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Sonó el teléfono.

Myron estiró a tientas el brazo medio dormido y cogió el auricular.

– ¿Diga? -dijo con voz ronca.

– ¿Es la línea erótica Zorras de Alquiler?

Aquella voz lo despertó de golpe.

– ¿Jess?

– Ay, mierda -dijo Jessica-. Estabas durmiendo, ¿no?

– ¿Durmiendo? -Myron entrecerró los ojos para ver la hora en el reloj digital-. ¿A las cuatro y trece de la madrugada? ¿Yo, el Capitán Medianoche? Estás de coña.

– Lo siento. No he pensado en la diferencia horaria.

– ¿Dónde estás? -dijo Myron sentándose en la cama.

– En Grecia. Te echo de menos.

– Lo que pasa es que estás cachonda.

– Bueno, puede ser.

– Pues el Capitán Medianoche está aquí para ayudarla en lo que haga falta -dijo Myron.

– Mi héroe. Supongo que tú no estás nada cachondo.

– El Capitán Medianoche vive una vida muy casta.

– ¿Es parte de su imagen?

– Exacto -dijo Myron.

– No es nada divertido estar lejos de ti -dijo ella.

A Myron le dio un brinco el corazón.

– Pues vuelve a casa.

– Lo haré.

– ¿Cuándo?

– Pronto.

Jessica Culver. La concreción personificada.

– Dime cómo te ha ido -añadió.

– ¿Te has enterado de lo del asesinato en el Open?

– Claro que sí. En el hotel hay CNN.

Myron le contó el asesinato de Valerie Simpson. Cuando terminó, el primer comentario que hizo Jessica fue:

– No deberías haberle doblado el pulgar a ese cazurro.

– Pero quedó muy macho -dijo Myron.

– Sí, seguro que las volviste locas a todas.

– Deberías haber estado allí -dijo Myron.

– Supongo. ¿Así que vas a descubrir al asesino?

– Voy a intentarlo.

– ¿Por Valerie? ¿O por Wanda y Duane?

– Supongo que por los tres. Pero sobre todo por Valerie. Tendrías que haberla visto, Jess. Se esforzaba tanto por resultar hosca y antipática… Una chica de su edad no tendría por qué ser así.

– ¿Tienes algún plan?

– Pues claro. Primero voy a ir a ver a la madre de Valerie mañana por la mañana. A Filadelfia.

– ¿Y luego?

– Bueno, todavía no he desarrollado del todo el plan, pero estoy en ello.

– Ve con cuidado, por favor.

– El Capitán Medianoche siempre va con cuidado.

– No es sólo el Capitán Medianoche quien me preocupa, sino su álter ego.

– ¿Y quién es ése?

– Mi bollito dulcecito.

Myron sonrió.

– Oye Jess, ¿sabías que Joan Collins salió en Batman?

– Pues claro -contestó Jessica-. Hizo el papel de la sirena.

– ¿Ah, sí? Muy bien, ¿pues a que no sabes qué papel hizo Liberace?

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