Me gustaría dar las gracias, por su ayuda, a las siguientes personas (utilizando el orden alfabético, gran igualador): Juliette Dickstein; Jonathan Drori; Susan Elderkin; Jonny Geller; James Greene; Kate Jones; mi primo Jean Kleiber, la primera persona que me habló de granjas sin chimeneas y otras peculiaridades suizas; Lesley Levene; madame Christine Martínez de Florac, quien, sin saberlo, me dio un curso intensivo sobre la vida en un pueblo francés; y Vicky Singer.
Me han sido utilísimos los siguientes libros: Montaillou y Les Paysans de Languedoc, de Emmanuel Le Roy Ladurie, El regreso de Martín Guerre y Sociedad y cultura en la Francia moderna, de Natalie Zemon Davis, Protestants du Midi, 1559-1598, de Janine Garrisson, y Moutier á travers les ages, de Ph. Pierrehumbert.
Es muy posible que existan la mayoría de los lugares mencionados en el libro, pero no así las personas.