Notas sobre los autores

ADOLFO BI0Y CASARES (Buenos Aires. 1914–íd. 1999). Maestro de la ficción en lengua española, se consagró con su primera gran novela, La invención aA More! (\ 9 40). Ha escrito otras igualmente memorables, como Plan de evasión (1945), El sueño de los héroes (1954), Diario de la guerra del cerdo (1969). Dormir al sol (1973) y Un campeón desparejo (1994); varios libros de relatos excepcionales, como La trama celeste (1948), Historia prodigiosa (1956), El Uido de la sombra (1962), El gran Serafín (1967) e Historias desaforadas (1986), y un volumen de Memorias (1994). Junto con Jorge Luis Borges —con quien mantuvo una célebre amistad— escribieron los cuentos policiales paródicos firmados con el seudónimo común de H. Bustos Domecq, entre los que se encuentran: Crónicas de Bustos Domecq y Seis problemas para Isidoro Parodi, y dirigieron la colección Séptimo Círculo, que introdujo lo mejor de la novela policial anglosajona. En 1990 recibió el Premio Cervantes de Literatura, el más importante en lengua española, y fue varias veces candidato al Premio Nobel.

MARCELO BIRMAJER (Buenos Aires, 1966). Escritor, periodista cultural, guionista de comics y humorista. Ha publicado quince títulos entre los qu e se destacan el ensayo Historieta, la imaginación al cuadrado (1988, Premio Beca Revista Cultura); los libros de relatos Fábulas salvajes (1996, Premio White Ravens), El fuego más alto (1997), Ser humano y otras desgracias {\ 997), Mitos y recuerdos (1999), Historias de hombres casados (Alfaguara, 1999); las novelas Un crimen secundario (1992), El alma al diablo (1995)> El abogado del marciano (1997), La máquina que nunca se apagaba (1999) y No tan distinto (2000); y la obra de teatro Cuatro vientos y el saxo mágico (1994). Su guión Un día con Ángela ganó en 1993 el Primer Premio del Concurso de Cortometraje del Instituto Nacional de Cinematografía. Su novela inédita Tres mosqueteros fue finalista del Premio Clarín de Novela 1999.

GIOVANNI BOCCACCIO (Cenaldo, Toscana, 1313–íd. 1375). Poeta y humanista italiano, uno de los más eminentes sucesores de Dance. Hijo ilegítimo de un comerciante florentino y una noble francesa, fue criado en Florencia y luego realizó sus estudios en Nápóles, donde llegó a formar parte de la corte del rey Roberto de Anjou. A su regreso a Florencia desempeñó varios cargos diplomáticos con el gobierno de la ciudad, y en 1350 conoció al gran poeta Francesco Petrarca, con quien mantuvo una estrecha amistad. En sus años finales se dedicó a la medicación religiosa. Su obra más importante es el Decamerón, colección de cien relatos ingeniosos y alegres, que se encadenan a partir de una trama principal: un grupo de amigos, para escapar de la peste, se refugia en una villa en las afueras de Florencia y se entretienen unos a otros durante diez días narrando cuentos. El Decamerón rompió con la tradición literaria de la Edad Media: por primera vez el hombre aparece como artífice de su destino, y no como un ser a merced de la gracia divina.

ABELARDO CASTILLO (San Pedro, Buenos Aires, 1935). Novelista, cuentista, dramaturgo y ensayista, es uno de los escritores argentinos contemporáneos de más sólido prestigio y el único que ha abordado con lucidez todos los géneros. En 1959 obtuvo el Primer Premio del Concurso de Teatro organizado por la Gaceta Literaria con El otro Judas. El libro de cuentos Las otras puertas (1961, Premio Casa de las Américas) fue su obra consagratoria para la crítica y el público. En 1997 aparecieron sus Cuentos Completos (Alfaguara), en el que figura el relato «La mujer de otro», hasta entonces inédito. Escribió las novelas El que tiene sed (1985), Crónica de un iniciado (1991) y El Evangelio según Van Hutten (1999), y las obras de teatro Israfel (1964) y la ya mencionada El otro Judas. Durante la década del sesenta fundó y dirigió las revistas literarias El Escarabajo de Oro y El Ornitorrinco. Ha recibido, entre otros, el Premio Internacional de Autores Dramáticos Latinoamericanos Contemporáneos (Unesco, París, 1963), el Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires (bienio 1985–1986), el Premio Nacional Esteban Echeverría (1993) y el Premio Konex de Platino (1994).

GEOFFREY CHAUCER (Londres, 1340–íd. 1400). Es considerado el fundador de la literatura moderna en lengua inglesa y el primer humorista. Fue hijo único de una familia dedicada al comercio del vino, de la lana y a la recaudación de impuestos. Su nombre aparece por primera vez en registros escritos en 1357, como miembro del servicio de Isabel, condesa de Uiscer y esposa del rey Lionel. Allí conoció a Juan de Gante, quien sería su gran amigo y mecenas. Fue mensajero diplomático durante la década de 1370, y sus viajes a Italia —entre otros países— resultaron determinantes para su carrera literaria. Como poeta de la corte, tradujo numerosos poemas del francés, entre ellos y sin duda el más importante por sus influencias. Le Román de la Rose. Escribió ensayos poéticos, poemas y textos en prosa. Su principal obra es una colección de veintidós historias en verso titulada Los cuentos de Canterbury, en la que se combinan las anécdotas tradicionales y el original recurso de la continuidad del relato mediante un «cuento de cuentos» (utilizado ya por Boccaccio). En el transcurso de una peregrinación de Londres a Canterbury, para alegrar el camino, cada uno de los viajeros narra una historia. Los peregrinos pertenecen a todas las clases sociales y se expresan según su condición, lo que constituye una notable pintura de la vida del siglo XIV.

ANTÓN PAVLOVICH CHÉJOV (Taganrog, Rusia, 1860–Badenweiler, Alemania, 1904). Fue cronista periodístico, estudió medicina y se dedicó a escribir con la misma pasión con que se entregaba al conocimiento del alma humana. Dramaturgo y narrador, sus obras inauguraron el teatro de Arte de Moscú. Se casó con una actriz, Olga Knipper, y murió de tuberculosis durante un viaje en Alemania. Es universalmente reconocido como el maestro del cuento moderno. A partir de 1886, su estilo cambió radicalmente y pasó de la sátira o comicidad a la eliminación de los elementos de la estructura narrativa tradicional, en particular de las descripciones detalladas de personajes y ambientes. La realidad física y psíquica de sus personajes se condensa en unos cuantos e inequívocos rasgos individuales. Entre sus obras teatrales se cuentan La gaviota (1896), 77o Varna (1897), Las tres hermanas (1901), El jardín de los cerezos (1904). Entre sus relatos merecen citarse La estepa (1888), El pabellón número 6 (1892), La cigarra (1892), Los campesinos (1897), El hombre en el estuche (1898), La cerilla sueca (1883), El drama sucedido durante la caza (1884) y Un mal asunto (1887).

JULIO CORTÁZAR (Bruselas, 1914–París, 1984). A pesar de haber nacido en Bruselas y pasado gran parte de su vida en París, Cortázar es, junto con Jorge Luís Borges, el autor de mayor relevancia en la literatura argentina del siglo XX. Su novela Rayuelo (1963) marca un antes y un después en las letras latinoamericanas. Sus cuentos incursionan en distintos registros y géneros, con un especial énfasis en la literatura fantástica. Borges le publicó sus primeros cuentos en la revista Los Anales de Buenos Aires y en 1951 apareció Bestiario, su primer libro de relatos. Otras obras fundamentales de su cuenrística son Final de juego (1956), Las armas secretas (1959) y Todos los fuegos, el fuego (1966). Alfaguara publicó sus Cuentos completos (1994). Entre sus novelas se cuentan, además de Rayuela, Modelo para armar (1968) y Libro de Manuel (1973). Ha escrito libros tan inclasificables como Historias de Cronopios y de Famas (1962) y La vuelta al día en ochenta mundos (1969). Su poesía no se encuentra en el mismo nivel que su narrativa. Adhirió a la Revolución Cubana y a las causas de liberación de América latina. Adoptó la ciudadanía francesa en sus últimos años, y poco antes de morir visitó Buenos Aires.

FRANCIS SCOTT FITZGERALD (Saint Paúl, Mmnesoia, 1896–Hollywood. 1940). Estudió en St. Paúl Academy y en la Universidad de Princeton, donde escribía para los mensuarios literarios y humorísticos. En 1917 se alistó en el ejército y durante la Primera Guerra Mundial fue teniente de Infantería, pero nunca combatió. Fue publicista durante nueve meses y después dedicó su vida a la literatura. Su primera novela, A este lado del paraíso (1920), fue un éxito, seguido por El gran Gatsby (1925) y Suave es la noche (1934). Escribió unos ciento cincuenta cuentos —algunos de ellos reunidos en Flappers y filósofos (1920), Cuentos de la era del jazz (1920), All the Sad YoungMen (1926) y Taps at Reveille (1935)— y numerosos artículos, entre ellos la serie autobiográfica editada luego como El Crack Up. En 1920 se casó con Zelda Sayre, y juntos fueron el centro de una intensa vida social e intelectual en los años veinte, tanto en Francia como en los Estados Unidos. Más que ningún otro escritor de su generación, Scoit Fítzgeraid representa los años de encreguerras. «A tu edad» apareció en el Saturday Evenmg /Wdel 17 de agosto de 1929. «Es el relato más hermoso que jamás has escrito y el más hermoso que he leído nunca», le dijo su editor, pero Fhzgeraid no compartía esta opinión y no volvió a publicarlo.

FUMIKO HAYASHI (Japón, 1904–1951). Nació en una familia muy pobre. Cuando tenía 7 años, su padre — un comerciante de papeles— llevó a su concubina a vivir con ellos. Fumiko abandonó el hogar junto con su madre, quien más tarde se unió a un comerciante ambulante. Comenzó así una vida de errancia que no le impidió estudiar. Se inscribió en la Escuela Femenina de Onomichi, empleándose en fábricas para costearse los estudios. En 1922 se trasladó a Tokio donde, al tiempo que escribía cuentos, trabajó sucesivamente como obrera en una fábrica de juguetes, vendedora de tienda, oficinista, sirvienta, escribana de una oficina municipal y mesera en cantinas. Escribir sobre su vida sufrida era para ella una forma de desahogo. Su primera novela–Crónica. de vagabundería (1930)- es autobiográfica y se convirtió rápidamente en un best seller. La obra de Fumiko trata generalmente de mujeres habitantes de los bajos fondos, explotadas o atormentadas por hombres a los que nunca dejan de amar. Su mayor producción tuvo lugar en la época de posguerra, y los relatos transcurren en ese ambiente.

TOMÁS KÓBOR (Hungría, 1865-?). Fue uno de los maestros del periodismo húngaro moderno. Formó parte de la redacción de Az Ujsdg–La Gaceta-, periódico que hasta la revolución del 30 de octubre de 1918 se hallaba bajo la dirección del conde Tisza. Como casi todos sus colegas contemporáneos, escribió un gran número de cuentos, que es el género literario más cultivado en Hungría. También íncursionó en el teatro, con mediano éxito, y en la novela; Budapest es su título más conocido. Su estilo frío e impersonal, impregnado del realismo periodístico, con cierta amargura a lo Heine y admirable clarividencia, fue elogiado por la crítica, que también lo comparó con Francis Bret Harte por su poder de percepción, el conocimiento del alma femenina y su ironía no exenta de causticidad.

ÁNGELES MASTRETTA (Puebla, 1949). Novelista, poeta y periodista. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de México, y ocupó el cargo de directora de Difusión Cultural en la ENEP Acatlán y en el Museo del Chopo. Trabajó como periodista hasta que su primera novela. Arráncame la vida, obtuvo en 1985 un espectacular éxito internacional. Ha escrito también cuentos y ensayos: Mujeres de ojos grandes, Puerto libre y El mundo iluminado. Su última novela, Mal de amores, obtuvo en 1997 el Premio Rómulo Gallegos. Con una prosa directa no carente de sutileza, con un gran sentido del humor, Mastretta retrata personajes femeninos que se elevan por sobre un destino limitado por los prejuicios de época a fuerza de sabiduría y personalidad.

GUY DE MAUPASSANT (Miromesnil, Tourville–sur–Arques, 1850–París, 1893). Trabajó en la administración pública hasta los treinta años y fue amigo de Gustavo Flaubert, quien lo formó en el arte de la creación literaria. Sus relatos breves (escribió doscientos quince) son reconocidos como la cumbre del género en lengua francesa y constituyen al mismo tiempo un fascinante testimonio de las costumbres y prejuicios de la época. Preciso y distanciado en su forma de narrar, suele emplear el recurso de situar al narrador dentro de la historia: muchos de sus cuentos comienzan con un personaje que se dispone a contar. Entre los libros de cuentos se destacan La casa TelUer (1881), Mademoiselle Fifi (1883) y El Horla (1887). Es también autor de las novelas Una vida (1883), Miss Harria (1884), Bel–Ami (1885), MontOriol (1887) y Fuerte como la muerte (1889). Una enfermedad nerviosa, unida a una vida desordenada, lo llevaron a la enajenación mental y a la muerte.

JUAN CARLOS ONETTI (Montevideo, 1908–Madrid, 1994). Trabajó como periodista en el semanario Marcha y el periódico Acción de Montevideo. En 1941 se trasladó a Buenos Aires para desempeñar el cargo de gerente en la agencia de noticias Reuter. Colaboró en el suplemento literario de La Nación y en Vea y Lea. En 1954 regresó a Montevideo, donde fue director de las bibliotecas municipales. En febrero de 1974 fue detenido y alojado en un hospital psiquiátrico durante tres meses, por integrar un jurado para el premio anual de literatura de Marcha, que poco después fue clausurado por la dictadura. En 1976 se trasladó a España. En 1961 obtuvo el Premio Nacional de Literatura (Uruguay) y en 1980, el Premio Cervantes; desde entonces fue ciudadano español. En su obra predominan la idea de la soledad, el escepticismo, la frustración y el contraste entre realidad e ilusión. Entre sus libros pueden citarse: Twra de nadie (1941), La vida breve (1950), Los adiases (1954), El astillero (1961), El infierno tan temido (1962), Tan triste como ella (1963), Juntacadáveres (1964), Tiempo de abrazar (1974) y Dejemos hablar al viento (1979). «Esbjerg en la costa» fue publicado por primera vez en el diario La Nación en 1946.

CAYO PETRONIO ARBITRO (20P–65). Escritor latino perteneciente a la familia de Nerón, en cuya corte adquirió relevancia. Por su gusto refinado y su talento innato tenía un fuerte ascendiente sobre el emperador. Al descubrirse la conspiración de Pisón, fue obligado a morir cortándose él mismo las venas. Se le atribuye la autoría del Satiricen, extenso relato del que subsisten algunos fragmentos, y que es considerado como un antecedente de la novela picaresca. Encolpio, el protagonista, acompañado por Ascilto y su criado Gilón, viaja por las ciudades meridionales de Italia viviendo gracias a los estipendios que le procuran su vasta cultura literaria, su conocimiento de la poesía y sus dores de hábil discurseador. El Satiricen constituye un valioso documento del latín hablado de la época, y muestra la decadencia y corrupción de la época de Nerón, vista a través del ambiente griego de la Italia del norte.

ARTHUR SCHNITZLER (Viena, 1862–1931). Hijo de un notable médico judío y profesor universitario, creció en un hogar frecuentado por artistas e intelectuales. Estudió medicina y se graduó en 1885. Durante tres años fue ayudante de un famoso médico que había sido amigo de Richard Wagner, y luego ejerció libremente su profesión. Se interesó por la psiquiatría y la dermatología. Realizó numerosos viajes de estudio a Berlín, Londres y París. Para entonces ya había publicado poesía y narraciones breves en algunas revistas, bajo el seudónimo de Anatolio. Fue la figura principal del grupo «la joven Viena», del que surgieron Hugo von Hoffmannsthal y Stephen Zweig. La sátira El teniente Gustavo {1901) le valió la expulsión del ejército, en el que se desempeñaba como médico militar. Escribió obras teatrales que desarrollan remas trágicos y eróticos; Amoríos (1894), l.a ronda (1900) -considerada su obra maldita, ya que fue prohibida-, La señora Berta Garlan (1901), La tierra desconocida (1911), El cuarto azul (1921). Se interesó por la psicología y por la hipnosis. Sin embargo, no parece haber sido partidario ortodoxo de las teorías freudianas. La señorita Elsa (1923) es la muestra más significativa y madura de esas tendencias. Schnitzier es implacable al describir el amor y su sombra, el engaño, tema obsesivo en su obra. «La mujer del profesor» (1896) no escapa a dicha temática.

LA CASTELLANA DE VERGY es un texto anónimo, en verso, difundido en Francia hacia la segunda mitad del siglo XIII. Se supone que su anécdota tiene algún fundamento histórico. Este relato se destaca no sólo como una formidable pieza de inspiración cortesana–género inaugurado por Chrétien de Troves en la Edad Media–sino también por su encanto y delicadeza. El asunto de este relato fue retomado en el siglo XVI por la reina Margarita de Navarra en su Heptamerón, y por el cuentista italiano Mateo Bandello.

LAS MIL Y UNA NOCHES es una colección de relatos breves de Oriente, cuyos antecedentes se reconocen en la narrativa oral. Su recopilación en forma de libro se supone realizada entre los siglos XII y XVI. Fue el numismático y orientalista francés Antoine Galland quien la hizo conocer en Europa. La estructura de la obra es sencilla: el rey persa Shahriar, después de mandar estrangular a su infiel esposa, toma cada noche una nueva mujer, para hacerla asesinar al alba. Una de estas victimas es Sherezade, que consigue librarse de la terrible sentencia–y salvar para siempre a las demás hijas de los musulmanes–manteniendo despierta la curiosidad del vengativo esposo con la intriga de sus historias, que ingeniosamente interrumpe al llegar el amanecer. El monarca aplaza entonces la ejecución noche tras noche, hasta llegar a las mil y una historias, momento en que perdona la vida de Sherezade.

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