Quiero expresar mi más profundo agradecimiento por su información técnica y sus consejos a Paul Tippin, antiguo investigador de homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles; a Tony Fitzpatrick, inspector detective de la Unidad de Investigaciones de Homicidios de la Policía de West Midlands (Inglaterra); a David Davidson, médico; a Pete Noyes, periodista de investigaciones en televisión; a Olga Gottlieb, Gillian Hush, Lorcan Sirr, Antonia Bailey Camilleri, Ian Trenwith y Norton F. Kristy, Ph.D. Por sus sugerencias y correcciones al manuscrito estoy especialmente agradecido a Robert Gleason, a Hilary Hale y a Marión Rosenberg.
Estoy especialmente en deuda con Tom Doherty por su fe en el proyecto, y a Robert Gottlieb, que consiguió mantenerme dirigido y equilibrado durante el largo y arduo proceso de pasar La huida de idea a manuscrito.