MIENTRAS EVE CRUZABA EL CAMPUS TOMO SU ENLACE de bolsillo 'para comprobar si Mira estaba en el sitio o cerca, y entonces la vio. La psiquiatra de la policía y perfilador superior estaba sentada en un banco blanco a la luz del sol en el borde de una fuente magnífica. Llevaba unas gafas de marca de un audaz color rosa. Eve no estaba segura de que hubiera visto en su vida a la elegante Mira con gafas, y mucho menos con cualquier frivolidad femenina. Con su rostro inclinado hacia el sol, el pelo recogido de nuevo en ondas en la nuca, exponía el colgante multicolor de sus orejas, Mira parecía absolutamente relajada y como en casa con el ritmo casual del verano de la escuela.
Una leve sonrisa suavizaba su hermoso rostro en reposo, mientras que el agua se derramaba musicalmente de piedra en piedra, de nivel a nivel a sus espaldas. Sus piernas excelentes, estaban cruzadas, expuestos por la falda hasta la rodilla de un traje color de crema de vainilla. Sus zapatos de punta abierta en el mismo tono lucían tacones de aguja. A su lado estaba apoyado un bolso parecido a un pétalo de rosa lo suficientemente grande como para tragarse a un niño pequeño.
Eve preguntó si Mira estaba dormida, y si tenía que empujarla o aclararse la garganta. A continuación, con una gran sonrisa Mira suspiró profundamente.
– ¡Dios! ¡Qué día tan hermoso. Yo rara vez puedo aprovechar una mañana tan espectacular como esta. -Mira, se encogió de hombros, y luego los dejó caer en una especie de encogimiento feliz. -Tengo que darte las gracias por sacarme.-
– Bueno, me alegro de que haya un lado positivo. Yo no tenía tiempo para ir al centro y volver. Estamos trabajando duro en esto-.
– Entendido. La edad de la víctima y la conexión a un agente de policía hace que sea una prioridad. ¿Se puede hablar aquí? -
– Sí-. Eve se sentó a su lado. -Pudo leer el archivo.-
– Sí.- Mira tocó brevemente la mano de Eve, un gesto que ambos sabían reconocer por los dolorosos recuerdos de la infancia de Eve.- ¿Hubieras tomado este caso si MacMasters no hubiera pedido específicamente por ti?-
– No elijo las asignaciones para quedarme con la mejor-. El tono agudo, a la defensiva, atrapó a Eve con la guardia baja. Ella se lo quitó de encima. -Si no puedo manejar lo que viene a mí,- dijo, -Yo no merezco la placa. Eso es todo. -
– Para ti, sí, estoy de acuerdo. No con la filosofía, pero si con tu creencia en ella. Ella tiene suerte de tenerte -Deena-, porque tú entiendes a lo que se enfrentó en las últimas horas de su vida. -
– No es lo mismo-.
– No, nunca es lo mismo. Y, por el contrario, es precisamente lo mismo. Es lo que necesito saber antes de discutir el caso, acerca de tus pesadillas y flashbacks. Es lo que necesito saber-, repitió Mira, suavemente, cuando la cara de Eve se puso pálida. -Si este caso, las exacerba-
– No lo es. No lo hará. No son tan malas. -Arrastrando una mano por el pelo, Eve luchaba para poner su molestia por las preguntas personales a un lado. Mira estaba en lo cierto, admitió, la pregunta debía ser formulada.-Todavía las tengo, pero no son tan graves…-, decidió. -No son tan frecuentes o intensas. Creo que he llegado a un punto -no sé- que pasaron, y nada puede cambiar lo que él me hizo. Pero lo detuve. Si regreso, a las pesadillas, podré detenerlo de nuevo, si tengo que hacerlo. Él no tiene más el poder. Lo hice. -
– Sí.- la sonrisa de Mira era tan brillante como la luz del sol, y de nuevo puso su mano sobre Eve. -Lo hiciste-.
– No puedo parar las pesadillas, pero puedo manejarlas mejor ahora. No son un baile en un prado, el cual no me parece bueno de todos modos. ¿Por qué estar bailando en un prado con todo lo que la hierba alta oculta alrededor escabulléndose en ella, y con insectos que vuelan alrededor de su cabeza como un grupo tan divertido? -
– Hmm-, fue lo mejor que Mira pudo pensar.
– Lo que quiero decir es que no confío en haber quitado todo de mi subconsciente, pero no me patean el culo todas las noches, ya no.-
– Me alegro de oírlo. Me alegra mucho. -
– Tuve un momento, mirando a Deena, a lo que le hizo a ella, que me puso un poco inestable. Pero creo que pasé a través de él. No va a afectar mi capacidad para dirigir la investigación. -
– Me preocuparía tu capacidad para dirigir la investigación si no fueras tocada de alguna manera por lo que se hizo con ella.-
Eve no dijo nada durante unos instantes. -Y trajo esto, lo empujó, para que pudiera salir. Así que no tendría que tenerlo escondido en el fondo de mi mente. -
Mira dio a la mano de Eve una palmadita rápida. -¿Funcionó?-
– Al parecer-.
– Bien, bien por mí. Y por ti. Y Deena. -
– Está bien.- Hecho, pensó Eve. Por ahora. -¿Revisó el video?-
– Sí. Particularmente cruel, ¿no? Por forzar a la niña a decir esas cosas, con la intención de que el padre las escuchara, por mostrar gráficamente al padre el resultado. -
– No hay duda que fue un mensaje para MacMasters-.
– No, ninguna. Era todo un mensaje. La ubicación, el uso de esposas de la policía, el método, e incluso la longitud de tiempo que el asesino se tomó. Horas. -
– Él lo disfrutó-, comentó Eve. -disfrutó en extenderlo.-
– Sin lugar a dudas. Pero más, es una forma de alardear. Un gesto en su cara. Hice esto a lo que amabas, en tu propia casa, y me tomé mi tiempo. -
– La hizo sufrir, quería que MacMasters supiera que había sufrido, que había tenido el poder total sobre ella.-
– Las violaciones son otra forma de poder, y de mensaje. La violé, la lastimé, la humillé, la aterroricé, tomé su inocencia antes de quitarle la vida. -Mira se movió, mirando hacia Eve. -Y así lo hizo, en primer lugar con encanto y deslumbrándola, haciéndola sentir algo por él, creer que él sentía algo por ella.-
– Le hizo más daño de esa manera.- Eve estudió a los alumnos caminar o correr por el campo. -Le hizo más daño cuando ella entendió que él no sentía nada.-
– Se suma a ello, a ese poder. La engañó primero, desarrolló una relación con ella que tomó tiempo y esfuerzo -y otra vez se tomó su tiempo. Gozó con la planificación, el engaño, su enredo romántico con él tanto como con la muerte misma-.
– Es joven. Si pasó de diecinueve años, no puede haber pasado los treinta años. -Ella miraba a la gente que camina por allí, calculando su edad por la apariencia, tono de piel, movimiento, gestos, vestuario. -Y yo diría que más joven. Mediados de los veinte. Pero él es organizado, controlado y centrado. Él no tiene una mente joven, no cede a los impulsos -o ciertamente, no con esto. El acechó, estudió e investigó a su objetivo. Sabía exactamente cómo acercarse a ella. -
– Tendencias sociopáticas, con un propósito-, confirmó Mira. -Es una combinación peligrosa. Aunque el video no fue un impulso, fue indulgente. Necesitaba que MacMasters entendiera: Esto es tu culpa. Incluso la crueldad, la violación, el asesinato no era suficiente, a menos que MacMasters comprendiera que era el culpable de ello. No quería que el padre acabara sólo destrozado, quería que entendiera que esto era el resultado de un acto previo o un delito. -
– Vamos a través de sus casos. Tengo un par de líneas a tirar. -
– Va a estar enterrado allí.- Mira negó con la cabeza. -Nada y nadie obvio. Aunque es difícil creer que este sea su primer asesinato, puede ser. Fue un fin, por lo que puede muy bien haberlo impulsado desde hace algún tiempo. En todas las pruebas que has reunido me indicas que él sabe cómo adaptarse, mezclarse, comportarse del modo en que una sociedad considera normal o aceptable-.
– Ha pasado el tiempo en este campus, y tiene competencias electrónicas.-
– Él tiene educación. Su víctima fue una estudiante brillante, y ella esperaba que él tuviera educación ya que se hizo pasar por un estudiante universitario. Él haría lo que se espera, por lo tanto, aclimatarse. Él tiene un trabajo o una fuente de ingresos. Pero yo creo que él trata con personas. Tendría que hacerlo, para observarlos, para ejercer su oficio de ser lo que se espera. Es probable que viva solo y es considerado por sus vecinos, sus compañeros de trabajo, como un joven agradable. Amable, servicial. Detesta la autoridad, pero tiene cuidado de no demostrarlo. Hace lo que se le dice, y si es necesario, encuentra una manera de devolver cualquier ofensa o delito.
– La policía es el enemigo,- continuó Mira, -pero es poco probable que vaya a tener una hoja. Cosas de menor importancia, tal vez, antes de que él hubiera desarrollado plenamente el control y la concentración. Más que eso, este policía es el enemigo, alguien a ser aplastado. Pero no directamente. Él entiende que es más doloroso tomar a un ser querido. -
– Al igual que MacMasters le quitó uno suyo-.
– Creo que sí. Sí, eso sería mi conclusión. Si se tratara de MacMasters y él, el castigo habría sido más directo. Pero este castigo -es tu culpa- indica un tipo específico de pago. Usted tomó algo mío, yo tomo algo tuyo. -
Pero, ¿quién? Eve se preguntó, frustrada. ¿O qué? -MacMasters estuvo en un escritorio durante mucho tiempo. Él no trabaja en las calles. Él tiene un representante para cerrar los casos, o para supervisar a los policías que lo hacen. Pero es metódico, no llamativo. Es una flecha recta, y él no tiene ningún tipo de terminaciones. Nunca ha bajado a un sospechoso en el trabajo. -
– Hay otras formas de llevar a un ser querido, además de la muerte.-
– Sí, y he pensado en eso. Pero, la violación y la muerte, pasar por todo eso dirigido a él, porque un policía tuvo una parte en enviar a tu hermano, tu padre, lo que sea, a una jaula. Es ojo por ojo. Muerte por muerte. Su propósito, como usted ha dicho. -
– Me inclino a estar de acuerdo, pero la gente muere en la cárcel, son asesinados o se auto terminan. O salen y hacen lo mismo. Los testigos son asesinados para evitar que declaren, y es trabajo de la policía convencerlos de declarar. Las víctimas no reciben siempre justicia. -
– Sí, estuve allí, también. ¿Cómo encontramos a un ser querido de este bastardo, que murió, -murió, fue asesinado, – en los archivos de casos de un policía con más de veinte años en el trabajo? -
– Él va a creer o haberse convencido de que esta persona era o es inocente. Como Deena era inocente. Tú podrías considerar la posibilidad de que esta conexión con el asesino fue víctima de abuso, herido, violado, asesinado dentro o fuera de la cárcel. O uno que se auto-terminó después de la liberación, o después de un ataque. Yo empezaría buscando a alguien que fue estrangulado o ahogado. El método fue otro mensaje. Pudo haberla golpeado hasta la muerte, utilizado un cuchillo, dado una sobredosis. Hay varias maneras de matar a una niña indefensa. Él eligió el método-.
– Así es, eso es exactamente, correcto.- Eve achicó sus ojos mientras lo daba vuelta. -Cada detalle fue planeado. Por supuesto que el método estaba previsto. No sólo porque quería verla cuando la mataba, no sólo porque quería usar sus manos. Porque tenía que hacerlo, para hacer su punto. Es un buen ángulo. Podemos reducirlo con ello, impulsar en eso. -
Ella lo pensó. -Van a tener el memorial de Deena el jueves.-
– No puede haber nada más doloroso. ¿Cómo lo lleva MacMasters? -
– Apenas. Él está listo para asumir la culpa, aun sin saber acerca del video. El asesino perdió su tiempo allí. Me preguntó cómo iba a soportarlo, y yo no tenía una respuesta. No sé lo que es tener un hijo, pero sé que cuando la víctima es un niño es más difícil. Todos sentimos eso. No sé cómo alguien se encuentra cuando es su hijo. -
– La mayoría se basan en el orden natural. Hijos entierran a sus padres, no al revés. Aquellos de nosotros que sí conocemos el asesinato, incluso la muerte, sabemos que no hay respeto por el orden natural. Se trata de una carga para MacMasters y su esposa que nunca podrán olvidar. Con el tiempo, van a vivir, trabajar, jugar, hacer el amor, reírse, pero nunca podrán poner esto abajo.-
– Sí-. Pensó en lo que Summerset le había dicho. -Eso es lo que oigo. En cualquier caso, el memorial. Creo que va a encontrar una manera de estar allí. Creo que tendrá que ver los resultados de su trabajo. Tendrá que ver a MacMasters llorar y sufrir. Tiene que estar absolutamente seguro, de que hizo el trabajo. Sin embargo es centrado, es todavía joven. ¿Cuál es el punto de atornillar a alguien si no el verlo retorcerse? -
– Estoy de acuerdo. Hay una probabilidad muy alta de que encontrará una manera de asistir, o al menos encontrará una manera de observar a MacMasters. La niña era el arma. MacMasters era el objetivo. -
– Eso es lo que pienso. Gracias por venir. -
– Lo que lamento es no se puedo encontrar una excusa para trabajar aquí, el resto del día. Es un campus hermoso. He dado algunas conferencias aquí, y asistí a un par de actuaciones, pero…
– Espera. Conferencias. ¿En un lugar como un teatro? -
– Sí, tienen un teatro excelente.-
– ¿Y el público puede asistir a estas cosas?-
– Por supuesto. Ellos-
– Espere.- Ella hizo un chasquido, y dio un tirón a su -enlace. -Dra..Lapkoff-.
– Eso fue muy rápido.-
– Necesito una lista de cada actuación, concierto, conferencia, video, en vivo, u holográfica, abierta al público desde abril hasta el pasado sábado. Envíelo a este contacto. -Ella leyó los datos de su unidad en la Central.
– Lo voy a arreglar.-
– Gracias.-
– ¿Conoces a Peach?-, Le preguntó Mira cuando Eve apagó y marcó el otro código.
– ¿Eh? Bueno, más o menos. ¿La conoce? -
– Sí. Dennis y yo somos patrocinadores de la universidad. Él enseñó aquí por años. -
– ¿Él, de verdad? ¿El Sr. Mira enseñó aquí? -
– Tú sabías que él era profesor.-
Eve pensó en Dennis Mira y sus cómodas chaquetas de punto, sus ojos bondadosos, su encantadora actitud vaga.-Sí, creo que nunca…-
– Él sigue dando cursos de vez en cuando y conferencias a menudo. Somos amigos de Peach y su familia. -
– Un mundo pequeño. Jamie. -Ella se volvió de nuevo al enlace. -¿Has ido a alguno de los conciertos, obras de teatro, conferencias, cualquier cosa, en la Universidad de Columbia desde abril?-
– ¿Qué?- Él tenía la apariencia de un e-geek, los profundos ojos vidriosos. -Sí, fui a una conferencia sobre delitos electrónicos.-
– No, no es eso. Algo a lo que Deena habría ido. -
– ¿Quieres decir como el canto, el baile y esa mierda?- Él le dio una mirada que sólo podía venir de la juventud y el dolor. -¿Por qué lo haría?-
– Lo que yo pensaba.- Ella lo interrumpió, llamó a Peabody. -Quiero que te vayas a la escena, busques cualquier cartel, afiche, souvenirs, cualquier cosa perteneciente a un concierto, representación, conferencia de Columbia desde el momento de la reunión hasta el día del asesinato. Tráelo a la Central. Trae cualquiera de ellos desde cualquier lugar durante el mismo período de tiempo. -
– Se puede hacer. ¿Los zapatos? Pensé en lo que dijiste. Upper East no era su lugar. Probablemente el área de Deena tampoco si él no quería ningún tipo de posibilidad de que lo vieran. Así que me estoy centrando en los vendedores del centro. Sólo una corazonada-.
– No está mal. Vamos a trabajar esto primero. Consigue las cosas, ve a casa. Estaré allí dentro de una hora.-
Eve apagó el vínculo, se levantó. -Gracias. Buen ángulo. Tengo que volver-.
– Si estás por regresar a la Central, tal vez podría ir contigo.-
– Tengo que ir a ver a un chico sobre su hermano muerto.-
Mira recogió su bolso rosa grande. -Eso será muy interesante. ¿Puedo? -
– Supongo. Es un potencial. No en lo alto de la lista, pero… Bueno, si nos da algún problema, puedes golpearlo con la bolsa y hacerle algo de daño. -
Mira pasó una mano amorosa sobre el cuero en color pastel.-Todos tenemos nuestras armas.-
Cuando llegaron a su vehículo, Eve hizo una corrida de Risso Banks, obtuvo su casa y las direcciones de trabajo.
– Hombre, de veinticuatro años. Ha mantenido su nariz limpia desde el colapso de la detención y la desafortunada muerte de su hermano, y tiene un empleo remunerado. Encaja en el perfil. Soltero, sin historia de COHAB. Parece que se adapta, pero no es así. Su hermano cayó -, literalmente, por en cuatro historias de splat. MacMasters era el jefe, pero no el principal, y fue un fracaso compartido con la unidad de victimas especiales-. Cecil, el hermano, trabajaba con ilegales y el comercio de pedofilia-.
– Un encanto.-
– Al parecer. No fue violado, pateado, ahogado o estrangulado. Se tiró de cabeza de una ventana tratando de evitar el arresto. Aún así, no lejos del camino. -
– Mucho de ello es eliminado, ¿no? Trabajo de campo, el trabajo de enlace, los detalles. -Obviamente, el contenido, Mira se recostó. -¡Qué interesante vehículo. Se ve tan ordinario desde el exterior, pero tiene más hardware que el interior de mi oficina. Y es muy cómodo, -suave, también -, añadió mientras Eve tejía a través del tráfico.
– Se mueve como un turbo, y en las verticales, como un avión-helicóptero. Blindado y a prueba de explosión. Fue… una especie de favor -un regalo de Roarke. -
– Con un regalo así no tendrías que llamar continuamente a la cabeza de requisiciones. Me enteré del accidente pasado. -
Antes de poder detenerse, Eve se encogió de hombros. -No fue mi culpa.-
– No, pero… él te pidió un favor, así serías capaz de aceptarlo, y él podría sentir que estás tan segura cómo es posible-.
– Supongo que por eso todas las ventanas, tienen las iniciales de mi nombre.-
– Eso, y me gusta pensar que conoces Roarke bastante bien. Es un excelente favor-regalo. Dime, ya que tenemos un poco de tiempo, ¿está todo el mundo listo para la boda? Estamos deseando que llegue. -
– Supongo, probablemente.- La palabra boda tenía un pequeño rescoldo de culpa y el malestar le quemaba en los intestinos a Eve. -Se supone que debo llamar a Louise -la gente me dice eso-, y ofrecerme a hacer las cosas de la madrina de honor. No sé qué es eso. Hicimos la fiesta, y el vestido que tengo que usar fue entregado hoy. ¿Qué más hay? -
– ¿Es una pregunta retórica?-
– Mierda-.
– Yo te aconsejaría que llames a Louise cuando tengas unos momentos libres, y le preguntes si necesita algo. Es muy probable que no necesite nada más que hablar o ventilarlo un poco. Ella es una persona eficiente que sabe lo que quiere y que ciertamente lo dispone. Pero hay siempre pequeños problemas y dolores de cabeza de último minuto. Todo lo que necesitas hacer es escuchar.-
Eve coló su mirada, llena de esperanza cautelosa, hacia Mira. -¿En serio?-
– Daría un ochenta y ocho punto tres de probabilidad.-
Eva lo aceptó, aliviada. -Eso es decente.-
– Pasé por su nuevo hogar la semana pasada, para echar un vistazo a la oficina de Charles. Él está nervioso y excitado, y ha establecido una oficina muy bien allí. Por supuesto, hice un recorrido por toda la casa. Está quedando muy bien, creo. Urbana, clásica, ecléctica, -muy de ellos. Van a hacer una buena vida allí-.
– Es bueno. Son buenos. Está todo bien. Sólo quiero que pase ya de la boda.-
– No me digas que estás nerviosa.-
– No. Bueno, sí. -Nerviosa por estar nerviosa Eve se movió en su asiento. -¿Qué pasa si el caso se pone caliente, o yo estoy a punto de cerrarlo, o cualquier mierda en el trabajo baja ese día? ¿Qué hago? Con Roarke, no tiene que preocuparse. Él va. Si tiene que cancelar algo o llegar tarde, lo que sea, lo consigue. Él es extremadamente frío en ese aspecto. Yo todavía me siento culpable a veces. Pero esto es otra cosa. Es el día más importante para Louise. Yo no quiero meter la pata-.
– Tú sólo haces lo que puedes hacer, Eve. Louise entiende las situaciones de emergencia, las prioridades, las exigencias de la vocación. Es un médico. -
Eve frunció el ceño durante un momento. -Eso es correcto. Es un médico. Si ella tiene las manos en la cavidad del cuerpo de alguien, no las va a sacar y se van a poner un vestido de fantasía. Ella acabaría primero. -
– Eso espero-.
– Está bien. Eso está mejor. Está bien. -
– ¿Qué llevaras puesto?-
– Una cosa amarilla-.
Mira sonrió. -Mira hacia delante, no me mires y dime lo que estoy usando.-
– ¿Lo ha olvidado?-
– Compláceme-.
– Un traje, la falda hasta la rodilla, chaqueta de tres botones, -de color blanquecino. Tipo de vainilla. Botones plateados, cuadrados, encaje en la parte superior. Zapatos, rosa claro, recortado en los dedos, tacones de aguja. Pendientes multicolores de piedras, de estilo colgante, de plata, y una cadena en el cuello de plata de tres hileras con algunas piedras pequeñas fijadas en varios puntos. Un enorme bolso de color rosa, y unas gafas con el marco del mismo color rosa, un poco mas claro – los cuales coinciden con la pintura de uñas de los pies. Anillo de boda, unidad de muñeca de plata de lujo con pulsera de brillantes.
– ¿Cómo recuerdas ponerte todo eso,- le preguntó Eve, -las cosas brillantes?-
– Se llama vanidad,- le dijo Mira. -Me gusta la mía. Y es tan interesante que sólo puedas recordar tu vestido para la boda como una cosa amarilla, y que puedas describir lo que llevo hasta el alto de mis tacones. Que, sí, son miserablemente incómodos, pero elegantes. -
Mira volvió los tobillos para admirarlos. -Y ahora que he visto de primera mano tu armario, no sé cómo te resistes a engalanarte con todos esos vestidos hermosos todos los días.
– Tal vez yo soy como el vehículo-, decidió Eve. -Me mantengo normal por fuera, así nadie nota todo el hardware de dentro.-
– Muy bien-. Rió Mira. -Muy bien-.
– Es lo que él hace,- Eve murmuró.
– Y volvemos en círculos hacia atrás.-
– Se mantiene normal, todos los días, discreto en el exterior. Nadie ve lo que hay dentro. Nadie ve a un monstruo. Cuando va a obtener algo o comprar zapatos, nadie se da cuenta de él. O, si se quiere, ven un buen chico, un chico joven y guapo. No es espectacular, porque lo recordarían. Sólo bien parecido, educado, apenas sacude el aire. Tenemos dos testigos que lo vieron con Deena, y eso es todo lo que me dieron, casi todo. Haremos lo mejor porque Yancy va a cavar en los detalles, pero ellos no pensaban en él, no le echaron un vistazo especialmente. No lo habrían notado en lo absoluto, lo más probable, salvo porque él estaba con ella. La conocían a ella, por lo que se fijaron en él. -
Ella consiguió un segundo puesto a nivel a media cuadra de la dirección del trabajo de Risso, y luego miró a los tacones de Mira. -Es una caminata corta. ¿Puedes manejar eso? -
– Soy una profesional.-
A mitad de camino, Eve maldijo, suspiró, y luego saltó por encima de la barrera de la acera. -Vuelvo enseguida -dijo – cuando Mira la miró boquiabierta.
Ella había visto el comienzo, y realmente la marca se lo merecía. Caminando a lo largo, embobado en las tiendas con su bolsillo trasero abultado. ¿O lo había estado hasta que el ladrón arrancó la cartera con el golpe clásico.
El ladrón siguió adelante, sin prisas, con la cartera ya en el interior del bolsillo delantero derecho de su pantalón, bajo su sudadera holgada.
Eva corrió una cuadra para cerrar la distancia, y luego empezó a andar a un ritmo rápido de Nueva York. Ella golpeó al ladrón en el hombro. -Perdón, ¿me puedes ayudar?-
Él le dio una mirada inocente de ojos redondos, otro chico de la calle. -¿Con qué?-
– Bueno, yo tengo otras cosas que hacer, realmente estoy presionada por el tiempo, así que tú podrías ayudarme y darme la cartera que acabas de levantar. Esa de aquí. -Ella golpeó la mano en el bolsillo. -Ah, y cualquier otra propiedad que hayas levantado hoy, también. A continuación, los dos podemos seguir con nuestro negocio. -
– No sé de qué estás hablando. Se enojó él. -Lo sintió preparase para correr, y agarró el hombro.
– Podrías realmente hacer esto rápido y sencillo para los dos. No quiero tomar el tiempo para -Hey! -
Él se agachó, giró, se retorció como una serpiente que se desprende la piel y la dejó sosteniendo una sudadera con capucha vacía.
Tenía un torso desnudo sobre las piernas en cuclillas. En realidad ni siquiera era un desafío. A pesar de que tuvo que esquivar a los peatones cuando el ladrón satisfecho la evadió, rompió a través de ellos, y lo atrapó antes de llegar a la esquina.
– Ayuda, ayuda!- Él ladró cuando ella lo empujó de cara contra el primer edificio más cercano. -¡Policía!-
– Vamos, imbécil, tú sabes que yo soy la policía.- Ella le esposó las manos a la espalda, rodillas y piernas abiertas para ponerlo extendido. -Si haces que te persiga otra vez, te vas a comer la acera.-
Ella le dio una palmada hacia abajo, no encontró armas pero seis carteras.
– ¿Alguna de estas es tuya, cabrón?-
– Encontré esas.- Punzantes ojos sustituyeron los ojos muy abiertos. -Yo iba a encontrar a un policía y entregarlas, lo juro por Dios-.
– Uh-huh. Vi ésta en el bolsillo trasero de ese tipo. Estoy seguro de que va a estar muy agradecido. -
– Llamé a los uniformados.- Mira, se apresuró con sus altos tacones.
– Bueno, no me salvé.- Ella golpeó al ladrón en la parte posterior de la cabeza.-¿Ves? ¿Ves? Simplemente no me pudiste ayudar. Ahora los dos tenemos que pasar por el acuerdo. Usted! -Dijo, y señaló a la marca que en la actualidad era uno de los muchos que estaban mirando la escena.
– ¿Yo? ¿Yo? Yo no hice nada. -
– ¿Tienes ID?
– Sí. Claro. Tengo… -Llegó a su bolsillo trasero. -Mi cartera! Mi cartera no está!-
– ¿No es una coincidencia? Yo la tengo aquí mismo. -Manteniendo un codo en la parte baja de la espalda del ladrón, cogió la cartera. -Es como magia, ¿no? Para obtenerla de nuevo tendrá que esperar aquí a los oficiales uniformados y presentar un informe con ellos. -
– Yo estaba teniendo un buen día-, murmuró el ladrón. -Un día muy bueno.-
– Pues ahora la has cagao.- Levantó su placa a los dos uniformados que venían en camino.
Tomó un tiempo que no quería gastar, pero al final, supuso, se hizo justicia.
– Estoy como al principio -, dijo Mira. -En un momento estabas ahí, al siguiente estabas saltando por encima de la barandilla y corriendo.-
– Sin embargo, es otra razón para no usar trapos de lujo y rompedores de tobillo.-
– Ahí tienes razón.-
Retrocedieron hacia la tienda donde trabajaba Risso.
Una gran cantidad de aparatos, notó, todos bajo el lema: ¡20% de descuento! ¡Sólo por esta semana! que probablemente habían estado puestos durante años.
Ubicó a Risso Banks de su identificación, y vio que él la reconocía como policía. Él se acercó, con un palo de madera roja enorme en el hombro.
– Le vi pillar al ladrón. Él no tenía ninguna velocidad. -
– Tenía seis carteras que no eran suyas.-
– La delincuencia está en todas partes.-
Él era un tipo bien parecido, -un poco en el lado socarrón- con un corte de pelo corto tipo centurión que parecía reciente. Pelo oscuro, ojos marrones taciturnos. La altura y constitución adecuada, pero ella no consiguió un zumbido de él.
– ¿Quieres hablar aquí, Risso, o en algún lugar más privado?-
– Si tienes algo que decir, dilo. El jefe sabe que tuve algunos problemas hace un tiempo. No he tenido ninguno desde entonces. Él lo sabe también. Cumplí las condiciones de mi contrato. -
– Tu hermano tuvo un trato más duro.-
Se encogió de hombros, y luego sacudió la cabeza hacia la parte trasera de la tienda. -Me equivoqué. Me dio ilegales antes de que yo tuviera diez años, me enganchó. Trabajé para él, seguro. ¿Qué más había? Y cuando se vino abajo, corrió, y él me dejó con la policía. Corrió, tratando de salvar su propio culo, y no hizo nada para ayudarme. Así que consiguió lo que se merecía, por lo que yo puedo ver. Y no voy a derramar lágrimas por él. Estoy rehabilitado, tengo trabajo. Si los policías quieren venir a echarme un ojo, muy bien. Yo estoy limpio. -
– Si me das la respuesta correcta a una pregunta, salgo. No hay daño, no hay castigo. -
– Depende de la pregunta.-
– Usted tiene buena actitud, Risso. Tengo que admirar eso. Sábado a las 18:00 a domingo a las 03:00. -
– Cerramos a las 18:00 el sábado. El jefe y yo cerramos aproximadamente, un cuarto de hora después. Usted puede preguntarle. -
¿Y después? -
Él se encogió de hombros, lo que ella interpretó como molestia en vez de nervios. -Fui a casa, limpié un poco. A las 20:00, el jefe, yo y otros tres chicos jugamos a las cartas como lo hacemos la noche del sábado, una vez al mes. El juego fue en mi casa esta vez. -Sonrió, con ese atisbo de sonrisa. -Un juego amistoso.-
– No estoy preocupada por las apuestas. ¿Es tu jefe? -Ella hizo un gesto hacia el hombre barrigón tratando de vender a un cliente una nueva PPC.
– Sí. Y el tipo de atrás, Carmine, estuvo en el juego. -
– Espera un minuto.-
Ella se acercó al barrigón, levantó su placa. -Una rápida. ¿Quién cerró con usted la noche del sábado, y en qué momento? -
– Risso, él está allí. Lo cerramos aproximadamente a las 18:00s. -
– ¿Cuándo lo vio luego?-
– En su lugar, un par de horas más tarde. Teníamos un juego de cartas. ¿Hay algún problema? -
– No, no hay problema. Gracias. -
– Es un buen chico-, dijo el hombre cuando Eve comenzó a alejarse. -Él viene a tiempo, hace el trabajo, y no se queja. Le di un aumento la semana pasada, se lo merece. -
Eva asintió con la cabeza. -No está en ningún problema.-
Ella regresó a Risso, le entregó su tarjeta. -Si los policías vienen a darle una ojeada, hágamelo saber.-
Miró a la tarjeta. -¿Por qué?-
– Porque yo hice una pregunta y usted me dio la respuesta correcta. Porque usted no es su hermano. -
Eve salió mientras continuaba mirando a la tarjeta.
– Eso estuvo bien hecho,- le dijo Mira.
– Eliminación. Cruzando las líneas. -
– Eso no es lo que quise decir.-
Eve se encogió de hombros y caminó con Mira de nuevo al coche.