Capítulo 11

Memorándum

Para: Comisario Carpenter

De: Inspector Galbraith

Fecha: 12/8/97 – 21:15

Re: Kate y William Sumner


Pensé que le interesarían el informe y las declaraciones que le adjunto. Los datos más reveladores parecen los siguientes:


1. Kate tenía pocos amigos, y los que tenía eran de su propio entorno.

2. Al parecer le interesaban muy poco los amigos y los pasatiempos de su marido.

3. Hay varias descripciones poco halagüeñas de Kate: manipuladora, astuta, falsa, maliciosa.

4. William tiene problemas de dinero.

5. La «casa de ensueño» fue sin duda idea de Kate, pero la opinión generalizada es que William cometió un error al comprarla.

6. Por último, ¿dónde demonios estaba la atracción? ¿Se casó William con ella porque estaba embarazada?


Da que pensar, ¿no le parece?

John.

Testimonio de James Purdy, director ejecutivo de Pharmatec UK


Conozco a William Sumner desde que entró a trabajar en la empresa, hace quince años, cuando él tenía veinticinco años. Lo recluté yo mismo de la Universidad de Southampton, donde Sumner trabajaba de ayudante del profesor Hugh Buglass. Dirigió la investigación de dos de nuestros productos: Antiac y Counterac, que representan el 12 por ciento del mercado de los antiácidos. Es un valorado y valioso miembro del equipo, y se lo respeta mucho en su profesión. Hasta que se casó con Kate Hill en 1994, yo habría descrito a William como el eterno soltero. Tenía una vida social bastante activa, pero lo que más le interesaba eran su trabajo y su barco. Recuerdo que en una ocasión me dijo que ninguna mujer le permitiría gozar de la clase de libertad que le permitía su madre. Varias jóvenes pusieron los ojos en él desde que yo lo conozco, pero él siempre se negaba a comprometerse. Por eso me llevé una sorpresa cuando me enteré de que Kate Hill y él pensaban casarse. Ella trabajó en Pharmatec un año, entre 1993 y 1994. Lamenté muchísimo su muerte, y le he concedido a William un permiso indefinido, hasta que se recupere del golpe y encuentre a alguien que cuide de su hija. Si no estoy mal informado, William estaba en Liverpool el fin de semana del 9-10 de agosto, aunque no tuve ningún contacto con él después de que se marchara, el jueves 7 de agosto por la mañana. Apenas conocí a Kate Sumner cuando trabajaba aquí, y no he vuelto a verla ni a hablar con ella desde que dejó la empresa.

James Purdy.

Testimonio de Michael Sprate, director de servicios, Pharmatec UK


Kate Hill formó parte de mi equipo entre mayo de 1993 y marzo de 1994, cuando se marchó de la empresa. No sabía taquigrafía, pero en cambio su mecanografía estaba por encima de la media. Tuve un par de problemas con ella, sobre todo por su comportamiento. A veces era muy indisciplinada. Tenía una lengua muy afilada, y no le importaba utilizarla contra las otras secretarias. Yo la describiría como una bravucona que no tenía reparos en hacer correr rumores maliciosos para perjudicar a alguien que le caía mal. Su actitud empeoró notablemente después de su boda con William Sumner, pues al parecer consideraba que el matrimonio le confería un estatus superior, y, de no ser porque ella decidió marcharse voluntariamente, yo habría pedido que la trasladaran a otro departamento. No conozco bien a William, así que no puedo opinar sobre su relación con ella. No sé nada sobre la muerte de Kate Sumner.

Michael Sprate.


Testimonio de Simón Trew, director, I &D, Pharmatec UK


William Sumner es uno de nuestros principales investigadores. Sus mayores logros han sido las fórmulas de Antiac y Counterac. Somos muy optimistas respecto al proyecto en que trabaja actualmente, aunque William lleva un tiempo insinuando que podría dejarnos para irse a trabajar para una empresa de la competencia. Creo que ha sido su mujer la que lo ha presionado para que cambie de trabajo. William contrató una elevada hipoteca hace un año y tiene problemas para pagarla, y el aumento de sueldo que nosotros podemos ofrecerle no se puede comparar con lo que le ofrecen en otros sitios. Todos los contratos de nuestros empleados contienen cláusulas de indemnización por el uso no autorizado de proyectos financiados por Pharmatec UK, de modo que si William decide marcharse, sus investigaciones seguirán perteneciendo a la empresa. Tengo entendido que no quiere abandonar el proyecto en lo que él considera un punto crucial; sin embargo, sus compromisos financieros podrían obligarle a firmar antes de lo que él desearía. No conozco a Kate Sumner. Yo entré a trabajar en la empresa dos años después de que ella se marchara, y mi relación con William siempre ha sido estrictamente profesional. Admiro su experiencia y su pericia, pero no me resulta fácil tratar con él. Siempre está resentido porque se siente infravalorado, y eso ha sido causa de roces en el departamento. Puedo confirmar que William se marchó a Liverpool el jueves 7 de agosto por la mañana, y que hablé con él por teléfono antes de que él leyera su ponencia, el viernes 8 de agosto por la tarde. Me pareció que estaba de buen humor, y me confirmó una reunión que teníamos programada para el martes 12 de agosto a las diez. Al final no celebramos la reunión. No sé nada de la muerte de la señora Sumner.

Simón Trew.

Testimonio de Wendy Plater, investigadora científica, Pharmatec UK


Conozco a William Sumner desde hace cinco años. Cuando entré a trabajar en la empresa nos hicimos muy amigos, y de vez en cuando yo los visitaba a él y a su madre en Chichester, y también salí a navegar con él un par de veces en su barco. William era un hombre tranquilo, con un sentido del humor mordaz, y pasamos buenos ratos juntos. Siempre me decía que no le atraía el matrimonio, así que me llevé una gran sorpresa al enterarme de que Kate Hill lo había pescado. La verdad es que yo creía que William tenía mejor gusto, aunque no creo que pudiera elegir después de que ella se propusiera cazarlo. No se me ocurre nada bueno que decir de ella. Era maleducada, vulgar, manipuladora y falsa, y era capaz de cualquier cosa con tal de conseguir lo que quería. Yo la conocía bastante bien antes de que se casara con William, y me caía muy mal. Era una enredadora y una cotilla, y nada la hacía más feliz que rebajar a los demás hasta su propio nivel, o por debajo de él. Era embustera por naturaleza, y contaba unas mentiras increíbles sobre mí, por lo que nunca la he perdonado. Lo más triste es que William cambió mucho después de la boda, y para mal. Desde que se fue a vivir a Lymington se ha vuelto un pesado, y no para de quejarse de sus compañeros de trabajo; altera constantemente el espíritu de equipo y se pasa el día protestando de que la empresa le ha engañado. Cometió un error vendiéndose el barco y contratando una hipoteca tan elevada, y se lo hace pagar a sus compañeros de trabajo. Creo que Kate ha ejercido una influencia nefasta en él; sin embargo no me cabe en la cabeza que William haya podido tener nada que ver con su muerte. Siempre he tenido la impresión de que estaba sinceramente enamorado de su esposa. El sábado 9 de agosto por la noche yo estaba en una discoteca con mi compañero Michael Sprate. No he visto ni he hablado con Kate Sumner desde que se marchó de Pharmatec UK, y no sé nada de su muerte.

Wendy Plater.

Testimonio de Polly Garrard, secretaria, servicios, Pharmatec UK


Conocía muy bien a Kate Hill. Compartimos un despacho durante diez meses, el tiempo que ella trabajó en el departamento de servicios. Me daba lástima. Había tenido una vida muy difícil antes de mudarse a Portsmouth. Vivía en un destartalado edificio de viviendas protegidas en Birmingham, y su madre y ella tenían que atrincherarse en el piso porque les asustaban los otros inquilinos. Creo que su madre trabajaba en una tienda, y que Kate aprendió mecanografía en el colegio, pero no estoy segura de ninguna de las dos cosas. Recuerdo que en una ocasión Kate me dijo que, antes de morir su madre, había trabajado en un banco, y que la despidieron porque pedía demasiados permisos para ocuparse de ella. En otra ocasión me dijo que había dimitido para cuidar a su madre. No sé cuál de las dos versiones es la cierta. No hablaba mucho de su vida en Birmingham; lo único que decía era que lo había pasado muy mal. A mí me caía bien. Los demás la encontraban egoísta y ambiciosa, pero yo la veía como una persona increíblemente vulnerable que buscaba seguridad. Es verdad que le gustaba contar cotilleos sobre los compañeros de trabajo, pero yo no creo que lo hiciera con mala intención. Creo que ver que los demás tampoco eran perfectos le hacía sentirse mejor. Fui a verla un par de veces después de que se casara con William, y las dos veces su suegra estaba allí. La señora Sumner fue muy grosera con ella. Kate se había casado con su hijo, no con ella, así que no era asunto suyo si Kate hablaba con acento de Brummie o cogía el cuchillo como si fuera un lápiz. Siempre le estaba dando lecciones a Kate sobre cómo tenía que educar a la pequeña Hannah, y sobre cómo ser una buena esposa, pero que yo sepa Kate lo estaba haciendo muy bien sin que nadie la ayudara. Lo mejor que hizo fue mudarse a Lymington, y lamento mucho que haya muerto. Hacía más de un año que no la veía, y no sé nada de su asesinato.

Polly Garrard.


Apéndice del informe sobre Hannah Sumner («Baby Smith»), tras la conversación con William Sumner (Padre) y la conversación telefónica con el Dr. Attwater (Pediatra)

Valoración psicológica: El padre y el pediatra están de acuerdo en que la madre de Hannah era sobreprotectora y no permitía que la niña se desarrollara normalmente jugando con otros niños o dejándola explorar su entorno y cometer errores. La madre tenía contacto con un grupo de madres de su edad, pero como Hannah tiene una conducta un tanto agresiva cuando juega, su madre tendía a evitar el contacto con otros niños en lugar de hacerla jugar más con ellos para que aprendiera a relacionarse. La timidez de Hannah obedece a una tendencia manipuladora más que a una actitud temerosa, y su «miedo» a los hombres está más relacionado con la reacción protectora que inspira en las mujeres que en un terror real. Tanto el padre como el pediatra afirman que Hannah tiene un desarrollo intelectual que se sitúa por debajo del promedio, y a eso atribuyen, junto con la actitud sobreprotectora de la madre, su escasa habilidad verbal. El doctor Attwater no ha visto a Hannah desde la muerte de su madre; sin embargo, está seguro de que mi valoración del estado de la niña no difiere de la valoración que hizo él hace seis meses.

Conclusiones: Aunque admito que el retraso evolutivo de Hannah (que considero grave) podría no deberse a ningún acontecimiento reciente, reitero mi opinión de que habría que vigilar a la niña. Sin supervisión, considero probable que Hannah padezca falta de atención psicológica, emocional y física, dado que William Sumner es una persona inmadura, poco apta para atender a una niña pequeña, y además no parece sentir un gran afecto por su hija.

Dra. Janet Murray.

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