Seis meses atrás, un nuevo lavarropas exigió que fijásemos un nuevo sistema de canalización en el área de servicio. Nos mudamos, y el piso, y las paredes debieron ser pintadas. Al final, el área estaba más bonita que la cocina.
Para evitar el contraste, reformamos la cocina. Solo entonces notamos como la sala estaba vieja. Rehicimos la sala, que termino siendo más acogedora que el escritorio de hace diez años. Rehicimos el escritorio. Poco a poco, la reforma se extendió por la casa entera.
Espero que lo que pasó en mi casa, pase también en mi vida. Espero estar abierto para las pequeñas novedades, que ellas siempre me llamen la atención para todo lo que preciso cambiar.