CAPITULO SIETE

Lección Seis
Trabaje para aprender y no por el dinero

En 1995, acepté una entrevista con un periódico de Singapur. La joven reportera fue puntual, y la entrevista se encaminó de inmediato. Nos sentamos en la recepción de un lujoso hotel, bebiendo café de a sorbos y discutiendo el propósito de mi visita a esa ciudad. Compartiría el escenario con Zig Ziglar. El hablaría sobre motivación, y yo sobre "los secretos de los ricos".

"Algún día, me gustaría ser autora de libros líderes en ventas, al igual que usted", dijo. Yo había visto varios de los artículos que ella había escrito para el periódico, y estaba impresionado. Tenía un estilo de escritura fuerte y claro. Sus artículos atrapaban el interés del lector.

"Usted tiene un gran estila", le respondí. "¿Qué es lo que la detiene para alcanzar su sueño?"

"Parece que mi trabajo no avanza hacia ningún lado", dijo calmadamente. "Todos dicen que mis novelas son excelentes, pero nada sucede. Así que conservo mi empleo en el periódico. A1 menos con eso pago mis cuentas. ¿Tiene alguna sugerencia?"

"Sí, la tengo", dije vivamente. "Un amigo mío tiene aquí en Singapur, una escuela en la cual las personas se entrenan para vender. El dicta cursos de entrenamiento en ventas para muchas de las corporaciones líderes de aquí, y creo que presenciar uno de esos cursos mejorará enormemente su carrera."

Ella se puso rígida. "¿Está diciendo que debería ir al colegio para aprender a vender?" Yo asentí.

"No lo dice en serio, ¿verdad?"

Asentí otra vez. "¿Qué hay de malo en eso?" Ahora yo trataba de dar marcha atrás. Ella se sentía ofendida por algo, y yo deseaba no haber dicho nada. En mi deseo de ayudar, me encontré defendiendo mi sugerencia.

"Tengo un master en literatura inglesa. ¿Por qué debería ir a una escuela a formarme como vendedora? Soy una profesional. Fui a la facultad para recibir entrenamiento en una profesión para no terminar siendo una vendedora. Odio a los vendedores. Lo único que quieren es dinero. Así que dígame porqué debería yo estudiar ventas." Allí, comenzó a guardar sus cosas en su maletín forzadamente. La entrevista había terminado.

Sobre la mesa de café yacía una copia de mi primer libro Si quiere ser rico y feliz, ¿no vaya al colegio?. Yo lo recogí junto con las notas que ella había apuntado en su anotador. "¿Ve esto?" dije señalando sus anotaciones.

Ella miró sus notas. "¿Qué?", dijo confundida.

Deliberadamente, volví a señalar sus notas. Había escrito en su anotador "Robert Kiyosaki. Autor de libros mejor vendidos (bestsellers)".

"Dice libros mejor vendidos, no mejor escritos."

Sus ojos se abrieron inmediatamente.

"Soy un terrible escritor. Usted es una escritora maravillosa. Yo asistí a una escuela de ventas. Usted tiene un master. Junte todo eso y tendrá un `autor de libros mejor vendidos', y un `autor de libros mejor escritos'."

Sus ojos destellaron enojo. "Nunca me rebajaré a tal punto de ir a aprender cómo vender. La gente como usted no ofrece literatura sobre negocios. Yo soy una experimentada escritora profesional, y usted es un vendedor. No es justo."

Guardó el resto de sus notas en su lugar, y se fue rápidamente atravesando la gran puerta de vidrio en la húmeda mañana de Singapur.

Por lo menos, a la mañana siguiente escribió sobre mí imparcial y favorablemente.

El mundo está lleno de personas sagaces, talentosas, instruidas y dotadas. Nos encontramos con ellas día tras día. Están por todos lados.

Pocos días atrás, mi auto estaba andando mal. Entré en un taller mecánico, y un joven técnico lo arregló en tan sólo unos minutos. Supo lo que estaba mal simplemente escuchando el motor. Yo estaba impresionado.

La triste realidad es que un gran talento no basta.

Siempre me sorprende el bajo monto que ganan algunas personas muy talentosas. El otro día escuché que menos del 5 por ciento de los norteamericanos ganan más de u$s 100.000 por año. He conocido gente brillante, muy instruida ganando menos de u$s 20.000 al año. Un consultor de negocios especializado en comercio médico me estuvo diciendo que muchos doctores, dentistas y quiroprácticos tienen problemas con sus finanzas. Hasta ahora, yo pensaba que cuando se graduaban, los dólares les fluían. Fue este consultor el que me dio la frase "están a una habilidad de distancia de la riqueza".

Lo que esto significa es que algunas personas sólo necesitan aprender y manejar una aptitud más, y su ingreso pegará un salto exponencial.

He mencionado anteriormente que la inteligencia financiera es una sinergia entre contabilidad, inversiones, marketing y leyes. Combine esas cuatro aptitudes técnicas, y ganar dinero a partir de dinero se hace más simple. Cuando se trata de dinero, la única aptitud que conocen las personas es trabajar arduamente.

El ejemplo clásico de sinergia de habilidades era la joven escritora del periódico. Si ella se hubiera capacitado diligentemente en ventas y marketing, su ingreso hubiera pegado un salto cuantitativo. Si yo fuera ella, tomaría algunos cursos de escritura de avisos publicitarios, así como también de ventas. De esta manera, en lugar de trabajar en el periódico, podría buscar un empleo en una agencia de publicidad. Y aunque esto significara un recorte en su salario, ella aprendería cómo comunicarse en "frases cortas" que se utilizan en publicidades exitosas. También debería haber aprendido relaciones públicas, una destreza importante. Así, ella sabría cómo ganar millones en publicidad independiente. Entonces, por las noches y durante los fines de semana, podría estar escribiendo su gran novela. Cuando esta estuviera finalizada, ella estaría mejor capacitada para vender su libro. Entonces, en un breve lapso, habría podido convertirse en un autor de los "mejores en ventas".

Cuando aparecí por primera vez con mi libro Si quiere ser rico y feliz ¿no vaya al colegio, un editor sugirió que cambiara el título por "La economía de la educación". Le dije al editor que con un título como ése, hubiera vendido dos libros: uno a mi familia, y otro a mi mejor amigo. El problema es que lo hubieran querido gratis. Ese desagradable título Si quiere ser rico y feliz ¿no vaya al colegio? fue elegido porque sabíamos que atraería toneladas de publicidad. Yo soy proeducación, y creo en la reforma educativa. De otra manera, ¿por qué continuaría presionando por cambiar nuestro anticuado sistema de educación? Así que elegí un título que me llevara más a los programas de radio y televisión, simplemente porque estaba deseoso de ser controversial. Muchas personas pensaron que yo era un pastel de fruta, pero el libro vendió y vendió. Esa es la razón por la cual fue un bestseller desde la primera semana en que salió.

Cuando me gradué de la Academia de la Marina Mercante de los Estados Unidos en 1969, mi padre instruido estaba feliz. Standard Oil de California me había contratado para su flota de tanques de petróleo. Yo era el tercero de mi clase, y el salario era bajo comparado con el de mis otros compañeros, pero estaba bien por ser el primer verdadero empleo después de la facultad. El pago inicial era de u$s 42.000 por año, incluyendo horas extra, y sólo tenía que trabajar durante siete meses. Tenía cinco meses de vacaciones. Si hubiera querido, hubiese podido tomar el viaje a Vietnam con una compañía de transportes subsidiaria, y hubiera duplicado fácilmente mi salario en lugar de tomarme los cinco meses de vacaciones.

Tenía una gran carrera por delante, pero renuncié luego de seis meses, e ingresé en el Cuerpo de Marina para aprender a volar. Mi padre instruido estaba devastado. Mi padre rico me felicitó.

En el colegio y en el trabajo, la opinión popular es la idea de "especialización". Es decir, para ganar más dinero u obtener ascensos, se necesita "especializarse". Esa es la razón por la cual los doctores en medicina comienzan inmediatamente a buscar una especialidad como ortopedia o pediatría. Lo mismo se aplica para los contadores, arquitectos, abogados, pilotos, y otras profesiones más.

Papá pobre creía en ese mismo dogma, Y por eso se sintió encantado cuando eventualmente logró su doctorado. A menudo admitía que las escuelas recompensan a las personas que estudian más y más, sobre cada vez menos cosas.

Padre rico me alentaba a hacer exactamente lo opuesto. "Debes tratar dé saber un poco acerca de muchas cosas", era su sugerencia. Y es por eso que durante años trabajé en diferentes áreas de sus compañías. Por un pequeño lapso, trabajé en su departamento de contaduría. Aunque probablemente yo jamás sería contador, él quería que aprendiera por "ósmosis". Padre rico sabía que yo incorporaría la "jerga", y un sentido de lo que es importante y lo que no. También trabajé como cadete y obrero de construcciones, así como en ventas, reservas y marketing. El nos estaba preparando, a Mike y a mí. Y por eso insistía en que participáramos en sus reuniones con banqueros, abogados, contadores y agentes. El quería que supiéramos un poco de cada aspecto de su imperio.

Cuando renuncié a mi empleo bien remunerado en Standard Oil, mi padre instruido habló conmigo de corazón a corazón. El estaba azorado. No podía entender mi decisión de renunciar a una carrera que me ofrecía un buen salario, grandes beneficios, mucho tiempo libre, y oportunidades de ascenso. Cuando una mañana me preguntó: "¿Por qué renunciaste?", j yo no podía explicárselo, por más que lo intentara. Mi lógica no encajaba en su lógica. El gran problema era que la mía, era la lógica de padre rico.

La seguridad de un empleo era todo para mi padre instruido. Aprender era todo para mi padre rico.

Papá altamente instruido pensó que yo había ido al colegio para aprender a ser un oficial de barco. Padre rico sabía que yo fui al colegio para estudiar comercio internacional. De manera que como estudiante, viajé en cargueros, grandes buques mercantiles, buques petroleros y barcos de pasajeros hacia Oriente y al Sur del Pacífico. Padre rico insistía en que yo permaneciera en el Pacífico, en lugar de tomar barcos a Europa, porque él sabía que las naciones emergentes estaban en Asia, y no en Europa. Mientras que todos mis compañeros de clase, incluido Mike, andaban de fiesta por los clubes de estudiantes, yo estaba estudiando comercio, población, estilos de negocios y cultura en Japón, Taiwán, Singapur, Hong Kong, Vietnam, Corea, Tahití, Samoa y Filipinas. También me divertía, pero no en clubes de estudiantes. Crecí rápidamente.

Papá instruido simplemente no podía entender porqué yo decidí renunciar y unirme al Cuerpo de Marina. Le dije que quería aprender a volar, pero realmente yo deseaba aprender a conducir tropas. Papá rico me había explicado que la parte más difícil de llevar adelante una compañía es el manejo de la gente. El había pasado tres días en el Ejército; mi padre instruido había sido exceptuado. Padre rico me habló sobre el valor de aprender a liderar hombres en situaciones peligrosas. "Liderazgo es lo próximo que necesitas aprender", me dijo. "Si no eres un buen líder, te pegarán un disparo por la espalda, igual que sucede en los negocios."

Al volver de Vietnam en 1973, renuncié a mi comisión, aunque en realidad yo amaba volar. Conseguí un trabajo en la Corporación Xerox. Ingresé allí por una razón, que no fueron los beneficios. Yo era una persona tímida, y la idea de vender era el tema más atemorizante del mundo. Xerox tiene uno de los mejores programas de entrenamiento en Estados Unidos.

Padre rico estaba orgulloso de mí. Mi padre instruido estaba avergonzado. Siendo un intelectual, pensaba que la gente de ventas estaba por debajo de él. Trabajé en Xerox por cuatro años, hasta que superé mi miedo a golpear puertas y ser rechazado. Una vez que pude estar consistentemente posicionado entre los cinco primeros puestos en ventas, volví a renunciar y cambiar, dejando atrás otra gran carrera con una excelente compañía.

En 1977, formé mi primera empresa. Padre rico nos había preparado a Mike y a mí para hacernos cargo de las compañías. De manera que ahora yo debía aprender a formarlas, y organizarlas. Mi primer producto, una billetera de nylon y velero, se fabricaba en Oriente, y era enviado a Nueva York, cerca de donde yo había ido a la universidad. Mi educación formal había sido completada, y era hora de probar mis alas. Si fracasaba, iría a la quiebra. Padre rico creía que era mejor quebrar antes de los 30 años. "Aún tienes tiempo para recuperarte", fue su consejo. En la víspera de mi cumpleaños número 30, mi primer cargamento partió de Corea hacia Nueva York.

Hoy en día, aún hago negocios internacionalmente. Y tal como papá rico me instó a hacer, sigo buscando las naciones emergentes. Actualmente, mi compañía inversora invierte en América del Sur, Asia, Noruega y Rusia.

Existe un viejo cliché en inglés que expresa `JOB (trabajo) es la sigla de Just Over Broke (casi quebrado)". Y desafortunadamente, diría que el dicho es aplicable a millones de personas. Dado que la escuela no cree que la inteligencia financiera sea una inteligencia, la mayoría de los empleados "viven de acuerdo a sus posibilidades". Y sus posibilidades son trabajar y pagar cuentas.

Existe otra espantosa teoría en gestión empresarial que expresa "Los empleados trabajan lo suficientemente arduo como para que no los despidan, y los dueños pagan apenas lo suficiente como para que los empleados no renuncien". Y si usted observa las escalas salariales de la mayoría de las compañías, nuevamente yo debería decir que hay un cierto grado de verdad en esa afirmación.

El resultado final es que la mayoría de los trabajadores nunca pueden avanzar. Hacen lo que se les ha dicho que hagan: "¡Busca un trabajo seguro!" Muchos se enfocan en trabajar para obtener ingresos y beneficios que los retribuyan en el corto plazo, pero a menudo eso resulta desastroso en el largo plazo.

En lugar de eso, yo recomiendo a la gente joven que busquen trabajos por lo que podrían aprender, Y no por lo que podrían ganar. Echen una mirada alrededor y vean cuál es la capacitación que desean adquirir, antes de elegir una profesión específica y quedar atrapados en la "carrera de ratas".

Una vez que la gente queda atrapada de por vida en el proceso de pagar cuentas, pasan a ser como esos pequeños hámster que corren por esas reeditas metálicas. Sus peludas patitas giran frenéticamente, la rueda gira frenéticamente, pero a la mañana siguiente, aún siguen en la misma jaula: gran trabajo.

En la película Jerry Maguirre, protagonizada por Tom Cruise, hay muchas escenas con frases grandiosas. Probablemente la más memorable sea "Muéstreme el dinero". Pero hay una línea que considero la más verídica. Aparece en la escena donde Tom Cruise está dejando la compañía. El acaba de ser despedido, y le pregunta a todos allí: "¿Quién quiere venir conmigo?" y todo el lugar queda congelado y en total silencio. Sólo se oye una mujer que dice, "me gustaría pero, estoy a punto de recibir un ascenso en tres meses".

Esa declaración probablemente sea la más verídica de toda la película. Es el tipo de afirmación que la gente utiliza para mantenerse ocupada trabajando, alejados del pago de sus cuentas. Sé que mi padre instruido esperaba ansioso su aumento cada año, y todos los años se decepcionaba. De manera que volvía a la universidad para incorporar nuevas aptitudes, así podría obtener otro aumento, pero nuevamente, obtendría otra decepción.

La pregunta que formulo a menudo a la gente es "¿Hacia dónde te está llevando tu actividad diaria?" Al igual que el pequeño hámster, me pregunto si la gente ve adonde los está llevando su ardua labor. ¿Qué les depara el futuro?

Cyril Brickfield, el ex director ejecutivo de la Asociación Americana de Jubilados, informa que "las pensiones privadas están en un estado de caos. Para empezar, el 50 por ciento de la fuerza laboral carece de pensión. Sólo eso debería ser un hecho de gran preocupación. Y el 75 al 80 por ciento del otro 50 por ciento, tiene pensiones ineficaces que les generan 55, 150 0 300 dólares por mes."

En su libro El mito de la jubilación, Craig S. Karpel escribe: "Visité las oficinas centrales de una consultora nacional de seguros de retiro, y me reuní con una directora ejecutiva que se especializa en diseñar planes de retiro lujosos para ejecutivos de primera línea. Cuando le pregunté qué podían esperar las personas que no tienen la oficina alfombrada y con la mejor vista, en relación a los montos de sus pensiones, ella dijo con sonrisa confidente: `La bala de plata'.

"¿Y qué es eso?', pregunté.

"Ella se encogió de hombros, y respondió `si las personas que componen la generación postguerra descubren que no tienen suficiente dinero para vivir cuando sean mayores, siempre pueden volarse los sesos'." Karpen continúa explicando la diferencia entre los antiguos planes definidos de jubilación, y los nuevos planes 401K, que son más riesgosos. Para las personas que están trabajando actualmente, el cuadro no es para nada agradable. Y eso es sólo en referencia a las jubilaciones. Cuando a esto se le suman los aportes a obras sociales por servicios médicos, y asistencia en hogares geriátricos por períodos prolongados, el cuadro es aterrador. En su libro de 1995, él indica que los pagos a los hogares geriátricos se extienden desde u$s 30.000 a u$s 125.000 por año. El había chequeado en un hogar de su área, limpio y sin adornos, y encontró que, en 1995, el precio era de u$s 88.000 al año.

Muchos hospitales en países con medicina socializada, ya están necesitando tomar decisiones drásticas tales como "¿Quién va a morir, y quién vivirá?" Esas decisiones se basan exclusivamente en cuánto dinero y qué edad tienen los pacientes. Si el paciente es mayor, la protección médica se dará a menudo a alguien más joven. A1 pobre paciente mayor se lo coloca al final de la fila. Así que como el rico puede permitirse una mejor educación, podrá mantenerse vivo, mientras que los que dispongan de escaso bienestar morirán.

Por eso me pregunto si los empleados miran hacia el futuro, o sólo miran hasta el día del próximo pago, sin cuestionarse nunca hacia dónde se dirigen.

Cuando hablo con adultos que desean ganar más dinero, recomiendo siempre lo mismo. Les sugiero que tengan en cuenta la perspectiva de su vida a largo plazo. En lugar de simplemente trabajar por el dinero y la seguridad, los cuales admito que son importantes, yo recomiendo buscar un segundo trabajo que les enseñe otra aptitud. A menudo, recomiendo asociarse a una compañía de network marketing, también llamado marketing Multinivel, para desarrollar aptitudes de venta. Algunas de estas compañías tienen excelentes sistemas de formación y entrenamiento que ayudan a las personas a superar su miedo al fracaso y al rechazo, que es la razón principal por la cual la gente no es exitosa. La educación es más valiosa que el dinero, a largo plazo.

Cuando doy esta sugerencia, escucho a menudo "Oh, es demasiado complicado", o "sólo quiero hacer aquello que me interesa".

Ante la declaración de "Oh, es demasiado complicado", yo pregunto "¿Entonces continuarías trabajando toda tu vida entregando el 50 por ciento de tus ingresos al gobierno?" Y ante la otra, "sólo quiero hacer aquello que me interesa", yo digo, "a mí no me interesa ir al gimnasio, pero voy porque quiero sentirme mejor y vivir más".

Desafortunadamente, hay cierto grado de verdad en la antigua afirmación "no puedes enseñar nuevos trucos a un perro viejo". A menos que la persona esté acostumbrada a los cambios, es difícil cambiar.

Pero para aquellos de ustedes que pudieran estar listos para saltar del otro lado cuando se trata de trabajar para aprender algo nuevo, les ofrezco estas palabras de aliento: la vida es muy parecida a ir al gimnasio. La parte más dolorosa es tomar la decisión de empezar. Una vez pasado ese momento, se hace fácil. Ha habido muchos días en los que he sentido pavor de ir, pero una vez que estoy allí en movimiento, resulta placentero. Cuando termina el ejercicio, siempre estoy contento de haberme obligado a ir.

Si usted no desea trabajar para aprender algo nuevo y, en lugar de eso, insiste en convertirse en un alto especialista dentro de su campo, asegúrese de que la compañía para la cual trabaja esté adherida a un sindicato. Las asociaciones gremiales están diseñadas para proteger a los especialistas.

Mi padre instruido, luego de perder la gracia del gobernador, se convirtió en la cabeza de la unión de maestros de Hawai. Me dijo que había sido el trabajo más duro que haya tenido alguna vez. Mi padre rico, por otro lado, pasó su vida haciendo todo lo posible para evitar que sus compañías se agremiaran. Y tuvo éxito. Aunque los sindicatos anduvieron cerca, papá rico siempre pudo ahuyentarlos.

Personalmente, no me pongo de ninguno de los dos lados, porque veo las necesidades y los beneficios de ambas posiciones. Si usted hace lo que recomiendan en la facultad, o sea, especializarse mucho en su campo, a continuación busque la protección de una organización gremial. Por ejemplo, si yo hubiera continuado con mi carrera de piloto, hubiera buscado una empresa cuyos pilotos estuvieran agremiados en una organización fuerte. ¿Por qué? Porque mi vida hubiera estado dedicada a aprender una habilidad que sería valorada en una sola industria. Si me echaran fuera de allí, las aptitudes de mi vida no serían tan valiosas para otras industrias. A un piloto que ya fuera comandante -con 100.000 horas de vuelo intenso en una compañía aérea de primera línea, ganando u$s 150.000 por año- le costaría bastante tratar de encontrar un empleo en una escuela de enseñanza con el equivalente de ese sueldo tan alto. Las habilidades no necesariamente se transmiten de una industria a otra, porque las aptitudes por las que les pagan a los pilotos en la industria aeronáutica, no son tan importantes en, digamos, el sistema educativo.

Lo mismo es válido inclusive para los doctores hoy en día. Con todos los cambios en la medicina, muchos médicos especialistas, están necesitando amoldarse a las normas de organizaciones del área. Los maestros y profesores definitivamente necesitan estar asociados a un sindicato. Hoy en los Estados Unidos, la asociación de maestros es, de todas, la más grande y la más fuerte económicamente. La Asociación Nacional de Educación (NEA) tiene una tremenda influencia política. Los maestros necesitan la protección de su sindicato porque sus habilidades tienen limitado valor para una industria fuera de la educación. De manera que la regla del pulgar es "muy especializado, entonces agremiado". Es lo más inteligente para hacer.

Cuando interrogo en las clases donde enseño "¿Cuántos de ustedes pueden preparar una hamburguesa mejor que la de McDonald's?" casi todos los estudiantes levantan la mano. Entonces les pregunto, "si la mayoría de ustedes puede preparar una hamburguesa mejor, ¿cómo es que McDonald's gana más dinero que ustedes?"

La respuesta es obvia: McDonald's es excelente en sistemas de negocios. La razón por la que muchas personas talentosas son pobres, es porque se enfocan en hacer una hamburguesa mejor, y no saben nada de sistemas de negocios.

Un amigo mío de Hawai es un gran artista. El gana una considerable cantidad de dinero. Un día, el abogado de su madre lo llamó para decirle que ella le había dejado 35.000 dólares. Eso es lo que quedaba de su testamento, luego de que el abogado y el gobierno cobraran su parte. Inmediatamente, él vio una oportunidad de aumentar su negocio usando parte de ese dinero para publicidad. Dos meses después, su primer aviso publicitario de una página, a cuatro colores, apareció en una revista cara que apuntaba a la clase alta. El aviso se publicó por tres meses. El no recibió respuesta alguna por la publicidad, y toda su herencia se esfumó. Ahora quiere demandar a la revista por tergiversación.

Este es un caso típico de alguien que puede elaborar una espléndida hamburguesa, pero sabe muy poco de negocios. Cuando le pregunte qué aprendió, su única respuesta fue "los agentes de publicidad sor unos sinvergüenzas". Entonces le pregunté si desearía tomar un curso de ventas y otro de marketing directo. "No tengo tiempo, y no quiero malgastar mi dinero", replicó.

El mundo está lleno de gente talentosa y pobre. Demasiado a menudo, son pobres o luchan financieramente o ganan menos de lo que serían capaces, no por lo que saben sino por lo que no saben. Ellos se enfocan en perfeccionar sus habilidades para elaborar una mejor hamburguesa, más que en las habilidades de su venta y distribución. Quizás McDonald's no haga la mejor hamburguesa, pero son los mejores en la venta y distribución de una hamburguesa básica promedio.

Papá pobre deseaba que yo me especializara. Esa era su visión de cómo lograr un mejor ingreso. Aún luego de que el gobierno de Hawai le dijera que no podía trabajar más en la gobernación del estado, mi padre instruido continuó animándome a que me especializara. El tomó la causa del sindicato de maestros, haciendo campaña para fomentar mayor protección y beneficios para estos profesionales altamente especializados e instruidos. A menudo discutíamos, pero sé que él nunca estuvo de acuerdo con que la sobreespecialización es lo que causa la necesidad de protección por parte de un sindicato. Nunca entendió que cuanto más especializado sea usted, más atrapado estará y más dependiente será de esa especialización.

Papá rico nos aconsejó a Mike y a mí que nos "preparáramos" a nosotros mismos. Muchas corporaciones hacen lo mismo. Hallan a un estudiante brillante recién salido de la universidad de negocios y empiezan a "prepararlo" para que algún día se haga cargo de la compañía. Así que estos empleados jóvenes y brillantes no se especializan en un solo departamento; los hacen pasar de departamento en departamento para que conozcan todos los aspectos de los sistemas de negocios. Los ricos a menudo "preparan" a sus hijos, o a los hijos de otro. Al hacerlo, sus hijos ganan un conocimiento superior respecto de las operaciones de los negocios, y de cómo se interrelacionan los distintos departamentos.

Para la generación de la segunda Guerra Mundial, saltar de compañía en compañía era considerado "malo". Hoy en día, está considerado inteligente. Y dado que la gente pasará de compañía en compañía, en lugar de buscar mayor especialización, por qué no buscar "aprender" más que "ganar". En el corto plazo, puede que usted gane menos. Pero a largo plazo, esto le retribuirá enormes dividendos.

Las principales aptitudes de gestión y dirección necesarias para el éxito son:

1. El gerenciamiento del flujo del dinero en efectivo.

2. El gerenciamiento de los sistemas (incluyéndose a usted mismo, y al tiempo con su familia).

3. El gerenciamiento de las personas.

Las aptitudes especializadas más importantes son ventas, y comprensión del marketing. Es la capacidad de vender -por consiguiente, de comunicarse con otro ser humano, ya sea un cliente, un empleado, el jefe, su cónyuge o sus hijos- lo que constituye la aptitud personal básica para el éxito personal. Las habilidades de comunicación tales como escribir, hablar y negociar, son cruciales para una vida de éxito. Ese es un área sobre la cual yo trabajo constantemente, tomando cursos o adquiriendo cintas de audio educativas para expandir mis conocimientos.

Como ya he mencionado, mi padre instruido trabajaba más arduamente cuanto más competente se volvía. También, cuanto más se especializaba, más atrapado estaba. Aunque su salario aumentaba, sus opciones disminuían. Tan pronto se quedó fuera del empleo en el gobierno, descubrió cuán vulnerable era realmente, profesionalmente hablando. Es el mismo caso de los atletas profesionales que de pronto se lesionan o son demasiados viejos para jugar. Su posición altamente remunerada ya no existe, y sus capacidades son limitadas, como para recurrir a ellas. Creo que esta es la razón por la cual mi papá instruido se inclinó tanto hacia los sindicatos. El se había dado cuenta de cuánto lo habrían beneficiado los sindicatos.

Padre rico nos animaba a Mike y a mí a aprender un poco acerca de muchas cosas. El nos alentaba a trabajar con personas más inteligentes de lo que éramos nosotros, y a elegir personas inteligentes para trabajar juntos como equipo. Hoy en día llamaríamos a eso una sinergia de especialidades profesionales.

Actualmente, conozco a exmaestros de escuela que ganan cientos de miles de dólares por año. Ganan tanto porque poseen capacidades especializadas en sus campos, así como también otras habilidades. Ellos pueden enseñar, como así también vender o comercializar. No conozco otras capacidades más importantes que ventas y marketing. En principio, estas dos capacidades son difíciles para la mayoría de las personas debido al miedo al rechazo. Cuanto mejor es usted en comunicación, negociación, y manejo de su miedo al rechazo, más fácil se hace la vida. Hoy en día, aconsejo a cualquiera de la misma manera en que aconsejé a la escritora del periódico, que quería ser un autor de libros "mejor vendidos" (bestsellers). Ser técnicamente un especialista tiene sus fortalezas, pero también sus debilidades. Tengo amigos que son genios, pero no se pueden comunicar con efectividad con otro ser humano y, como resultado, sus ganancias son desastrosas. A ellos, les recomiendo que pasen un año aprendiendo a vender. Aunque no ganen nada, sus aptitudes para la comunicación mejorarán. Y eso no tiene precio.

Además de estar abiertos para aprender, y ser buenos vendedores y comerciantes, necesitamos ser buenos maestros, tanto como buenos estudiantes. Para llegar a ser verdaderamente ricos, necesitamos ser capaces de dar, tanto como de recibir. Cuando existen momentos de luchas profesionales o financieras, generalmente es porque hay una carencia en el dar o recibir. Conozco personas que son pobres porque no son buenos estudiantes ni buenos maestros.

Mis dos padres eran hombres generosos. Ambos se hicieron el hábito de dar primero. Enseñar era una de sus maneras de dar. Cuanto más daban, más recibían. Una diferencia impactante estaba en la donación de dinero. Mi padre rico donaba grandes cantidades de dinero. Daba a su iglesia, a obras de caridad, a su fundación. El sabía que para recibir dinero, primero hay que darlo. Dar dinero es el secreto de la mayoría de las familias ricas. Por eso existen organizaciones tales como la Fundación Rockefeller o la Fundación Ford. Estas son organizaciones concebidas para tomar su riqueza e incrementarla, como también para darla a perpetuidad.

Mi padre instruido siempre decía "cuando me sobre dinero, lo daré". El problema era que jamás había un sobrante. Entonces él trabajaba más arduamente para hacerse acreedor de más dinero, en vez de enfocarse en la ley más importante del dinero: "Dad y recibiréis". En lugar de eso, él creía en "recibid y luego dad".

En conclusión, me convertí en mis dos padres. Una parte de mí es un capitalista acérrimo que adora el juego del dinero ganando más dinero. La otra parte, es un maestro socialmente responsable que está seriamente preocupado por la brecha en constante crecimiento entre "los que tienen" y "los que no tienen". Personalmente, sostengo que el arcaico sistema educativo, es el principal responsable de esta brecha en creciente aumento.

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