© 2008, Juan Gómez-Jurado
La traición y el asesinato van siempre juntos,
como dos diablos unidos en un yugo que por el mismo fin
trabajan tan groseramente por interés natural
que la imaginación no se asombra ante ellos.
Pero a ti, contra todo decoro, te estaba reservado,
provocar asombro, al tiempo que traición y asesinato.
Sea cual fuere el diablo que ha obrado sobre ti,
se ha ganado fama de excelente en el Infierno
William Shakespeare,
Enrique V, acto II, escena 2.5