Toda mi gratitud para:
Olivier Rubinstein y todas las personas de Editions Denoël, que acogieron este manuscrito con entusiasmo y emoción; Francis Esménard, presidente y director general de la editorial Albin Michel, que tuvo la enorme generosidad de aceptar que se publicara una parte de un pasado del que es depositario;
Myriam Anissimov, el vínculo entre Romain Gary, Olivier Rubinstein e Iréne Némirovsky,
y Jean-Luc Pidoux-Payot, que contribuyó a la relectura del manuscrito ayudándome con sus inestimables consejos.
DENISE EPSTEIN