Cuando el fuerte aprende el Tao, lo practica con diligencia;
Cuando el avanzado aprende el Tao, lo practica en ocasiones;
Cuando el débil aprende el Tao, se alegra y ríe;
Aquellos que no ríen no han aprendido nada.
Así está dicho:
Quien comprende el Tao, parece incoherente;
Quien progresa en el Tao, parece fallar;
Quien sigue el Tao, parece vagabundear.
Así la mayor fuerza aparenta vulnerabilidad;
La verdad más brillante aparenta matices;
El carácter más pleno aparenta ser incompleto;
El corazón más fuerte aparenta debilidad;
La Naturaleza más hermosa aparenta inconstancia.
Así el cuadrado, perfeccionado, no tiene esquinas;
El arte, perfeccionado, no tiene sentido;
El sexo, perfeccionado, no tiene clímax;
La forma, perfeccionada, carece de forma.
Así el Tao no puede sentirse ni conocerse:
Transmite sensación y trasciende el conocimiento.