E1 manuscrito de Adso está dividido en seis días, y cada uno de éstos en períodos correspondientes a las horas litúrgicas. Los subtítulos, en tercera persona, son probablemente añadidos de Vallet. Sin embargo, como pueden servir para orientar al lector, y como su uso era corriente en muchas obras de la época escritas en lengua vulgar, no me ha parecido conveniente eliminarlos.
Las referencias de Adso a las horas canónicas me han hecho dudar un poco; no sólo porque su reconocimiento depende de la localización y de la época del año, sino también porque lo más probable es que en el siglo xiv no se respetasen con absoluta precisión las indicaciones que San Benito había establecido en la regla.
Sin embargo, para que el lector pueda guiarse, y basándome tanto en lo que puede deducirse del texto como en la comparación de la regla ordinaria con el desarrollo de la vida monástica según la describe Edouard Schneider en Les heures bénédictines (París, Grasset, 1925), creo que podemos atenernos a la siguiente estimación:
Maitines (que a veces Adso llama también Vigiliae, como se usaba antiguamente). Entre las 2.30 y las 3 de la noche.
Laudes (que en la tradición más antigua se llamaban Matutini). Entre las 5 y las 6 de la mañana, concluyendo al rayar el alba.
Prima. Hacia las 7.30, poco antes de la aurora.
Tercia. Hacia las 9.
Sexta. Mediodía (en un monasterio en el que los monjes no trabajaban en el campo, ésta era, en invierno, también la hora de la comida).
Nona. Entre las 2 y las 3 de la tarde.
Vísperas. Hacia las 4.30, al ponerse el sol (la regla prescribe cenar antes de que oscurezca del todo).
Completas. Hacia las 6 (los monjes se acuestan antes de las 7).
Este cálculo se basa en el hecho de que en el norte de Italia, a finales de noviembre, el sol sale alrededor de las 7.30 y se pone alrededor de las 4.40 de la tarde.