([1]) Pipas verticales de barro que se utilizan para fumar marihuana y hachís en algunos países de Asia. (N. del e.)

([2]) Batín japonés de algodón vagamente parecido a un quimono. (N. del e.)

([3]) Dionisio alude al banquero y científico Gordon Watson y a las sustancias alucinógenas utilizadas por los chamanes asiáticos y americanos. (N. del e.)

([4]) Nombre científico de la planta que proporciona el hachís y la marihuana. (N. del e.)

([5]) Vid. F. Sánchez Dragó, El camino del corazón, pp. 266

y 267, Ed. Planeta, Barcelona, 1990. (N. del e.)

[6] Versos del poeta Alceo. (N. del e.)

[7] Título de la primera novela que escribió Dionisio entre 1969 y 1970, al regresar de un largo viaje por el continente asiático. (N. del e.)

[8] Rudyard Kipling, Rewards and fairies. (N. del e.)

[9] Creo, en el fondo de mi corazón, que algún día venceremos (fragmento de una célebre canción de los años sesenta que acompañó el movimiento de desobediencia civil de

los jipis y de los estudiantes en todo el mundo). (N. del e.)

[10] La Baghavad Gita o Canto del Señor es un fragmento del Mahabharata escrito en forma de diálogo entre el dios Krishna y el príncipe Arjuna. Éste, obligado por las circunstancias a enfrentarse a un ejército en el que militan sus parientes, sus allegados y sus amigos, vacila antes de entrar en combate, resistiéndose a la idea de cometer lo que a él le parece un fratricidio. Entonces interviene Krishna, que le desvela los grandes secretos del universo, le explica lo que es el yoga y le convence de que lo mejor para él, y para la evolución del cosmos, es lanzarse a la batalla sin escrúpulos ni titubeos, acatando así los mandamientos de su karma y de su dharma. Ya hemos dicho lo que es el primero (vid. nota de la página 43). En cuanto al segundo, sepa el lector de estos pagos que los hindúes llaman dharma a la ley, en líneas generales y-en particular-al sentido del deber y al dócil y meticuloso cumplimiento por parte de cada persona de la misión que se le asignó (o que ella misma eligió) en el momento de venir o de volver al mundo. Entre todas las sagradas escrituras de la historia de las religiones la Baghavad Gita es, seguramente, el texto que mejor responde a las viejas y eternas preguntas de quiénes somos, adónde vamos y de dónde venimos. El mensaje de este evangelio mayor del hinduismo, como lo llama Dionisio, podría resumirse así: lo que no existe nunca podrá existir y lo que existe nunca podrá dejar de existir. (N. del e.)

[11] Vid. nota de la página 87. (N. del e.)

[12] El tantra, que es una variante gnóstica y heterodoxa del hinduismo y del budismo, forma parte de lo que en Oriente denominan senderos de la mano izquierda por contraposición a los de la mano derecha, que son los ortodoxos y reservados al común de los mortales. (N. del e.)

[13] Libro oracular del taoísmo y de la cultura china. Es uno de los grandes textos sagrados de la historia de la humanidad. (N. del e.)

[14] F. Sánchez Dragó, op. cit., pp. 262 a 268. (N. del e.)

[15]Autor del célebre libro Vida después de la vida. El lector interesado lo encontrará, junto al resto de su obra traducida al español, en las publicaciones de la Editorial Edaf. Los libros de Elisabeth Kubler-Ross han sido publicados por la Editorial Luciérnaga. (Generosa nota del e.)

[16] El producto existe y está a la venta. Se llama serumdal. (N. del e.)

[17]Instrumento musical de cuerda que se utiliza en la India y en sus zonas de influencia cultural y religiosa. (N. del e.)

[18] Composición de música clásica hindú. (N. del e.)

[19]Colchón japonés que se extiende en el suelo. N.e…

[20] Arte marcial de origen chino. (N. del e.)

[21] Vid. F. Sánchez Dragó, op. cit., pp. 186 a 221. (N. del e.)

[22] (26) Vid. F. Sánchez Dragó, El camino del corazón, pp. 40 a 42. (N. del e.)

[23] Antigua pastelería madrileña situada en la Carrera de san Jerónimo. Sus turrones llevan fama de ser los mejores del mundo. (N. del e.)

[24] Vid. F. Sánchez Dragó, Las fuentes del Nilo, Ed. Planeta, Barcelona, 1986, pp. 36 y 37. (N. del e.)

[25] Antonio Machado. (N. del e.)

[26] Vid. F. Sánchez Dragó, El camino del corazón. pp. 133 a 136. (N. del e.)

[27] Vid. F. Sánchez Dragó, Las fuentes del Nilo, p. 280.(N. del e.)

[28] Vid. F. Sánchez Dragó, El camino del corazón, pp. 79 a 82. (N. del e.)

[29] F. Sánchez Dragó, Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España, Ed. Planeta, Barcelona, 1985, 2.° tomo p. 158. (N. del e.)

[30] Teoría y práctica de la no violencia. (N. del e.)

[31] Vid. nota 21 de la p. 156. (N. del e.)

[32] En lenguaje coloquial, LSD. (N. del e.)

[33] Op. cit., 29, 18. (N. del e.)

[34] Unos meses después, en el verano de 1991, las autoridades de la Universidad de California dieron la razón a Dionisio y decidieron poner los archivos esenios a disposición de todos los investigadores, cualesquiera que fuese su raza, su fe religiosa y su nacionalidad. El director del Santuario del Libro y la intelligentsia judía montaron en cólera. El asunto está sub iudice. (N. del e.)

1) F. Sánchez Dragó, Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España, tomo 1.°, pp. 172 y 173. (N. del e.)

[36] En Las fuentes del Nilo, novela-ya citada en varias ocasiones-que cuenta la infancia y la primera adolescencia del protagonista de este libro, se lee lo que sigue: «EI sarampión empezaba a ceder. Dionisio pasó el resto de la enfermedad, convalecencia incluida, platicando y discutiendo una hora tras otra, y un día tras otro, con su mejor amigo, que se llamaba Jay y era persona -o duende- notable por muchos motivos: por su edad indefinida e indefinible, por lo diminuto de su tamaño o de su falta de tamaño (residía habitualmente debajo de la lengua de Dionisio), por su invisibilidad o transparencia (que lo era-tajante-para todo el mundo, menos para el niño, capaz de verlo a veces-sólo a veces-en forma de chiribitas o burbujas de colores), por su sabiduría prácticamente universal y algo socrática, por su voz inextinguible e inaudible (que sólo Dionisio percibía), por su lealtad a toda prueba y por su condición de cuerpo o entidad gloriosa que nunca necesitaba dormir ni comer ni descansar ni menos aún inventarse Alicias para entrar en el mundo del espejo. Cualquier observador imparcial o futuro psicoanalista -América aún no los exportaba-hubiese pensado que Jay era Dios en persona o, en defecto de éste, una proyección embellecida de la conciencia de Dioni (o quizá de su extravagancia), pero el niño sabía-y lo decía, puesto que Jay nunca fue un secreto para nadie-que no, que su amigo formaba parte de la creación, existía por sí solo y estaba alojado en el tiempo. De ahí precisamente, su carácter maravilloso)) (op. cit., p. 82). Vid.

Véase también p. 175 en la presente obra. (N. del e.)

[37] En todos los sitios te encontrarás con gente. (N. del e.)

[38] (11) Mateo, XVII, 2. (N. del e.)

[39] (12) Ibídem, 5. (N. del e.)

[40] Mateo, XIX, 12. (N. e.)

[41] Por cada una que pierdas encontrarás otras diez. (N.del e.)

[42] Se celebró en el 553. (N. del e.)

[43] (1) Nombre científico del LSD. (N. del e.)

[44] Dionisio alude a Antonio Escohotado y a su excepcional Historia de las drogas, Alianza Editorial, Madrid, 1989. (N. del e.)

[46] Lista de Correos. (N. del e.)

[47] El autor de esta carta me ha prohibido incluir en ella notas a pie de página que aclaren los términos y conceptos de difícil comprensión para los lectores ayunos de hinduismo. Dice que el tantra es uno de los caminos de la gnosis y que, en cuanto tal, no puede ni debe exponerse a los riesgos de la divulgación. El que quiera entender, añade Dionisio, que arree (sic). Y cita al respecto un axioma de la alquimia medieval: obscurum per obscurius, ignotum per ignotius (a lo oscuro por lo más oscuro, a lo desconocido por lo más desconocido). (N. del e.)

[48] Vid. p. 114 de este libro. (N. del e.)

[49] Vid. p. 114 de este libro. (N. del e.)

[50] Hay edición española (Ed. Kairós, Barcelona, 1986).

[51] Nombre del Niño Krishna. (N. del e.)

[52] Op. cit., pp. 326 a 330. (N. del e.)

[53] 7. El poeta francés Cyrano de Bergerac publicó en 1648 una Historia cómica de los Estados e Imperios de la Luna.

(N. del e.)

[54] El misterio de las catedrales (Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1967) y Las moradas filosofales (íd., 1969). (N. del e.)

[55] En el Andrógino se funden los dos sexos, mientras en el Hermafrodita coexisten. (N. del e.)

[56] (3) Vid. El camino del corazón, p. 272. (N. del e.)

[57] Vid. pág. 312 de este libro.

[58] El Espíritu Universal, lo Absoluto. (N. del e.)

[59] Primera letra del alfabeto hebreo y lugar en el que convergen todos los puntos del universo. (N. del e.)

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