Elvira Lindo
Una palabra tuya

Para Antonia Garrido,

in memoriam

¿Por qué no morí cuando salí del seno,

O no expiré al salir del vientre?

¿Por qué me acogieron dos rodillas?

¿Por qué hubo dos pechos para que mamara?

Pues ahora descansaría tranquilo,

Dormiría ya en paz,

Con los reyes y los notables de la tierra,

Que se construyen soledades;

O con los príncipes que poseen oro

Y llenan de plata sus moradas.

O ni habría existido, como aborto ocultado,

Como los fetos que no vieron la luz.

Allí acaba la agitación de los malvados,

Allí descansan los exhaustos.

Libro de Job


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