Para mis lectores portugueses
Si hacía caso a las palabras de Holmes, lo que tenía ante mí era
una suerte de übermensch con el poder de un dios griego, una
especie de cristalización de las absurdas ideas alemanas sobre
razas superiores destinadas a gobernar. Claro que, si hacía caso
de las palabras de Holmes, vivía en un mundo lleno de esquinas
ocultas donde la realidad estaba llena de aristas, recovecos y
laberintos. Si hacía caso de las palabras de Holmes, este mundo
ni siquiera nos pertenecía, y sus dueños eran unas criaturas
imposibles que dormían un sueño parecido a la muerte mientras
aguardaban a que los hicieran volver.
William Hudson en Sherlock Holmes
y las huellas del poeta