Los siete ejercicios siguientes son empleados preferentemente por los yoghis para desarrollar los pulmones, músculos, ligamentos, células de aires, etc. Son muy simples, pero maravillosamente eficaces. Que su simplicidad no disminuya el interés que merecen, pues son el resultado de cuidadosos experimentos por parte de los yoghis y la esencia de numerosos ejercicios muy complicados, cuyas partes no esenciales han sido eliminadas.
1) Respiración retenida
Este es un ejercicio muy importante que tiende a fortalecer y desarrollar los músculos respiratorios, así como los pulmones, y su frecuente práctica propenderá también a ensanchar el pecho. Los yoghis han encontrado que una detención ocasional de la respiración, después que los pulmones se han llenado con una respiración completa es muy útil, no sólo para los órganos respiratorios, sino también para los de nutrición, sistema nervioso y hasta para la misma sangre. Han comprobado que una suspensión ocasional de la respiración ayuda a la purificación del aire que ha quedado en los pulmones, proveniente de las inhalaciones anteriores, y a oxigenar más completamente la sangre. Conocen también que la respiración así retenida reúne todos los desperdicios, y que cuando se exhala lleva consigo las materias usadas del sistema y limpia los plumones, de la misma manera que un purgante limpia los intestinos. Los yoghis recomiendan este ejercicio para varios desórdenes del estómago, hígado y sangre; sostienen también que con frecuencia cura el mal aliento, debido muchas veces a pulmones pobremente ventilados. Recomendamos a los estudiantes presten considerable atención a este ejercicio, que tiene gran mérito. Las siguientes instrucciones darán una idea clara de la manera de practicarlo.
1) De pie y con el cuerpo erguido.
2) Inhalar una Respiración Completa.
3) Retener el aire tanto tiempo como sea posible sin violencia.
4) Exhalar vigorosamente por la boca abierta.
5) Practicar la Respiración Purificadora.
Al principio sólo se puede retener la respiración breves instantes, pero con un poco de práctica se harán grandes progresos. Puede consultarse un reloj para apreciar los resultados que se vayan obteniendo.
2) Estímulo de las células pulmonares
El objeto de este ejercicio es estimular las células de aire de los pulmones, pero los principiantes no deben practicarlo con exceso ni con demasiado vigor. Puede producir al principio un poco de mareo en algunos, el que se obviará suspendiendo el ejercicio y caminando un momento:
1) De pie con el cuerpo erguido y manos a los costados.
2) Inhalar muy despacio y gradualmente
3) Mientras se inhala, golpear suavemente el pecho con la punta de los dedos, recorriéndolo continuamente en toda su extensión.
4) Cuando los pulmones estén llenos se retiene la respiración y se golpea el pecho con las palmas de las manos.
5) Practicar la Respiración Purificadora.
Este ejercicio estimula y tonifica todo el cuerpo y es una práctica yoghi bien conocida. Muchas de las células de aire de los pulmones pierden su actividad a causa de una respiración incompleta y a menudo casi llega a atrofiarse. Aquel que haya usado la respiración incompleta durante años, no encontrará muy fácil poner en actividad inmediatamente por la Respiración Completa todas esas células de aire descuidadas, pero esta ejercicio ayudará mucho a conseguir el resultado deseado y merece que se le estudie y practique.
3) Extensión de las costillas
Hemos explicado que las costillas están fijadas por cartílagos que admiten una expansión considerable. En la respiración normal las costillas desemplean un papel importante, y es bueno darles ocasionalmente un poco de ejercicio especial con el objeto de conservar su elasticidad. La costumbre que tienen muchos occidentales de estar de pie o sentados en posturas no naturales, puede hacer perder a las costillas elasticidad; este ejercicio hará mucho para evitar y combatir tal defecto:
1) De pie y con el cuerpo erguido
2) Colocar las manos en cada lado del cuerpo, bajo y tan cerca de las axilas como sea posible, con los dedos pulgares dirigidos hacia la espalda, las palmas sobre los lados del pecho y los dedos sobre su frente.
3) Inhalar una Respiración Completa
4) Retener el aire por un corto tiempo.
5) Entonces se comprimen suavemente los lados y se exhala al mismo tiempo.
6) Practicar la Respiración Purificadora.
Este ejercicio debe usarse con moderación y precaución.
4) Expansión del pecho
El pecho está muy expuesto a deprimirse debido a la posición inclinada sobre el trabajo, etc. Este ejercicio es muy bueno para restaurar las condiciones naturales y obtener la expansión del pecho:
1) De pie y con el cuerpo erguido
2) Inhalar una Respiración Completa
3) Retener el aire.
4) Extender los brazos adelante, con los puños cerrados y al nivel de los hombros.
5) Llevar los puños vigorosamente hacia afuera hasta que formen línea recta con los hombros.
6) Después volver a la 4ª posición y de esta a la 5ª. Se repite varias veces.
7) Exhalar vigorosamente por la boca abierta.
8) Practicar la Respiración Purificadora.
Hágase este ejercicio con prudencia, evitando toda exageración.
5) Ejercicio en marcha
1) Caminar con paso mesurado, la cabeza alta, la barba entrada ligeramente y los hombros caídos.
2) Inhalar una Respiración Completa contando (mentalmente) 1, 2, 3, 4, 5, 6,7, 8, un número a cada paso, y haciendo que la inhalación dure el tiempo invertido en los 8 pasos.
3) Exhalar lentamente por las fosas nasales, contando como anteriormente, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, un número a cada paso.
4) Descansar entre respiraciones, sin detener la marcha; contando 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, un número a cada paso.
5) Repetir hasta sentir un principio de cansancio. Entonces, descansar un momento y, a placer reanudar el ejercicio. Verificarlo varias veces en el día.
Algunos yoghis modifican este ejercicio, reteniendo la respiración mientras cuentan 1, 2, 3, 4, y exhalando después, contando 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8.
Puede seguirse la forma que más agrade.
6) Ejercicio de la mañana
1) De pie, con el cuerpo erguido y en actitud militar, cabeza alta, ojos al frente, hombros caídos, rodillas firmes y brazos a los costados.
2) Elevar lentamente el cuerpo sobre los dedos de los pies, inhalando una Respiración Completa con lentitud y firmeza.
3) Retener la respiración unos pocos segundos, conservando la misma posición.
4) Bajar lentamente a la primera posición, exhalando despacio al mismo tiempo el aire por las fosas nasales.
5) Ejecutar la Respiración Purificadora.
6) Repetir varias veces, usando alternativamente la pierna derecha o la izquierda.
7) Para estimular la circulación
1) De pie y con el cuerpo erguido
2) Inhalar una Respiración Completa y retenerla.
3) Inclinarse ligeramente hacia adelante y agarrar un bastón con energía y firmeza, poniendo gradualmente toda la fuerza en apretar el bastón.
4) Dejar de oprimir el bastón, volver a la primera posición y exhalar lentamente.
5) Repetir varias veces.
6) Terminar con la Respiración Purificadora
Este ejercicio puede verificarse sin emplear el bastón, agarrando un bastón imaginario y usando la voluntad para ejecutar la presión. Este ejercicio es una práctica favorita yoghi para estimular la circulación, conduciendo la sangre arterial a las extremidades y haciendo volver la sangre venosa al corazón y a los pulmones, para que puedan tomar el oxígeno inhalado con el aire. En casos de circulación defectuosa, no hay bastante sangre en los pulmones para absorber el total de oxígeno inhalado y el sistema no saca todo el provecho posible de la respiración mejorada. Particularmente, en estos casos, es bueno practicar este ejercicio ocasionalmente, con el regular ejercicio de la Respiración Completa.