Existen (hablando en términos generales) tres categorías dramáticas hwarhath: Obras Oscuras, Obras Brillantes y Obras de Luz Incierta. Las Obras Oscuras son (aproximadamente) equivalentes a la tragedia humana. Las Obras Brillantes son comedias y las Obras de Luz Incierta son todas las demás.
Hay dos clases principales de Obras Oscuras: las obras de héroes, escritas y representadas por hombres, y las obras de mujeres escritas y representadas (como cabe esperar) por mujeres.
La Obras Brillantes son obras de animales, y pueden ser de dos clases: las morales, para niños, y las obscenas, para adultos.
Hasta hace poco tiempo sólo existía una clase de Obras de Luz Incierta: la obra moderna o ambigua. Pero últimamente —sobre todo gracias a Eh Matsehar— se han puesto en escena diversas obras sobre los humanos, y éstas pueden constituir un tipo nuevo y separado.
Los hombres nunca intervienen en la representación de obras de mujeres, y las mujeres no tienen nada que ver con las obras de héroes, pero los miembros de ambos sexos escriben y representan Obras Brillantes y Obras de Luz Incierta, aunque nunca juntos.
Las diferentes clases de obras varían considerablemente en lo relativo a la puesta en escena, los vestuarios y el estilo de actuación.
Las obras de héroes utilizan un escenario vacío, accesorios limitados, mucha música y un vestuario espléndido y de gran colorido. La actuación tiene un estilo definido y muchas de las cualidades del mimo o la danza.
En las obras de mujeres, el vestuario (por norma) es más sencillo que en las obras de héroes. Los colores suelen ser apagados y sutiles, incluso monótonos. Forman los decorados telones y pancartas pintados, a menudo hechos con telas muy finas que se vuelven transparentes cuando se iluminan por detrás. Hay una considerable complejidad visual. Los telones y pancartas cuelgan unos delante de otros y dado que —al menos una parte del tiempo— son transparentes, se crean complicadas capas de dibujos que cambian a medida que cambia la luz. Los actores desaparecen por el foro y vuelven a aparecer. Las obras no utilizan demasiada música. El estilo representativo es sereno y natural.
En las obras de animales se utilizan máscaras, elaborados trajes de animales, colores brillantes, un despliegue de actuación y mucha actividad física: danzas, acrobacias, simulacros de riñas, etc. En las obras de animales para adultos, el vestuario es grotesco y a menudo obsceno. En las obras para niños los animales (por lo común) tienen un aspecto agradable y amistoso.
Las obras de héroes y las obras de animales se representan en un escenario abierto. Las obras de mujeres se representan en un escenario rodeado por una jaula de barrotes de madera a la que están sujetos los telones y las pancartas.
Eh Matsehar es responsable de las obras de humanos como forma artística, aunque (como suele admitir de buena gana) Sanders Nicholas le ha sido de gran ayuda. Son en su mayor parte nuevas versiones de obras y/o relatos de los humanos, representadas con máscaras y vestuario humano más o menos realista. El empleo de la música varía, lo mismo que el de los accesorios. Suelen utilizarse decorados: escenas humanas pintadas sobre telones y pancartas (para lo que se ha recurrido a la utilización de un escenario de mujeres modificado, una innovación escandalosa, ya que las obras son escritas y representadas por hombres). El estilo representativo varía, pero suele ser sereno y natural, otra innovación escandalosa.