¡Tú, oh muerte cruel!
Desearía que fueras un cordero.
Te conduciríamos con gran pompa al mercado
y el matarife lleno de alegría te despiezaría.
Oración del norte de África
A Jerónima la Zalemona,
que vivió en Torrellas (España) a finales del siglo XVI
y cuyo destino me sugirió en parte el de María