EL CABALLO DE MADERA
Es necesario que le cortemos el pelo al Caballo — dijo Dani. Y tomando las tijeras comenzó la tarea. — Mamá se enfadará. No lo hagas — le grité.— Tú no sabes nada. Las crines le volverán a crecer más largas y fuertes. Papá dijo el otro día: Le he ordenado al hombre de la cuadra que le corte las crines al caballo. ¿No lo oíste? Nunca oyes nada.
— Ahora ayúdame. Tú sujeta la cabeza mientras yo le corto el pelo.
El caballo era de mi hermano, se lo habían regalado cuando cumplió los 5 años. Era un caballo de madera, muy alto, gris con manchas blancas, los ojos dorados y las crines rubias. Dani me permitía montarlo después que él se cansaba de hacerlo.— Ahora puedes montar tú, pero te pido que tengas cuidado, no toques las crines, no lo manches — me decía.
Después de sujetar largo rato la cabeza lo solté y miré en el suelo las rubias crines desparramadas. La cabeza del caballo completamente rapada había perdido toda su majestad. Yo estaba horrorizada. En aquel mismo instante entró mi madre. Nos miró en silencio. Un silencio que fue para mí precursor de castigos para Dani. Cuando mi padre llegaba del trabajo corríamos a abrazarle. El sacaba de sus bolsillos bombones, lápices y otras cosas.
Dani no tendrá hoy ni bombones ni lápices ni otras cosas — pensé yo.
Mientras mi madre miraba con horror y pena el caballo rapado vi que Dani salía del cuarto silenciosamente. Yo quedé inmóvil y muda. Mi madre se acercó a mí, me cogió de un brazo y me llevó a mi cuarto.— Estarás aquí horas y horas. Vendrá tu padre y le contaré lo que has hecho. Esta noche te quedarás sin postre y sin mi beso — me dijo.
«Yo no lo he hecho. Yo no he cortado las crines al caballo» — grité.
Pero mi madre salió del cuarto cerrando la puerta. Quedé sola y empecé a llorar.— Mi madre no me cree y mi padre tampoco me creerá. No me importan mil castigos, no me importan mil noches sin postre, no me importan mil noches sin beso. Nunca me creerán y si Dani no lo dice, nunca lo sabrán. Pero Dani lo dirá si sabe que estoy aquí castigada. Seguí llorando y esperando la verdad, esperando a mi madre, esperando a Dani. Pasó una tarde larga, una de las tardes más largas de mi vida.
La puerta se abrió sólo para traerme la cena. Después me quedé dormida, abrazada a mi pena, a mi primer dolor, a la primera injusticia.
tener cuidado en silencio
no me importa volver + a + infinitivo
Vocabulario
cortar зд. стричь
tijeras f ножницы
tarea f зд. работа
enfadarse сердиться, обижаться
gritar кричать
crines f грива
ordenar приказывать
cuadra f конюшня
sujetar поддерживать
mancha пятно
tocar трогать
permitir разрешать
manchar пачкать
soltar прыгать, скакать
suelo m пол
desparramado, -а разбросанный, -ая
horrorizado, -а в ужасе
majestad f величество; величие
instante m миг
precursor, -а предвестник
castigo m наказание
bombón m конфета
horror m ужас
pena f горе
inmóvil неподвижный
mudo, -а немой, -ая
beso m поцелуй
injusticia f несправедливость
dolor m боль, скорбь
Expresiones
Es preciso que — нужно
tener cuidado — быть осторожным
en silencio — тихо
no me importa — зд. мне все равно
volvera + а + infinitivo—снова, опять
cabeza rapada — постриженная наголо