A Izad vuestros mecheros para una última balada sentimental de rock duro, y permitidme cantar las alabanzas de aquellos que han hecho tanto para ayudarme a dar vida a El traje del muerto. Mi agradecimiento para mi agente, Michael Choa-te, que conduce mi embarcación profesional con cuidado, discreción y un poco habitual sentido común. Debo mucho a Jennifer Brehl, por todo el esfuerzo que ha dedicado a la edición de mi novela, por guiarme a través de la versión final, y especialmente por apostar la primera por El traje del muerto. Maureen Sugden ha hecho un trabajo extraordinario de corrección de mi novela. También debo dar las gracias a Lisa Gallagher, Juliette Shapland, Ka-te Nintzel, Anna Maria Allessi, Lynn Grady, Rich Aquan, Lorie Young, Kim Lewis, Seale Ballenger, y a todos los demás que se han ocupado del libro en William Morrow.
Mi gratitud más profunda para Andy y Kerri, por su entusiasmo y amistad, y a Shane, que no sólo es mi compadre, sino también la persona que se ocupa de mi web, joehillfiction.com, navegando con ingenio e imaginación.
Y no soy capaz de expresar lo agradecido que estoy a mis padres y mis hermanos por su tiempo, ideas, apoyo y amor.
Sobre todo, mi amor y agradecimiento para Leanora y los niños. Leanora ha pasado no sé cuántas horas leyendo y releyendo los originales, en todas sus diversas formas, y hablándome de Jude, Marybeth y los fantasmas. Por decirlo de otro modo: ella ha leído un millón de páginas y las ha evaluado todas. Gracias, Leanora. Estoy muy feliz y me siento muy afortunado por tenerte como mi mejor amiga.
Eso es todo. Y gracias a todos por venir a mi espectáculo. ¡Buenas noches, pueblo de Shreveport, en Luisiana!