LOCAS LETANÍAS

¡Cristo, hijo de mujer,

carne que aquí amamantaron,

que se acuerda de una noche,

y de un vagido, y de un llanto:

recibe a la que dio leche

cantándome con tu salmo

y llévala con las otras,

espejos que se doblaron

y cañas que se partieron

en hijos sobre los llanos!


¡Piedra de cantos ardiendo,

a la mitad del espacio,

en los cielos todavía

con bulto crucificado;

y cuando busca a sus hijos,

piedra loca de relámpagos,

piedra que anda, piedra que vuela,

vagabunda hasta encontrarnos,

piedra de Cristo, sal a su encuentro

y cíñetela a tus cantos

y yo mire de los valles,

en señales, sus pies blancos!


¡Río vertical de gracia,

agua del absurdo santo,

parado y corriendo vivo,

en su presa y despeñado;

río que en cantares mientan

"cabritillo" y "ciervo blanco"

a mi madre que te repecha,

como anguila, río trocado,

ayúdala a repecharte

ysúbela por tus vados!


¡Jesucristo, carne amante,

juego de ecos, oído alto,

caracol vivo del cielo,

de sus aires torneado:

abájate a ella, siente

otra vez que te tocaron;

vuélvete a su voz que sube

por los aire extremados,

ysi su voz no la lleva,

toma la niebla de su hálito!


¡Llévala a cielo de madres,

a tendal de sus regazos,

que va y que viene en un golfo

de brazos empavesado,

de las canciones de cuna

mecido como de tallos,

donde las madres arrullan

a sus hijos recobrados

o apresuran con su silbo

a los que gimiendo vamos!


¡Recibe a mi madre, Cristo,

dueño de ruta y de tránsito,

nombre que ella va diciendo,

sésamo que irá gritando,

abra nuestra de los cielos,

albatros no amortajado,

gozo que llaman los valles!

¡Resucitado, Resucitado!

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