Quisiera dar las gracias a Rob King y Jim Lowder por su apoyo editorial, y a Heather Richards, Megan McDowell, Bruce y Peggy Wiley, Rebecca Ford y Daniel Arthur por facilitarme tanta información útil, y a Pat Connors por ayudarme a probar el «Gambito de Hawke» en un grupo de confiadas víctimas en Tuscon XIX.
Un agradecimiento especial a Adele Leone y Richard Monaco, por llevar a cabo tareas más allá del cumplimento de su deber, y a Robert M. Powers, que no dejó de decirme que me animara, que las cosas aún empeorarían más.
Y mi agradecimiento más sincero a Bruce Miller, que se muestra siempre extraordinariamente generoso con sus amigos y nunca quiere que se sepa. Lo saben, Bruce, y por eso que te quieren tanto.
Hola, Cheryl. Un abrazo muy fuerte…