IX

Hace años que el maíz

no me canta en las sienes

ni corre por mis ojos

su crinada serpiente.

Me faltan los maíces

y me sobran las mieses.

Y al sueño, en vez de Anáhuac,

le dejo que me suelte

su mazorca infinita

que me aplaca y me duerme.

Y grano rojo y negro [23]

y dorado y en cierne,

el sueño sin Anáhuac

me cuenta hasta mi muerte.

Загрузка...