NOTA EDITORIAL

1. Sobre la historia del texto


«¡El libro está concluido!», escribió Leo Perutz el 4 de julio de 1957 en su agenda. El 25 de agosto de 1957 murió en Bad Ischl. No es posible reconstruir con detalle de qué manera se dispuso, tras la muerte del autor, del manuscrito que él había escrito con su habitual esmero. De la correspondencia editorial existente, tampoco se desprende quién pidió a Alexander Lernet-Holenia que realizase una corrección del manuscrito. Lernet-Holenia deja abierta esta pregunta en la «Nota final» que acompaña la primera edición de la novela de 1959:


Este libro es el último en el que trabajó Perutz. Tras la muerte del escritor, acaecida el 25 de agosto de 1957 en Bad Ischl, se me pidió que revisase y preparase para la imprenta el manuscrito terminado. Me he sometido a esa tarea con sumo gusto y respeto, ya que siempre he considerado a Leo Perutz como a un maestro a quien admiro de manera especial.


Como el manuscrito del Judas de Leonardo es un ejemplar terminado y cuidadosamente corregido por el propio autor, no es del todo comprensible que se pudiese llegar a la idea de que la novela no estaba terminada o que al menos necesitaba una revisión. La decisión de realizar una revisión es tanto más sorprendente cuanto que la editorial y los amigos del autor deberían haber tenido conocimiento de que Perutz era sumamente sensible y, por nada de este mundo, habría permitido que alguien corrigiese un manuscrito terminado. Pero una vez tomada la decisión de realizar una revisión, era natural que se encomendase esa tarea a Alexander Lernet-Holenia. Perutz había «asistido al parto» de la primera novela de Lernet-Holenia y los dos autores estuvieron unidos desde 1929 hasta principios de 1938 por una relación amistosa que fue retomada a principios de los años cincuenta.

Es indudable que Alexander Lernet-Holenia realizó la revisión con la mejor intención y según su leal saber y entender. No obstante, llevó a cabo ese trabajo bastante deprisa. Ya el 12 de septiembre de 1957, o sea, tres semanas después de la muerte de Perutz, escribió en una carta que había concluido los trabajos de corrección de la «novela póstuma de Perutz».

Tras el examen minucioso del manuscrito de Leo Perutz y la comparación de su texto con la versión de Alexander Lernet-Holenia se llegó a la conclusión de que no existía ninguna razón para que la presente edición no se basase en el auténtico texto perutziano del Judas de Leonardo. Éste se publica aquí por primera vez.


2. Sobre la presente edición


La presente edición sigue al pie de la letra el manuscrito del Judas de Leonardo concluido por Leo Perutz que se guarda en la Deutsche Bibliothek de Frankfurt am Main. Algunos errores ortográficos sin importancia fueron corregidos sobre la marcha. De acuerdo con la editorial se conservaron dos modificaciones respecto a ese manuscrito que se llevaron a cabo para la primera edición de la novela en la editorial Zsolnay en 1959. La grafía regional empleada por Perutz del nombre «Lionardo» se sustituyó en todos los casos por «Leonardo»; también se conservó el título El Judas de Leonardo que eligió la editorial; en el manuscrito de Perutz el título es: El Judas de la Cena.

Como Perutz daba, según sus propias declaraciones, mucha importancia al ritmo sintáctico, sólo se modernizó con mucho cuidado la puntuación (siempre se puso, por ejemplo, una coma entre dos oraciones principales unidas por una «y»).

El empleo de mayúsculas y de minúsculas se adaptó a la ortografía actual; finalmente se unificaron los apostrofes empleados de manera inconsecuente por Perutz.

H.-H.M

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