Al escribir este libro me he tomado algunas libertades significativas con relación a las agencias que velan por el cumplimento de la ley en el Estado de California. Ojalá pudiera decir lo mismo de mi retrato de las habilidades con las que cuentan los hackers para invadir nuestras vidas privadas, pero tengo malas noticias al respecto: todo ello es cierto y sucede a diario. Y, sí, claro, los números de los capítulos están en forma binaria. Pero no se preocupen: yo también me perdí al intentar seguir la correlación y tuve que consultar un libro.