Quisiera agradecer a las siguientes personas la ayuda y el apoyo que me han prestado:
Gracias a mi agente, Philip Spitzer, y a mi editora, Patricia Mulcahy, por el gran esfuerzo y entusiasmo que han dedicado a este libro.
Gracias también a los muchos agentes de policía que a lo largo de los años me han permitido ser testigo de su trabajo y sus vidas. Quiero además mostrar mi gratitud a Tom Mangold y John Pennycate, cuyo libro The Tunnels of Cu Chi narra la verdadera historia de las ratas de los túneles de la guerra de Vietnam.
Por último, doy las gracias a mi familia y amigos por su aliento y apoyo incondicional. Y sobre todo a mi mujer, Linda, por su constante respaldo e inspiración.