0. El final

– Dale y verás -dijo él.

Ella sintió que el pie le traspasaba la carne, como una onda seca a través del dolor atroz.

– Está muerta -dijo la mujer.

Pero no, todavía estaba viva y los oyó. El suelo bajo su cuerpo estaba caliente y mojado. Tenía los ojos húmedos y completamente abiertos, al otro lado de la habitación veía un vaso sucio junto al zócalo. La mujer se agachó a su lado. Notó un tirón en la muñeca, tiraban de su pulsera.

– Déjala -dijo él, pero ella no le hizo caso y volvió a tirar-. He dicho que la dejes.

La mujer soltó el brazo y retrocedió. El hombre se detuvo donde ella podía verlo, llevaba zapatillas deportivas y vaqueros grises. Estaban hablando de ella, de cómo deshacerse de su cuerpo, de coger la camioneta de Andy. Un intenso dolor a modo de espasmo recorrió su espalda, ante la fulgurante palidez de sus ojos. La intensa luz se fue haciendo cada vez más brillante hasta que ya no vio nada.

Загрузка...