Me he tomado muchas libertades con el funcionamiento de la Garda Síochána, el cuerpo de policía irlandés. Para poner el ejemplo más evidente, no hay ninguna brigada de Homicidios en Irlanda -en 1997 se fusionaron varias unidades para formar el Departamento Nacional de Investigación Criminal, que colabora con los agentes locales en la investigación de delitos graves, incluido el asesinato-, pero la historia parecía requerir una.
Agradezco especialmente a David Walsh su ayuda en una increíble variedad de cuestiones sobre los procedimientos policiales. Cualquier imprecisión es mía y no de él.