Epílogo

Norman Thorne fue declarado culpable del asesinato de Elsie Cameron el 16 de marzo de 1925 y condenado a morir en la horca. Se fijó la ejecución para el 22 de abril. Ironías del destino, ese mismo día Elsie habría cumplido veintisiete años.

La opinión pública expresó cierta consternación ante el veredicto. Eran muchos los que creían que la acusación no había llegado a probar «más allá de toda duda razonable» que Norman Thorne hubiera provocado, o pretendido provocar, la muerte de Elsie Cameron. Incluso sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, se sintió impelido a expresar su malestar.

No sirvió de nada. La apelación de Norman contra el veredicto y la sentencia fue desestimada. La noche antes de la ejecución, escribió a su padre. Se trataba de una carta llena de esperanza.


Se producirá un resplandor y todo habrá acabado. No, no acabado: será sólo el comienzo de mi viaje hacia Dios. Te esperaré de la misma forma que otros me esperan a mí. Estoy libre de pecados. Con todo mi amor…

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