Agradecimientos

Una vez más, estoy profundamente en deuda con mis lectores de AP Watt: Caradoc King, Elinor Cooper y Louise Lamont, y con mis editoras Rebecca Saunders, de Little Brown, y Louise Davies, que han contribuido a convertir este libro en una historia.

A quien quiera documentarse sobre la preparación de helados le aconsejo Ices: The Definitive Guide, de Caroline Liddell y Robin Weir (publicado también con los títulos de Frozen Desserts and The Ice Cream Book), que incluye muchas recetas de libros de cocina antiguos. También pueden encontrarse recetas tradicionales en www.historicfood.com. Sin embargo, mi mayor deuda la tengo con el libro que me dio la idea para escribir esta novela: Harvest of the Cold Months, de Elizabeth David, una historia de los helados y los sorbetes.

La biografía de Louise de Keroualle fue escrita por Henri Forneron con el título de La corte de Carlos II. No es un relato especialmente compasivo. «Durante quince años, Louise de Keroualle tuvo a Gran Bretaña en su delicada mano, manipulando a su rey y a sus hombres de Estado… como habría podido hacer con su abanico», es uno de los comentarios que incluye. Las cartas que he utilizado en la tercera parte entre Colbert, Louvois y Luis XIV se han extraído directamente de las traducciones de dicho libro.

Charles Beuclerk, descendiente de Nell Gwynne, ha escrito una biografía fascinante de su antepasada en la que describe la rivalidad entre las amantes del rey. Mi descripción del juego de Preguntas y Órdenes, en el que Louise se las arregla para que tanto ella como sus damas de compañía se queden desnudas, con la intención de que Carlos disuelva el Parlamento, está tomada de ese libro, aunque he cambiado la fecha en un año.

Aunque muchos de los hechos descritos en La emperatriz de los helados tuvieron lugar tal como los describo, el palacio de hielo de Louise de Keroualle está inspirado en el que ordenó construir la emperatriz Ana de Rusia en 1740, descrito por Ivan Lazhechnkov en su libro El palacio de hielo.

Загрузка...