Para Martin, por los veinticinco mejores años de mi vida.
Te quiero.
Para Cristy Carrington, por tu maravillosa
poesía y por ver en mis personajes emociones
que yo ni siquiera detecté. Era un diamante en bruto
y tú lo embelleciste.
Para las hermanas del alma que me conocen y me quieren a pesar de todo. Yo también os quiero.