Aproximadamente en mayo de 2005 Kathrin Luz, conservadora del Dusseldorf Museum Kunst Palast, me envió una carta invitándome a escribir un relato sobre Caravaggio para una magna exposición que iba a celebrarse en los últimos meses de 2006 en aquella ciudad.
No dudé en contestarle que sí. Y escribí esta historia centrada en el período maltés-siciliano del pintor. Pero, puesto que sólo me habían pedido quince cuartillas, mi relato rebasaba los límites; por eso extraje de él las quince que se me habían pedido (publicadas en el volumen antológico Maler Morder Mythos. Geschichten zu Caravaggio, Hatje Cantz, Ostfildern, 2006); lo que aquí se publica constituye, en cambio, el texto íntegro.
A. C.