maiz. El primero, escrito durante su residencia en Francia, describe líricamente la naturaleza de Guatemala y recrea un mundo mágico-mitico utilizando los textos de la tradición maya-quiché. Este libro fue inmediatamente traducido al francés y publicado con un elogioso prefacio de Paul Valéry.

El señor Presidente -para muchos su obra maestra- fue escrito entre 1925 y 1932 y publicado en México en 1946. Traducida a diversas lenguas y merecedora de distintos premios, la novela describe y denuncia, en un clima de pesadilla, las miserias y los horrores de una dictadura cuyo escenario puede ser cualquier ciudad centroamericana. El señor Presidente es la imagen abstracta del dictador cuya presencia se proyecta y domina a lo largo de toda la historia, a pesar de que sus apariciones se reduzcan a una media docena. La atmósfera está impregnada del miedo y sus terribles efectos. El dictador y otros personajes se elevan a la condición de seres míticos y adquieren, por lo tanto, una significación simbólica. En la novela se funden la conciencia social y estética del autor. Se han señalado como influencias a Rafael Arévalo Martínez, Valle Inclán y Joseph Conrad, entre otras.

En Hombres de maíz, publicada en Buenos Aires en 1949, Asturias desarrolla una estética similar, pero la denuncia política disminuye en fuerza y la relación con los mitos quichés y mayas se acentúa. La dualidad se establece en la realidad social a partir de una mitología: los hombres han nacido del maíz y éste debe sembrarse para que se pueda comer; pero, algunos lo siembran para enriquecerse. Se desata entonces el conflicto entre lo sagrado y lo profano, entre el indio y el blanco que asumen los roles de la víctima y del explotador, respectivamente. La realidad de los sentidos y de la imaginación se entrecruzan. La crítica ha señalado que en las novelas posteriores a Hombres de maíz – especialmente en la trilogía sobre la explotación bananera, también llamada de "trilogía bananera", que la conforman Viento fuerte (l950), El papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960) – la fusión del realismo social y del llamado realismo mágico se desvanece para insistir en los conflictos sociales. La prosa de Asturias es barroquizante; utiliza muchos procedimientos poéticos, entre ellos aliteraciones y onomatopeyas. La descripción de los personajes asume un carácter expresionista y los estados de conciencia se yuxtaponen y sobrerponen, con recursos técnicos que remontan a la vez al surrealismo francés y a la narrativa quiché.

Obras:

Novela: El señor Presidente (1946), Hombres de Maíz (1949), Vientofuerte (1950) El papa verde (1954), Los ojos de los enterrados (1960), El alhajadito (1961, Mulata de tal (1963), Viernes de dolores (1972).

Poesía: Poesía. Sien de alondra (1948), Ejercicios poéticos en forma de soneto sobre temas de Horacio (1952), Clarivigilia primaveral (1965).

Relatos: Leyendas de Guatemala (1930), Week-end en Guatemala (1956), El espejo de Lida Sal (1967).

Teatro: Soluna (1957), La audiencia de los confines (1957), Chantaje (1964), Dique seco (1964), El rey de la altanerfa (1964).

Ensayo: Latinoamérica y otros ensayos (1968), América, fábula de fábulas y otros ensayos (1972).

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