A la memoria de los hermanos Hans y Sophie Scholl
ejecutados en 1943 por protestar contra los nazis; del
periodista Carl von Ossietzky, galardonado con el
premio Nobel de la Paz en 1935, mientras estaba
prisionero en el campo de Oranienburg, y de
Wilhelm Kruzfeld, oficial de la policía de Berlín,
quien, durante la ola de disturbios contra los judíos
provocada por los nazis y que conocemos como
Noche de los Cristales Rotos, se negó a permitir que
una turba destruyera una sinagoga…
Cuatro personas que plantaron cara al mal
y dijeron «No».
«[Berlín] estaba lleno de susurros.
Se hablaba de arrestos ilegales a medianoche,
de prisioneros torturados en las mazmorras de la SA…
los murmullos eran ahogados por las fuertes y
coléricas voces del Gobierno, que los contradecían
a través de sus mil bocas».
Christopher Isherwood,
Berlin Stories