A Catarina y a Inés, y a los hijos que estén por venir.
Para que sepan que todo lo hice
para impedir lo que vendrá.
… yo soy el primero y el último, el viviente, que
fui muerto y ahora vivo por los siglos de los siglos,
y tengo las llaves de la muerte y del Infierno.
Escribe, pues, lo que vieres, tanto lo presente
como lo que ha de ser después de esto.
Apocalipsis, 1,18
(traducción de Nácar-Colunga)[1].
Aviso .
La información histórica, técnica y científica que se reproduce en esta novela es verdadera