Martina Cole
El jefe

Para Natalia Whiteside, mi primera nieta y la persona que más quiero.

He sido muy afortunada con mis hijos y mis nietos, así como con mi nuera, Karina.

He aprendido que lo más importante en la vida es lo que uno deja a su paso y la gente que deja atrás. Dios es generoso y nadie lo sabe mejor que yo. Mi madre siempre decía que Dios paga sus deudas sin dinero y que «se recoge lo que se siembra». De ser así, entonces soy sumamente afortunada, pues tengo la familia que siempre he soñado, la cual crece y se fortalece cada día más.

Le deseo a mis lectores todo el amor, la suerte y la felicidad que pueda proporcionarles la vida y agradezco a Dios la dicha que me otorga a cada instante. No siempre fue así, pero ahora he descubierto que el gran secreto de la vida reside en disfrutar de los buenos momentos mientras se pueda y gozarlos con las personas que amas.

Dedico este libro también a una amiga muy especial, Eve Paccito. Fue una mujer maravillosa, siempre entregada a cualquiera que necesitase de una amiga, como lo fue mía durante años. Era la viva imagen de la generosidad y siempre anteponía los demás a sí misma. La echo de menos y añoro aquellas comidas íntimas que compartíamos. Mi más sincero pésame a los dos Peters.

También quiero dedicar este libro a nuestra niñera Donna, a la que nunca olvidaremos. Fue un privilegio conocerla y ser su amiga, y no hay duda de que la vida será mucho más triste sin su presencia. Dios la bendiga y la tenga en su gloria.

Así mismo, quiero dedicar este libro a mi estimable amiga, Diana. Ella es mi más ferviente seguidora, como yo lo soy suya. Una verdadera compañera, una mujer entrañable con una gran personalidad. Tiene una familia maravillosa y un carácter muy peculiar, por lo que considero un privilegio ser su amiga. Animo, compañera, con todo mi amor y cariño.

Y, cómo no, a Delly, la hermana que todo el mundo desearía tener.

Загрузка...