ANTHONY HAMPTON USABA ROPA DE OFICINA CASUAL, una remera ajustada, y zapatillas de buena calidad. Saludó a Eve y Peabody con una sonrisa rápida, y una mirada agobiada en los ojos verdes que destacaban contra la piel de color café.
– Damas. ¿Qué puedo hacer por ustedes hoy? -
– ¿Anthony Hampton?-
– Sí, ese soy yo.-
– Soy el teniente Dallas, NYPSD, con mi compañera, la detective Peabody.
– ¿Policías?- Su sonrisa se apagó mientras estudiaba las insignias. -Es la primera vez. ¿Hay algún problema en el edificio? -
– No, señor. Nos gustaría entrar-
– Bueno, sí, pero…- Él miró detrás de él. -Estamos en medio del caos por aquí. Me voy a casar el sábado. -
Eve sintió el apretón en su intestino, pero entró. Lo duro, se dio cuenta, acaba de convertirse en brutal. Y lo brutal siempre debe hacerse rápidamente. -Sr. Hampton, lamento informarle de que su COHAB, Karlene Robins, está muerta. -
– ¿Qué? Jesús, eso no es gracioso. Si esto es una broma enferma de Chad…
– Sr. Hampton, el cuerpo de la Srta. Robins fue encontrado esta mañana. Ella ha sido oficialmente identificada. Siento mucho su pérdida. -
– Vamos, vamos, eso es una maldita mierda. -La ira lo golpeaba mientras él agarraba el brazo de Eve, la empujaba hacia la puerta. -¡Fuera de aquí-.
– Sr. Hampton. -Eve se soltó del agarre, empujó al hombre una silla. -Karlene fue asesinada en un loft en el Soho, donde creemos que ella llevó a un cliente para una demostración. ¿Llevó a un cliente ayer para una demostración? -
– Eso es lo que hace. Eso es lo que está haciendo ahora mismo. -Sacó su vínculo del bolsillo-. -Ahora mismo-. Pulsó una sola tecla. Y empujó su cabello cuando una voz musical le informó que Karlene no estaba disponible. -Karlene, tengo que hablar contigo. Maldita sea, Karlene, ahora. Hagas lo que hagas, tengo que hablar contigo ahora. -
– Anthony-. Peabody se agachó, puso una mano sobre la suya. -Lo sentimos mucho.-
– Ella me llamará. Lo hará. -Su respiración empezó a levantarse y engancharse. -Solo está ocupada. Es una semana de locura. -
– ¿Cuándo fue la última vez que habló con ella?-
– Yo… Ayer, cuando salió para el trabajo. Pero, me mandó un mensaje de texto un par de veces. -
– ¿Ella vive aquí, pero no regresó a casa anoche?-
– Tenía un trabajo, un cliente atrapado. Y luego ella iba a ver a la Consejera para hacer algunas cosas de la boda. Ella se quedó con la conejera anoche. La consejera. Voy a ponerme en contacto con la consejera, y después… -
Eve le permitió hacerlo, llamar al amigo, le escuchó decirle que no había visto ni oído de Karlene. Vio cómo la ira y la incredulidad se transformaban en un dolor horrible.
– Ella- ella está en el trabajo. Ella está en el trabajo. Puedo contactar con su jefe, y la pondrá, ella…
– Anthony-. Peabody repitió su nombre, de la misma manera suave.
Sus ojos cambiaron, llenos de dolor desesperado. -Pero ella no puede estar muerta. Eso no puede ser verdad. -
– ¿Cuándo le envió el texto?-
– No recuerdo exactamente. Aquí. -Él empujó el enlace hacia Peabody. -Está registrado. Está justo ahí. -
Cuando Peabody tomó el enlace, se apartó para verificar su registro, Eve sacó una silla para enfrentarse a él, se sentó. -Sr. Hampton, míreme ahora. La Detective Peabody y yo necesitamos su ayuda. Karlene necesita que nos ayude a encontrar quien le hizo daño. -
– ¿Cómo murió? ¿Cómo?-
– Creemos que aquel que llevó a la vivienda la mató. ¿Sabe usted quién era el cliente? -
– Eso no puede ser. Todo esto es… no es real. -
– ¿Quién era el cliente?-Repitió Eve.
– Era un tipo rico. Un aspirante a artista de una familia rica. Un chico joven.-
– ¿Usted lo conoció?-
– No. Pero…
– ¿Sabe usted su nombre?-
– Probablemente me lo dijo. No lo sé. -
– Tendría un libro notas aquí, un libro de citas.-
– Ella tiene uno aquí, uno en su bolso, uno en el trabajo. En la oficina. -Él miró fijo la cara de Eve, intensamente, como si tuviera que centrarse en ella para formar cada palabra. -Compartimos la oficina aquí. Yo trabajo en casa. Yo trabajo en casa, y a veces ella lo hace. Nos íbamos a casar el sábado. -
– ¿Podemos obtener su libro, tomar su libro?-
– No me importa.-
Eva señaló Peabody. -¿Sabe usted cómo este hombre, el que estaba con ella ayer se convirtió en su cliente?-
– No estoy seguro. Ella ha estado buscando el lugar adecuado para él por un par de semanas. Un pez gordo. Ella dijo que era un pez gordo. El loft del Soho. Que acaba de aparecer de nuevo. Ella estaba tan emocionada. Era la propiedad correcta para él, dijo. Exactamente lo que quería, y la comisión sería extrema. Tenía que actuar con rapidez. -¿Dónde está Karlene?-
– Vamos a cuidar de ella ahora.-
Poco a poco, él negó con la cabeza de lado a lado. -No le gusta ser atendida. Ella cuida de sí misma. ¿Están seguras? ¿Están seguras? -
– Sí-.
Hundió la cara entre las manos, comenzó a sacudirse, comenzó a llorar. Eve se levantó, se movió en silencio lejos de donde Peabody esperada.
– Un texto llegó a su vinculo a las 14:10, y otro a las 18:03-.
– Ella estaba atada y violada en el momento en que el primero salió, muerta antes del segunda.-
– Dijo que iba con una amiga, iba a pasar la noche y quedarse, iba camino de Hampton. El libro incluye un memorando cita con un DP para ayer a las 9:30 de la mañana, en la dirección de SoHo. He seguido mirando y hay un par más. Y uno, con la misma inicial, estableciendo una cita con Drew Pittering-.
Eve se volvió a Anthony para pedirle permiso para buscar a través de las cosas Karlene, y para tener tanto su vínculo como el libro de notas.
– ¿A quién podemos llamar para usted, Anthony?-, Preguntó Peabody cuando habían hecho todo lo posible. -Déjeme llamar a alguien para ti.-
– Mi… mi familia. Están en la ciudad para la boda. Están aquí, en el hotel. Están aquí para la boda. -
Cuando se dirigían afuera, Peabody presionó las palmas de sus manos a los ojos. -Sé que nunca es fácil, y la notificación no llega a ser rutinaria. ¿Pero eso? Fue una de los peores. Todas las cosas de la boda en el suelo. Me mató. -
Eve lo hizo a un lado, con saña, como lo hacía en el interior del apartamento. -Hampton no reconoció el boceto. Pero Darrin no la habría acosado aquí. Su Cohab trabaja en casa. Hace que sea muy difícil tomarla allí. Pero su línea de trabajo, hace que sea fácil llevarla en un espacio cerrado, vacío. Se presenta como un hombre rico, joven, atractivo -y apuesto a que fue encantador allí. Ella lo habría comprobado, eso es rutina. Comprueba su identificación, pero él se habría cubierto. -
– Corrí con el nombre junto con la imagen, y su edad y no tengo nada.-
– Él ya lo habrá borrado. Pero ella le habría comprobado. Tal vez hay algo en su computadora aquí o en el trabajo. No va a tener su dirección real, pero es otro alfiler en el mapa-.
– Tú estás cerca de la rueda de prensa.-
– Los medios de mierda.- Eve se agarró el cabello. -Necesito que vayas por su oficina, consigue todo lo que puedas.-
– ¿Qué pasa con la notificación a sus padres? ¡Oh, Jesús, Dallas, no me hagas hacer esto sola. -
– Lleva a un consejero de pena contigo. Y recibe a los padres en la Central. Quiero hablar con la madre.- Consideró el hecho de que Peabody tendría que ir a Brooklyn y volver. -Toma el vehículo. Voy a ir en metro a la Central. -
– Está bien. Dallas, no podríamos haber evitado esto. No podíamos-, insistió Peabody. -No teníamos nada para conectar a Karlene con Deena. Nada. -
– Se eso. Él contaba con eso. Tal vez él todavía está contando con que nosotros no podemos realizar la conexión entre ellas dos todavía. Es un gran salto sin trampolín. Voy a darle más razones para contar con eso. -
En su camino al metro, Eve llamó a Nadine. A veces los medios de comunicación tenían sus usos.
Como de costumbre, el enlace con los medios trató de preparar a Eve, y como de costumbre, Eve lo amenazó con daño corporal.
Entró en la sala de prensa en la Central, y tomó su posición entre el Comandante Whitney y el capitán MacMasters. El enlace dio un paso adelante para describir el procedimiento, las normas, a continuación, pidió al capitán que diera su declaración.
Con su traje azul de gala, MacMasters subió al podio. Se paró como un policía, mirando directamente, a los ojos.
Pero había envejecido, pensó Eve. Años en cuestión de días. Había pasado de ser flaco a desgarbado, de firme a frágil.
– Temprano en la mañana del domingo mi hija Deena fue asesinada brutalmente en su propia casa. En su propia habitación. En su propia cama. Ella tenía dieciséis años, una hermosa y encantadora joven que nunca en su corta vida había causado un daño. Ella era nuestra única hija. Ella amaba la música y las compras y pasar tiempo con sus amigos. Deena era una adolescente normal, con sueños y esperanzas -como los sueños y esperanzas que a menudo tienen los jóvenes -de cambiar el mundo. -
Su sonrisa era desgarradora.
– Ella era un poco tímida, y todavía una apasionada en su deseo de ayudar a los demás. Los familiares y amigos que han venido o llamado para consolar a mi esposa y a mí, hablan primero, casi siempre, de la naturaleza dulce de Deena. Es un testimonio de ella.
– He sido un agente de policía la mitad de mi vida. Creo que la policía llevará al asesino de Deena a la justicia. Les pido, como un oficial de policía que ha jurado servir y proteger, y como un padre que no pudo proteger a su única hija, que contacten con el NYPSD si tienen alguna información sobre la persona que asesinó a Deena. -
Las preguntas surgieron, por supuesto, mientras se alejaba a pesar de las instrucciones del enlace. Eve no le hizo caso cuando subió al podio. Se paró en pie, en silencio, con ojos duros, hasta que se desvanecieron.
– Soy el teniente Dallas, y el investigador principal en el asesinato de Deena MacMasters. Un completo equipo de investigadores, de Homicidios, EDD, y servicios de apoyo, está trabajando en este caso. Estamos siguiendo todas las pistas, y seguiremos haciéndolo hasta que el individuo que asesinó a Deena MacMasters sea identificado, aprehendido, y pague. Creemos que Deena MacMasters conocía a su asesino. Creemos que lo recibió en la casa la noche del sábado, momento en el que su asesino la incapacitó con un fármaco añadido a su refresco. A continuación, la ató y violó en repetidas ocasiones durante un período de varias horas antes de estrangularla. El equipo de investigación trabajará con diligencia hasta ser capaces de exigir justicia para Deena MacMasters-.
Las preguntas llovieron otra vez.
– ¿Por qué cree que ella conocía a su asesino?-
– De las declaraciones dadas por su familia, sus vecinos y sus amigos, no creemos que Deena habría abierto la puerta a un extraño, sobre todo cuando estaba sola en la casa. La evidencia nos lleva a concluir que el ataque ocurrió dentro de la casa, y que Deena estaba inconsciente y no pudo defenderse o intentar defenderse antes de ser atada. -
– ¿Qué pruebas?-
– No voy a discutir las pruebas específicas sobre una investigación en curso.-
Ella continuó, respondiendo preguntas, rechazando otras, dando más vueltas.
– ¡Teniente! Nadine Furst de ¡Ahora! y el Canal setenta y cinco. ¿Cómo la violación y asesinato de Karlene Robins, cuyo cuerpo fue descubierto esta mañana en el SoHo, se relaciona con el de Deena MacMasters? -
Fue una bomba perfectamente sincronizada. Los reporteros se revolvieron, gritaron, comprobaron sus vínculos y PPCs.
– Yo estoy aquí para responder las preguntas relativas a la investigación del homicidio de Deena MacMasters-.
– Y me acaba de dar una.- Nadine se adelantó. -¿No es cierto que el cuerpo de otra víctima fue encontrado esta mañana? ¿Que ella también fue atada, violada, asesinada por estrangulación? -
La mirada de Eve podría haber traspasado a través del acero. -No hemos determinado si los dos casos están conectados.-
– Pero hay un paralelismo muy específico.-
– Y hay diferencias específicas.-
– ¿Qué diferencias?-
Eva permitió que el borde de su enfado saliera. -No puedo y no voy a discutir los detalles de cualquiera de estas investigaciones.-
– ¿Cree usted que estas dos mujeres fueron víctimas de un depredador sexual en serie?-
La bomba disparó la metralla por toda la habitación. Eva gritó sobre el caos. -No hemos sacado tal conclusión. No hemos sacado ninguna conclusión en este momento de que estos casos están relacionados. -
– Pero no se descarta la posibilidad de la serie. O de la imitación. -
– No voy a especular. No voy a alimentar – a ninguno de ustedes-con especulación o las conclusiones para que puedan subir sus índices. Dos mujeres – apenas de una edad suficiente para justificar el término- están muertas. Eso debería ser suficiente para volver a sus medios. -
Ella se alejó, con la furia en cada paso.
– Teniente!- la aguda orden de Whitney la detuvo. -Conmigo. Ahora. -
– Sí, señor.-
Ella lo siguió hasta la sala de prensa preparado, donde cerró la puerta.
– Bueno. Su rendimiento fue excepcional. Espero por Dios que genere unos resultados excepcionales. -
– No hubiéramos podido mantener una tapa sobre el homicidio de Robins por mucho tiempo. Sacarlo afuera, de esta manera, hace que parezca que nos cogieron desprevenidos, como si estuviéramos todavía una docena de pasos por detrás. Si él cree que estamos buscando un asesino en serie o un imitador, se sentirá satisfecho. Tenemos la oportunidad en el futuro memorial. Y es posible que podamos obtener una línea de él a través de las conexiones. Uno o más miembros de las familias conectadas pueden haber sido abordados por él de alguna manera. Si él piensa que todavía tiene espacio, puede intentarlo con el próximo en su lista, y pronto. -
– Que funcione. Informe a su equipo. Y considérese bien advertida por permitir que una fuga de esta naturaleza a un medio, pase. -
– Sí, señor.-
Ella se dirigió directamente a su oficina, poniendo lo que esperaba que fuera suficiente furia contenida en su rostro, a su paso, para evitar que cualquier policía pudiera acercarse a ella para ofrecerle apoyo, o para engatusarla por información.
Roarke se apartó del AutoChef cuando ella cerró la puerta de su oficina para acentuar el momento. Le tendió una taza de café.
– Pequeño botín,- dijo.
– ¿Huh?-
– Sólo una pequeña recompensa por tu parte en aquel oportuno duelo. Creo que se debe jugar muy bien, y se la jugaron a la mayoría. Por otro lado, yo te conozco, y a Nadine. No te habría emboscado de esa manera, y tú se lo habrías puesto más difícil si lo habría hecho. -
– Esperemos que en la audiencia no hubiera ningún familiar. No me gustó usar a Karlene Robins de esa manera. -
– Esto no disminuye la verdad, o lo que vas a hacer.-
– Pero es un día tarde para ella, y esto de ahora un infierno mucho más pequeño-.
Se podía pensar de otra manera, lo sabía. Hizo lo que debía. -Creía -como la vid trepa rápidamente-que ya estaban tomando medidas para informar y proteger a los relacionados con esta antigua detención de MacMasters cuando fueron llamados a la escena de este segundo asesinato-.
– Yo sabía que estaba conectado a MacMasters, a algo en el trabajo. Sabía que era personal, y creía que era un espejo de otro delito. Pero me tomó dos días encontrarlo. -
– Eve, no lo hagas. Los datos no estaban allí para ser encontrados. No apreció Schultz Irene en la búsqueda de víctimas de asesinato, violación. La naturaleza misma de quiénes son -eran- estas personas, hace que sea difícil y requiere mucho tiempo encontrarlas. Considera el hecho de que encontraste esa conexión, y eso salvará la vida de los otros objetivos. -
– Sé que no puedo salvarlos a todos. Ya lo sé. Pero cuando tienes que tragar con que las horas hubieran hecho la diferencia, eso no baja fácil. Ella se iba a casar el sábado. Robins. -
– Ah. Bueno. -Su instinto fue ponerle las manos sobre los hombros, atraerle contra sí.
– Estuve en el apartamento donde vivía con el hombre con el que se iba a casar en un par de días, y estuve viendo todo eso de la boda. Como en lo de Louise. Maldita sea, Roarke. -
No dijo nada. No había nada que decir.
– Sé que no puedo salvarlos a todos-, repitió. -Sé que no puedo atraparlos a todos, e incluso algunos que capturo se deslizan a través del sistema. Pero este no se va a ir. Enfermo, presumido hijo de perra. -
– Muy bien, entonces. ¿Qué será lo próximo? -
Ella se apartó. -Entrevistamos a todos los implicados en el asunto de Irene Schultz, para saber si está en contacto con la hija, hijo, hermana, hermano, madre, padre, primo segundo, de alguno de los que lo llevaron. Lo preparamos para el memorial de mañana. Trabajamos el caso. Empujamos con la electrónica. ¿Y por qué no te reuniste con tus amigos EDD? -
– Vamos a discutir eso, durante la informativa-.
– Entonces vamos a empezar.-
En la sala de conferencias, Eve hizo una breve reseña de la investigación en beneficio de los miembros que se había añadido al equipo. Ella siguió con un informe sobre los primeros pasos del caso Robins.
– Peabody-.
– Después de la notificación de Hampton, fui a la City Choice. Hablé con el supervisor de la víctima y dos de sus compañeros de trabajo. Ninguno de ellos pudo identificar al sospechoso por las fotos que tenemos. No es raro que un cliente no entre en las oficinas, y de hecho, es más habitual que el agente de bienes raíces se encuentre con él en la misma propiedad o en otro lugar. -
– Asequible para él.-
– Los tres individuos con los que hablé recordaron hablar a la víctima de un Drew Pittering, y uno, en concreto, recuerda a la víctima diciéndole que había conseguido un nuevo cliente, cuando la contactó. Su registro de la oficina tiene un contacto de Pittering el quince de mayo, con la nota de que estaba buscando específicamente un lugar en el Soho, y sus preferencias para el mismo. También muestra su encuentro en dos propiedades en ese sector, y que le proporcionó dos visitas virtuales a otros lugares. Por último, figura su cita con él en el loft del SoHo para las 9:30 de la mañana, ayer. -
– Reineke, Jenkinson, se pondrán en contacto con las otras propiedades, llamar a las puertas, mostrarán la foto. Peabody -, repitió.
– EDD tiene toda la electrónica de su casa y su lugar de trabajo, así como los de la escena del crimen. Con un consejero la pena se lo notifiqué a los padres de la víctima. -Dejó escapar un suspiro. -Um. Cuando se le preguntó, Jaynie Robins no recordó inmediatamente a Irene Schultz o el caso. Estuvo de acuerdo en venir a la Central hoy para hablar con el teniente, y declaró que vería a través de su archivo de notas de casos y otros archivos para tratar de volver a refrescarse la memoria. El hecho es que ella estaba muy triste, y no estoy segura de que ella recuerde los detalles sobre este caso antiguo. Los dejé con el consejero de la pena, y serán escoltados en breve. -
– Está bien. Buen trabajo. Feeney, ¿algún progreso? -
– Voy a pasar esto al civil.-
Cuando Eve miró hacia Roarke, Feeney negó con la cabeza. -Otro civil. Informa al teniente Jamie-.
– McNab y yo hemos estado poniendo algunas horas en esto, y de vuelta con Feeney y Roarke un par de horas más. Pero simplemente no podía imaginar alguna forma de acelerar el proceso de limpieza. No con la magnitud de la corrupción. Luego Roarke dijo algo acerca de tratar de dividir otro clon de la matriz en un segundo JPL y combinar texels con los píxeles dañados y remover el ppi a defuck la bitmapping-.
– ¿Has dicho defuck?- preguntó Eve. -¿Eso es un término técnico?-
– Ah, sólo expresaba una especie de procedimiento. Ves, para esta aplicación en particular, las regiones están formadas por supixels, y cuando se infectan las tríadas estándares-
– Paren la locura.- Ella resistió, apenas, apenas colocarse las manos sobre las orejas. -Se los ruego.-
– Bueno, es poco interesante si sabes cómo funciona y por qué. Cuando Roarke habló acerca de la clonación y la fusión, empecé a pensar que tal vez podríamos ir a, hacer una fusión y una rampa de entrada para contrarrestar, y a continuación, extrapolar, hacer el clon, y reiniciar el defuck desde ese punto. -
– Haces que me sienta orgulloso-, dijo Feeney cuando Eve se apretó los dedos a los ojos.
– ¿Alguien me puede dar el progreso?. En Inglés. -
– Una imagen vale más que mil palabras. Ponlo Jamie-ordenó Feeney.
– Entendido.- Utilizando un mando a distancia, Jamie hizo aparecer una imagen en la pantalla.
Eva se movió, dio un paso atrás. Allí, en la pantalla, Darrin Pauley era capturado a mitad del camino mientras subía las escaleras hasta la puerta de la víctima. Llevaba una gorra, que lo identificaba como de Columbia, los anteojos, y una sonrisa tímida. Deena, joven, bonita, radiante, estaba en la puerta abierta, con su mano extendida hacia él.
– Excelente-murmuró Eva.
– Sangrientamente brillante-, declaró Roarke.
– Yo no hubiera pensado en eso si tu no hubieras arrojado la pelota.- Jamie asintió con la cabeza hacia Roarke. -Y eres el único que realmente hizo la conversión y…
Roarke disparo con el dedo a Jamie. -Sangrientamente brillante.-
– Bien.- Aunque se encogió de hombros, el placer brilló en el rostro de Jamie. -Sí-.
– La fiscal tiene que meter completamente la pata si no encierra a este hijo de puta por un Primer Grado. Pero tenemos que atraparlo primero. ¿Puedes hacer lo mismo con la seguridad del SoHo? -
– Ahora que hemos identificado el virus, haremos el proceso- Feeney mostró sus dientes en una sonrisa. -Vamos a tener todos los videos de MacMasters y del SoHo para ti antes del final del turno.-
– Buen trabajo, a todos ustedes. Maldito buen trabajo. Él lleva una mochila, útiles para transportar sus suministros. Los mismos zapatos que el testigo identificó en el parque. -
– Eso me trae a la venta al por menor,- agregó Peabody, -Tengo una fuerte pista en los zapatos, y el resto. Una venta justo a la salida del campus, que por desgracia atornilló mi corazonada del centro de la ciudad. Los zapatos, la sudadera, pantalones de chándal, gorra, gafas de sol, mochila, airboard, varias camisetas y una cazadora fueron compradas por un Donald Petrie, el treinta y uno de marzo. -
– ¿Dirección?-
– La dirección que surgió es de Ohio, y en realidad es la casa de un de Donal Petri, de sesenta y ocho años de edad, que estaba muy enojado cuando recibió la carga de un montón de elementos de la universidad de una compra en Nueva York. Informó el fraude a mediados de abril al llegar la factura. Tengo el nombre del empleado cuyo número de identificación estaba en la venta. Todavía no lo he podido contactar. Ella es una estudiante de la universidad-.
– Vamos a correrla. Mañana es el memorial-, continuó Eve y esbozó el plan.
Hacia el final de la sesión informativa, Eve recibió la noticia de que los Robins estaban siendo escoltados a la Central. Como ella quería privacidad, los dirigió para atenderlos en la habitación de Entrevista A. Ella tomó el expediente sobre Irene Schultz y la ficha policial.
Ella los encontró sentados juntos en la mesa, las manos enlazadas. Supuso que el mejor término para la forma en que se veían era conmocionados.
– Sr. y Sra. Robins, soy el teniente Dallas. Se acuerda del detective Peabody. Queremos darle las gracias por venir y ofrecer nuestro pésame más sincero por su pérdida. -
– Hablé con ella ayer por la mañana.- Tembló la voz de Jaynie. -Cuando estaba en camino a… a la cita. Quería decirle que mi hermana y su familia llegaban esta mañana. Mi sobrina, su prima, es una de las damas de honor. Nosotros íbamos a tener una reunión esta noche. Ella estaba tan emocionada. Acerca de la boda, y ella estaba tan segura de que haría esta venta. Ella estaba tan feliz. -
– ¿Ella habló con usted acerca de este hombre?-
– En realidad no. Ella sólo dijo que era el cliente perfecto para la propiedad perfecta, y la venta sería el regalo de bodas perfecto. Tengo el vestido, su vestido de novia. -La incredulidad se mezclaba con el dolor en los ojos de Jaynie. -Me lo quedé porque ella no querría que Tony lo viera. Está en el armario de su dormitorio en la casa. -
Peabody puso un vaso de agua sobre la mesa, puso una mano sobre el hombro de Jaynie antes de tomar su lugar en la mesa.
– A él no le preocupaba ella Sra. Robins. Yo si lo estoy. -Eve esperó hasta que la mujer la miró de nuevo, se centró en ella. -Me preocupo por Karlene, y con su ayuda voy a encontrar a la persona responsable y ver que pague por lo que hizo con ella.-
– Ella no le hizo nada a él. -Owen Robins la miró con los ojos destrozados. -Ella nunca hizo daño a nadie.-
– No importa-, repitió Eve. -No es acerca de Karlene, no se trata de Deena MacMasters de dieciséis años de edad. Él se preocupa por lo que ve como una venganza. Él se preocupa por herir a todo el que cree que tomó algo de él. Irene Schultz. Eso es todo lo que le importa. -
Eva tomó la foto del archivo, lo puso sobre la mesa. -Necesito que usted trate de recordarla.-
– Miré en mis archivos. Fue hace tanto tiempo. Yo creía en el trabajo, creía en poner el bienestar y el interés del niño por encima de todo. Sin embargo, nunca es fácil sacar a un niño de la casa, incluso cuando es lo mejor. Duré casi diez años. Mucho tiempo. Luego me mudé a Brooklyn, y aconsejo a familias. Trato de ayudar. Yo siempre lo hice. -
– Yo lo entiendo.-
– Realmente no me acuerdo de ella, de esta mujer. No claramente, lo siento. Había tantas. Demasiados. Mis notas, las traje. Usted las puede tener. Hice notar que las condiciones de vida parecían muy buenas, y el niño estaba bien cuidado. El retiro temporal se basó en la detención de la madre, y la sospecha de que el padre era cómplice. No había amigos o familiares, por lo que el niño fue colocado con una familia de acogida. Y fue devuelto al padre dentro de las cuarenta y ocho horas. No entiendo porqué quitarle la vida a mi hija porque yo lo puse en un lugar seguro durante dos días. Él no sufrió daños. -
– ¿Recuerda alguna cosa del padre?-
– Tengo en mis notas que estaba molesto, pero era cortés. Que parecía relacionarse bien con el niño, mostró interés por él. Empacó los juguetes y ropa para el niño, y tranquilizó al muchacho cuando le dijo adiós. Yo hubiera atestiguado eso en el tribunal, si hubiera sido necesario. -
Sus labios temblaban hasta que tuvo que apretarlos con fuerza. -Es importante tomar nota de la relación, el medio ambiente. Tengo en mis notas que en la observación inicial parecía ser un buen padre. Cuando fue liberado de cualquier conocimiento de las actividades ilegales de su mujer, el niño fue devuelto a él. No hubo seguimiento, y el caso fue cerrado. -
– Muy bien. Gracias. -
– No es una ayuda. Nada de eso ayuda a Karlene. -
– Creo que las notas e impresiones serán una gran ayuda. Yo voy a enviarlos de vuelta a casa. Tengo que pedirle que no hable con los medios de comunicación. Van a venir, van a empujar. Por el bien de otros hijos a los que puede haber apuntado, voy a pedirle que no diga nada a nadie sobre esta conversación. Por el mejor interés de los hijos, señora Robins. -
– ¿Usted nos mantendrá informados acerca de… usted nos va a decir?-
– Usted tiene mi palabra.- Levantándose, fue a la puerta, indicó a los uniformados que esperaban. -Estos oficiales los llevarán de vuelta a casa.-
– Tenemos que ir con Tony.-
– Ellos le llevarán allí. Ellos le llevarán a donde ustedes necesiten ir. -
Peabody los vio irse. -Fue bueno que les dijeras que ayudó. Realmente no lo hizo. -
– No podemos saber lo que puede ayudar.-
– Me rompe el corazón, Dallas. En vez de ir a la boda de su hija, van a ir a su funeral. -
– Entonces vamos a asegurarnos de que es el último funeral del que el maldito es responsable.-