Querida Claudia:
Yo siento que todo lo que he leído me ha servido. Leer un libro es recorrer un camino. Hay caminos atractivos, caminos aburridos, caminos fáciles y caminos tortuosos. Hay caminos que conducen a lugares hermosos y caminos que no conducen a ninguna parte.
Leer un libro es penetrar en otro mundo. Hay mundos nuevos y diferentes, llenos de cosas originales y fascinantes esperando ser descubiertos y también mundos repetidos y mediocres donde todo es igual, parejo y sin matices. Hay mundos para visitar una sola vez y otros adonde siempre queremos retornar.
Leer un libro es como conocer a otra persona. Hay personas que me atraen desde el primer momento, que ya desde el mínimo contacto me atrapan y cautivan. Hay personas que parecen insulsas y sin valores, hasta que me adentro más en ellas y comienzo a disfrutarlas. Hay personas simples y transparentes y también hay personas retorcidas, complicadas y elitistas. Hay personas cuyo solo contacto me enriquece y hay otras que pueden aportarme en verdad poca cosa. Felizmente, también hay personas tan trascendentes como para modificar mi vida.
Si yo tuviera que mencionar los libros que cambiaron mi vida, esa lista sería más o menos así:
La libertad primera y última, de J. Krishnamurti
El libro del Ello, de G. Groddeck
Palabras a mí mismo, de H. Pratter
Dentro y fuera del tarro de basura, de F. Perls
El Principito, de A. Saint-Exupéry
No empujes el río, de B. Stevens
El viejo y el mar, de E. Hemingway
El enfoque guestáltico, de F. Perls
Un mundo feliz, de A. Huxley
Qué dice Ud. después de decir Hola, de E. Berne
Vivir, amar y aprender, de L. Buscaglia
Demián, de H. Hesse
El proceso de convertirse en persona, de C. Rogers
El proceso creativo, de J. Zinker
Rebelión en la granja, de G. Orwell
Las enseñanzas de Don Juan, de C. Castaneda
Juegos que juega la gente, de E. Berne
Tener o Ser, de E. Fromm Voces, de A. Porchia
La casa redonda, de A. Stalli
Sueños y Existencia, de F. Perls
Todos somos uno, de W. Schultz
Tao: los tres tesoros, Bagwan Rajneesh
El piloto ciego y otros relatos, Giovanni Pappini
Tengo por todos estos libros un amor inmenso. Los leo y releo, me deleito y relamo.
Los recomiendo y los regalo permanentemente. Tengo con estos libros un deseo muy especial: ¡Me gustaría que los leyeras vos!