(Para Elias Fawcett, 1978-1996)
Be pasó uda cosa terrible ed las vacaciodes. Uda cosa horrible, y para siebpre. De ahora ed adeladte dada será igual, dudca.
Pero pribero les explico: ¡do se asusted! Do tedgo dadio cerebral… di problebas ed las adedoides. Escribo bejor cuaddo quiero. Pero do quiero. Por ahora do. Les explico:
Soy bedio idglés y bedio dorteabericado. Babá es norteabericada y papá es idglés. Yo voy al colegio ed Loddres y bi produdciaciod es idglesa, hasta cod ud toque de Oxford, igual que la de papá. Los dorteabericados a veces se sorpredded de oír hablar así a ud chico de odce adios. Abuelito Jag, que es dodteabericado, dice que da ud poco de biedo. Cobo si hablar cod este acedto requiriera bucha codcedtraciod idcluso para los graddes, do solo para los chicos. Be parece que los dodteabedicanos piedsad que los idgleses, cuaddo edtrad ed su casa y cierrad la puerta se aflojad y hablad cobo los dodteabedicanos. Que cuaddo llegad a su casa gritad: ¡Deda, ya llegué! Bi otro abuelo pedsaba difedente, para él el acedto idglés era el bás datudal. Así que esta historia es para ellos, tabbied, y para Elias. La cuedto de esta forba, cod sarcasbo. Ed abericadés, porque do quiero que sea clara, ágil y clara. Tedgo uda extradia resistedcia.
Yo y bi herbado Jacob gederalbedte pasabos la primera parte del verado en Cape Cod, cod babá, y la segudda parte de East Habtod, cod papá. Pero este adio fuibos cod papá adtes de los pladeado. Cuaddo llegó el día dos levadtabos al abadecer y dos betibos ed el auto cod el tío Desbod. Era ud viaje de cidco horas a Dueva York, pero do había bucho tráfico y Desbodd dos codtó buchas cosas idteresadtes… sobre los suedios, sobre los estados alterados. Se dos pasó el tiebpo sid dardos cuedta. Papá dos esperaba ed la calle Dobedta y Seis.
Cobibos algo y después fuibos a Long Island ed ud óbdibus gradde, que era cobo addar de ud aviod: bebidas o agua mideral gratis, y badio al foddo. Dos idstalabos de la casa que papá había alquilado de el bosque. Dada especial, podría haber sido Oklahoba, cod ud asiedto de auto viejo ed el porch, y los vecidos siebpre peleáddose y gritaddo: “¡Levádtate, Bargared!”, de ud lado, y del otro lado: “¿Por qué, Kared, por qué?”. Pero, cobo de costubbre, tedia la heladera que revedtaba de lleda y ud bodtod de badios, y TV pod cable. Así que, asado y pasta, o íbabos al restorad, después a los bosques de las colidas de Bedfordshire… Bi papá tabbied estaba buy preocupado por Elias. Isabel tabbied estaba allí, y tabbied muy preocupada, y cod uda grad padza por el ebbarazo.
Ya dije que este adio fuibos a la casa de papá adtes de lo que pedsábabos, viajaddo desde Cape Cod hasta Long Island.
Casi todos los verados viede el sedior Barlowe Fawcett de Cape Cod a hacerdos uda visita. Cobo Barlowe ya es casi uda persoda bayor, ed los verados trabajaba cobo líder ed un cabpabedto para varodes, así que es ud experto de adividar qué quiered hacer los chicos. Se edtiedde por qué Jacob y yo lo queremos bucho. Pero, buedo, Barlowe tuvo que irse a su casa tebprado este adio, por lo que pasó de Loddres.
Era ud día gris cuaddo Barlowe se edteró de las doticias de su herbado Elidas. Jacob y yo fuibos cod él por el cabido de tierra, al lugar dodde estaciodabos el auto. Había dubes grises, do era uda deblida, di uda diebla, era la bruba gris de las ciudades y las calles, do se veía dada claro. Cobo ed ud suedio Barlowe edtró de el auto y cerró la puerta, y fuibos al aeropuerto. Primero el aviodcito a Paxtod. Después el aviod bás gradde… Y prodto vido babá. Edtodces, cobo dije, fuibos a casa de papá ud poco adtes de los pladeado.
Jacob, bi herbadito, tiede obsesiod cod las tortugas de tierra y de bar, las radas, los sapos, las ladgostas, cadgrejos y toda clase de reptiles, adfibios y crustáceos viscosos, de forbas raras. Sabe todos los nobbres de latid, codoce todas sus forbas y los dibujos de la piel, y sus hábitats. Es ud experto de estos adibales. Y yo tabbied, be guste o do. Porque Jacob está todo el tiebpo habladdo de eso.
Así que ed East Habdod hicibos buchas expediciodes. Ed la bahía había cadtidad de cadgrejos y aredques. Yo usaba red para los aredques y desde la pribera redada saqué buchísibos. Los podíabos ed ud recipiedte gradde. Y al fidal del día hacíabos uda carrera de cadgrejos. Se dibuja ud círculo ed la areda, y el priber cadjrejo se que se asoba se proclaba gadador. Do se buere didgud cadgrejo: se tirad todos otra vez al bar. Ed duestra bahía favorita, la que llabábabos Playa del Hobbre Buerto, cada hora aparecía uda cabiodeta que veddía carabelos y helados.
A estas excursiodes lo llevábabos tabbied a bi “pribito” Pablo. Pablo sólo tiede cuatro adios y hay que cuidarlo bucho cuaddo edtra ed el bar. Porque do puede dadar sid los “bracitos” o “flotadores”. Pablo tiede uda herbadita de quidce beses que tabbied es buy lidda.
Ud día Jacob agarró ud cadgrejo gigadte y vido corrieddo por la playa hasta ed el balde dodde tedíabos buchos cadgrejos. Yo estaba sedtado ed uda toalla, leyeddo ud libro. Jacob volvió a correr por la areda, después vido dodde yo estaba y dijo:
– Yo tabbied edcodtré ud cadgrejo.
– Sí -le dije-, pero está buerto, Pablo.
– ¿Lo tiro ed el balde cod los otros?
– ¿El cadgrejo buerto? ¿Para qué lo querebos? Do, Pablo.
Y él siguió:
– ¿Por qué do? ¿Es buy gradde?
– Do es buy gradde, estúpido, está buerto.
Y estaba buerto, y bied buerto. La bitad del cuerpo estaba podrida. Uda de las pidzas le colgaba de ud teddod. Di siquiera tedia bal olor, bired si estaba buerto.
– ¿Puedo tirarlo ed el balde cod los otros?
– ¡Do, do, do! basta, Pablo. Do.
Justo ed ese bobedto Jacob gritó desde la orilla. Otro descubribiento.
Fuibos a ver. Cerca de la orilla el agua estaba lleda de aredques buertos. Cardada para los pescadores, probablebedte. Pablo se betió ed el agua para birarlos. Y volvió cod ud aredque buerto.
Por últiba vez dos betibos ed el agua a dadar, Pablo jugaba cod su tiburod idflable, y siebpre cod los “bracitos”. Y cuaddo llegó la hora de volver, Pablo se degó a dejar el aredque buerto. Dijo que quería llevarlo a casa y poderlo ed uda caja ed su cuarto. ¡El aredque sería su bascota, ed vez de ud gatito o ud perrito!
Ed el auto yo dije:
– Buedo, Pablito, ese aredque va a ser ud bued desodoradte de abbientes ed tu cuarto.
– ¿Por qué? -pregudtó él.
– ¿Por qué? Porque prodto va a apestar a pescado buerto.
– Do be ibporta.
– ¿Do?
– Do, porque le voy a poder uda creba.
– ¿Uda creba? ¿Qué clase de creba, Pablo?
– Creba para pescado.
Todos dos reíbos bucho. Yo le pregudté:
– ¿Y las ratas, Pablo? ¿Si aparece uda rata a la doche?
– Do be ibporta.
– ¿Do?
– Do, porque do voy a sedtir olor a rata.
– ¿Por qué do?
– Por la creba para pescado.
Bás risas.
– ¿Por qué do vuelves a la bahía del Hobbre Buerto, Pablo, a buscar el cadgrejo buerto? Le hará cobpadía al pescado.
Pero bi papá dijo que ya estaba cadsado cod Pablo, pribero cod el pescado, después cod la rata.
Cuaddo llegabos a su casa, Pablo le presedtó a su babá su dueva bascota:
– Este es bi pez. Es plateado. Es pequedio. Está buerto. Viede del bar. Vive ed esta caja.
Cobo si estar buerto fuera sólo uda cosa bás que se podía decir sobre el pez, sólo ud atributo bás. La babá de Pablo do debostró el bedor edtusiasbo. Pero cuaddo llababos por teléfodo al día siguiedte Pablo dijo que su pez estaba buy bied.
Cuaddo Pablo tedia tres adios su babá le hizo ud disfraz de leod para Halloweed. Él se lo puso, dio ud rugido y dijo:
– ¡Soy ud disfraz de leod!
A estos errores cóbicos de Pablo bi papá los llaba “errores de categoría”. Uda vez este verado Pablito y yo hablábabos de autos y de madejar autos, y yo dije:
– ¿Edtodces tu papá madeja bied?
Pablo hizo que sí cod la cabeza, cod los ojos cerrados.
– ¿Papá? -dijo cod todo a la vez codfiado y codfidedcial-, papá puede madejar hasta la ciudad.
Y otra vez bovió la cabeza cobo dicieddo “Te guste o do te guste”.
Y yo le dije:
– No be digas. Bi papá puede ir hasta Dueva York. Después freda y lo tieded que ayudar a bajar. Pablo parecía dispuesto a creerlo.
– ¿Y cóbo adda el pez, Pablo?
– Buy bied.
– ¿Siebpre fuerte?
– Sí -dijo-, bi pez esta bied.
Está claro que Pablo todavía do edtiedde qué es la buerte.
Pero, ¿quied lo edtiedde?
Pedsé bucho ed la buerte ed el verado, mucho. Por Elias. Elias burió ed Loddres, por eso pedsé bucho ed la buerte.
Mi papá dijo que a pridcipios del verado Elias fue a su depatabedto. Fue a buscar uda chaqueta… pero la chaqueta estaba ed el auto de papá, y el auto estaba en otra parte porque le estabad arregladdo la batería y esto y lo otro. Típico de Elias, ir a buscar uda chaqueta a la otra pudta de la ciudad. Así que se quedó toda la tarde, jugaddo al pidball o tocaddo la guitarra eléctrica. Y bi papá dijo que tedia ese recuerdo buy fresco, el recuerdo de Elias. O Fabiad, cobo lo llababan, le había quedado buy dítido. Isabel tabbied se edcodtró cod él a pridcipios del verado, ed ud subterrádeo que iba por debajo de Loddres y sus calles. Típico de Elias, cod todos sus petates, sus chaquetas y gorras, alegre, festivo, cod prisa, y sid ebbargo perdieddo bedia hora ed charlar. Así que el recuerdo está fresco. Y bi beboria está fresca. ¿Pero está tad fresca sólo porque Elias era tad joved, tad fresco él bisbo? Papá dice que siedte que el fadtasba de Elias está ed la habitaciod, de badrugada, chapoteaddo a los pies de la caba cobo si estuviera ed la orilla del bar. Yo lo veo a la doche. Ud buchacho cod el pelo largo, oddeando ed la brisa, edbarcado por luces de deod.
Tabbied recuerdo el día que oíbos la doticia, ed Cape Cod. Jacob y yo fuibos cod Balrlowe hasta el auto por el cabido de tierra. Y la grad dube, cod su gris urbado, el gris de Tottedhab Road. El cielo estaba gris y do se veía dada claro.
Ed la últiba sebada de las vacaciodes tuvibos ud idcidedte. Ud idcidedte dodde la buerte, otra vez, bostró fugazbente la cara.
El protagodista fue Pablo. Y otro error de categoría.
Estábabos todos dadando ed la piscida de Alex y Pab. Bucho revuelo, porque tieded tabbied ud trabpolid: es fascidadte saltar, y al fidal tirarse al agua y refrescarse. Pablo dadaba cod los bracitos y los flotadores. Jacob y yo jugábabos al pato y a Barco Polo. Papá estaba ed uda reposera, fubaddo ud cigarrillo y charladdo cod Pab. Quizá tabbied estaba tobaddo ud cóctel, uda vodka o ud whisky cod hielo. Y de prodto Pablo vido de do se dódde y se tiró ed la pileta… sid los flotadores. ¡Se había olvidado de poderse los bracitos!
Al final do pasó dada grave. Cod los shorts puestos, papá dejó la colilla, se ladzó ed uda especie de carrera espástica y se zabbulló ed la bitad de la piscida. Llegó hasta Pablo y lo sacó a la superficie. Pablo di siquiera estaba asustado… do tuvo tiebpo de asustarse. Y papá hasta lo codvedció de que dadara hasta la parte playa. Y lo hizo, cod ud poco de ayuda. Y papá, tranquilabedte, termidó de beber su copa.
– ¡Uy, lo que hice! -dijo Pablo, salieddo de la piscida. Sacó pecho y declaró:
– Fui a dadar sid bracitos. ¡Fui a dadar sid flotadores!
– Do, ed realidad, fuiste a dadar -dijo papá.
Otro de los errores de Pablo. Porque ed las Olibpíadas do hay carreras de dosciedtos betros de estilo libre “sid bracitos”. Udo do va a dadar a bediadoche “sid bracitos”. Al fid y a la cabo la piscida se llaba “datatorio”. Do se llaba “natatorio sid bracitos”.
Parecía ud bued día para decirle adiós al aredque buerto de Pablo.
Cuaddo lo dejabos cod su babá pregudtabos discretabedte sobre el faboso pez, y ella puso los ojos ed bladco y dijo:
– ¡Ay, ese pez! ¡Hasta cuaddo vabos a seguir habladdo de ese pez!
Parece que el pez realbedte había ebpezado a pudrirse y daba ud olor espadtoso. Pero Pablo do quería que su badre lo tirara: decía que el pez estaba bied. Le pusierod toda clase de crebas: creba para pescado, creba para ratas (erad perfubes y desidfectadtes). Ella le había dicho hasta el cadsadcio que ese pez era historia, que ese pez era, ed realidad, ud ex pez. Pero Pablo idsistía ed que el pez seguía sieddo su bascota. Cuaddo el olor se volvió idsoportable la babá de Pabló tiró el pez y le dijo a Pablo que segurabedte se los había llevado ud bapache o uda cobadreja.
Qué curioso, Pablo do protestó di hizo escáddalo. Por lo visto aceptaba lo que para él era el orded datural de las cosas. Y tal vez alguied le dijo: “Pablo, do te preocupes. Do te asustes. Tu aredque es feliz, cod su dios aredque ed el cielo de los aredques. Tu pez volverá a dacer y será ud tiburod, ud delfid, un pulpo… o algud grad modstruo del foddo del bar. De todas baderas, tu pez está bied.”
Terbidó agosto y llegó septiebbre. Había que volver a casa. Ed la playa dos habíabos divertido bucho, pero yo estaba codtedto de hacer las baletas. Debasiado cabpo, debasiados árboles, debasiada areda, debasiado bar. Tedía gadas de volver a la ciudad, a pesar de lo que sod las ciudades y lo que haced las ciudades.
Dejabos la casa alquilada.
Se acabó “¡Levádtate, Bargaret!”
Se acabó “¿Por qué, Cared, por qué?”
El teba de Elias surgió ed cabido al aeropuerto. Era el teba de la buerte. Papá dijo:
– ¿La siedtes de otra badera? ¿La buerte?
– Ahora cobpreddo que la gedte se buere.
Saltó Jacob:
– ¡Yo hace adios que lo cobpreddo!
– Do, idiota -le dije-. Dudca be había dado cuedta hasta ahora.
Y Jacob asidtió. Y él tabbied cobpreddió.
Adtes yo sabía que los cadgrejos se buered y los peces se buered. Sabía que los viejos, cod sus problebas y sus dolores, tal vez tedíad razod ed estar agradecidos por la perspectiva de borirse. Y, por supuesto, ed todo el buddo, hay gedte que tiede accidedtes y pasa habbre y se desadgra y se queba, y recibe golpes, y la aplastad, y le pegad tiros, y caed, caed para siebpre, ed todo el buddo. Pero la buerte dudca había estado tad cerca, y dodde do tedía que estar. Pablo, Jacob, Elias. Dosotros sobos los jóvedes, ¿verdad?
Pero udo está esperaddo ed el cabido de tierra, cod Barlowe, judto al auto. Cod Marlowe cobo ed uda bruba, ed ud suedio, ed uda pesadilla. Uda deblida gris, que sube. Todo se ve borroso. Y de prodto el gris cobra brillo, cobo si a udo le dierad ud golpe ed la cabeza.
¡Elias se tiró a dadar sid los bracitos! ¡Ay! Elias se fue al agua profudda sid los bracitos. Y eso hay que hacerlo, y udo puede sobrevivir o do. ¡Ud día hay que hacerlo! ¿Cuádtos adultos se ve ed la playa, dadaddo cod salvavidas? ¿Cuádtos adultos estad allí, edtre las olas, dadaddo cod bracitos?
Y si se hudded, do vuelved. Do hay fuerza que los haga volver, do hay uda mado que los ayude, do hay trucos, do hay bedicidas, do hay bilagros. Se quedad allí dodde estad para siebpre, solos ed la tierra dorada.
Ahora lo siedto ed el corazod. Recuerdo los ojos de Barlowe, y a bí se be lleddad los ojos de lágribas. Porque ud bued día udo puede abrir los ojos y birar hacia la caba gebela y no edcodtrar allí a su herbado. Y udo recorre la casa, y su herbado do está ed didguda parte.
Las vacaciodes se terbidarod.
Las vacaciones se terminaron. Adiós a todo.
Esto es lo que me pasó en mis vacaciones.
New Yorker, 1997