Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a Susan Palmer Terry, Donna Prince, David Becher, Shana Sonnenburg y, especialmente, Paul Weiss por sus aportaciones a esta novela.
Mi especial reconocimiento también a Stuart Applebaum, vicepresidente primero y jefe de relaciones públicas de Bantam Books, por su aliento, visión, energía y dedicación a los libros.