POETA [28]

A Antonio Aita.


– “En la luz del mundo

yo me he confundido.

Era pura danza

de peces benditos,

y jugué con todo

el azogue Vivo.

Cuando la luz dejo,

quedan peces lívidos

y a la luz frenética

vuelvo enloquecido."


"En la red que llaman

la noche, fui herido,

en nudos de Osas

y luceros vivos.

Yo le amaba el coso

de lanzas y brillos,

hasta que por red

me la he conocido

que pescaba presa

para los abismos."


"En mi propia carne

también me he afligido.

Debajo del pecho

me daba un vagido.


Y partí mi cuerpo

como un enemigo,

para recoger

entero el gemido."


"En límite y límite

que toqué fui herido.

Los tomé por pájaros

del mar, blanquecinos.

Puntos cardinales

son cuatro delirios…

Los anchos alciones

no traigo cautivos

y el morado vértigo

fue lo recogido."


"En los filos altos

del alma he vivido:

donde ella espejea

de luz y cuchillos,

en tremendo amor

y en salvaje ímpetu,

en grande esperanza

y en rasado hastío.

Y por las cimeras

del alma fui herido."


"Y ahora me llega

del mar de mi olvido

ademán y seña

de mi Jesucristo

que, como en la fábula,

el último vino,

y en redes ni cáñamos

ni lazos me ha herido."


"Y me doy entero

al Dueño divino

que me lleva como

un viento o un río,

y más que un abrazo

me lleva ceñido,

en una carrera

en que nos decimos

nada más que "¡Padre!"

y nada más que "¡Hijo!"

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