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Días después, Eva sentada ante su viejo y anticuado PC respondía los emails de sus colegas y amigos y se divertía un rato en facebook. Tras hablar con varios compañeros envió su currículum a varias agencias con la esperanza de que le saliera algún trabajo. No era momento fácil con la crisis pero aun así ella no se rendía y se empeñaba en encontrar algo.

—Cariño ¿vienes a desayunar? —preguntó Manuel golpeando con los nudillos en la puerta de la habitación de su hija.

—Papá, dame unos minutos. Este puñetero ordenador es leeeeentooooo. En cuanto termine lo que estoy haciendo, bajo.

—Tu hermana y el bebé ya están en la cocina. No tardes.

—Vale papá.

Ataviada con un pijama de Pucca abrió el navegador de Google. Tenía una curiosidad y tecleó Fashion Victim, el nombre de la empresa que Noelia le había dado. Buscó entre los cientos de enlaces existentes que encontró con aquel nombre, pero no encontró nada concerniente a ellos. Qué raro.

Una empresa joven y que no esté en la red pensó sorprendida.

Finalmente desistió y cuando iba a cerrar su correo personal, comprobó que había recibido un mensaje de su amiga Yolanda Grecia. Una periodista como ella pero que trabajaba para la agencia EFE.

Hola Eva. ¿Cómo va todo? Me imagino que mal. Ya me enteré que te habían echado del curro. Por aquí jorobados como siempre. Han despedido a Núñez y dicen que van a despedir a más gente ¿me tocará esta vez?

Te cuento: Hace unos días llegó un rumor a la redacción. Por lo visto Estela Ponce, la actriz de Hollywood, nominada este año al Oscar como Mejor Actriz, esta en España. Según cuenta alguien de su equipo, esta de incógnito. Ni que decir que todas las redacciones matarían por saber dónde está y en especial con quién. Si encuentras algo dímelo, ya sabes que con un bombazo así nos aseguraríamos un buen pellizco y seguramente más de un trabajo. Un besito.

Yoli.

Sorprendida por la noticia pinchó en el enlace que le ponía su amiga. En ella se veían las últimas noticias de Estela Ponce. Su nominación a los Oscar, su supuesto romance con Mike Grisman, su promoción de Brigada 42 por Europa y lo ocurrido en el hotel Ritz de Madrid. Observó con curiosidad a la glamurosa mujer rubia que aparecía en las fotos. En especial en las que aparecía junto al guapísimo Mike Crisman. Pero al llegar a las fotos: del suceso ocurrido en el hotel Ritz, algo llamó su atención.

Durante unos segundos observó una de las fotos. En ella se veía a Estela Ponce de pie hablando con el actor Mike Grisman y alguien más a su lado de quien solo se le veía la mano y un sello de oro en el dedo anular.

—¿Dónde he visto yo ese anillo? —murmuró al observarlo.

Al continuar con la revisión de las fotos comprobó que en una de ellas se veía a varios hombres de espaldas, y por su indumentaria, especialmente por el casco negro parecían ¿geos? Al ver aquello recordó el rescate y sorprendida se preguntó si su hermano habría estado allí. Tendría que preguntárselo.

—Gorrioncillo, si no bajas se te quedará la leche congelaíta, hermosa. Y mira lo que te digo, el que no coge consejos no llega a viejo —escuchó de pronto la voz de su abuelo Goyo.

—¡Vale abuelo lo he pillado! ¡En seguida voy! —exclamó sonriendo.

—El en seguida voy no me convence —insistió aquel tras la puerta—. Piensa que cuando tú vas a por harina, yo ya hice setecientas barras de pan y me las comí.

—De acuerdo… voy… voy.

Sorprendida por lo que habla descubierto en la foto dejó el portátil abierto, más tarde seguiría mirándolas. Encontrar alguna pista de aquella diva del cine podía ser una buena carta de presentación para volver a encontrar trabajo o al menos para sacarse un dinero extra. Finalmente abrió la puerta de su habitación y cogiendo a su entrañable abuelo del brazo dijo.

—No se hable más abuelo Goyo ¡a desayunar!

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