DE LAS RESOLUCIONES

Judith se considera llena de defectos, y decide mejorar. Mas no es su Leyenda Personal que se apure en este sentido; la Sociedad dice que existe un padrón de crecimiento, que es preciso comprender.

Al final del año, Judith hace una lista de decisiones para el año siguiente. Los primeros días de enero son fáciles; ella obedece la lista, da pasos que siempre aplazó. En febrero, ya no tiene la misma disposición, y la lista comienza a fallar. Cuando marzo llega, Judith ya quebró todas las promesas hechas en Año Nuevo; y se sentirá pequeña, incapaz, y culpable hasta la última semana del año. Cuando, al fin, esta semana llega, ella hace de nuevo las promesas, y el ritual se repite.

No debemos intentar mejorar en aquello que los otros esperan de nosotros, Judith; pero sí descubrir que esperamos de nosotros mismos. Ahí no es preciso prometer nada, porque cambiamos con placer y alegría.

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