Año 799 de Nuestro Señor Jesucristo
Ciudadela de Würzburg. Alta Franconia
Y el diablo llegó para quedarse.
Ya no sé por qué escribo: ayer murió Theresa, y tal vez pronto la acompañe. Hoy no hemos comido nada. Lo que consigo en el scriptorium apenas nos alcanza. Todo está desierto. La ciudad se muere.
Gorgias depositó la tablilla de cera en el suelo y se tumbó sobre el camastro. Antes de cerrar los ojos, rogó por el alma de su hija. Luego sólo alcanzó a recordar los terribles días que precedieron a la hambruna.