AGRADECIMIENTOS


Este libro, más que ninguna otra cosa que yo haya escrito, es un acto de amor. Me enamoré de un lugar y de sus gentes y, luego, a medida que fue surgiendo la historia, hizo que el hecho de escribir se convirtiera en un placer inusual. Por ello, quiero dar las gracias a Barbara Napier y a toda la gente de Snug Hollow, en Irvine, Kentucky, especialmente a Olivia Knuckles, sin cuyas voces no habría encontrado las de mis heroínas. Vuestro espíritu y el de esa «hondonada» corre por este libro y estoy muy feliz de poder llamaros amigas.

Gracias a toda la gente de Whisper Valley Trails, en las montañas de Cumberland, que me permitieron recorrer a caballo el tipo de rutas que habrían hecho esas mujeres, y a todo aquel a quien detuve para preguntar, sermonear y conversar durante mis viajes.

Más cerca de casa, me gustaría dar las gracias a mis editoras Louise Moore y Maxine Hitchcock de Penguin Michael Joseph, en el Reino Unido, a Pam Dorman de Pamela Dorman Books, de PRH, en Estados Unidos, y a Katharina Dornhoefer de Rowohlt, en Alemania. Ninguna de ellas puso objeciones cuando les dije que mi siguiente libro sería sobre un grupo de bibliotecarias itinerantes de la América rural durante la Depresión. Aunque sospecho que habrían querido hacerlo. Gracias también a todas por no dejar de ayudarme a mejorar mis libros —todas las historias son un esfuerzo conjunto— y por vuestra continua fe en ellos y en mí. Gracias a Clare Parker y a Louise Braverman, a Liz Smith, Claire Bush, Kate Stark y Lydia Hirt y a todos los equipos de cada editorial por vuestro increíble talento a la hora de ayudarme a acercar estas historias a la gente. A una escala más amplia, quiero dar las gracias a Tom Weldon y Brian Tart y, en Alemania, a Anoukh Foerg.

Gracias como siempre a Sheila Crowley, de Curtis Brown, por ser animadora, gurú de las ventas, negociadora empedernida y apoyo emocional, todo en una. Y a Claire Nozieres, Katie McGowan y Enrichetta Frezzato por su visión global a una escala bastante espectacular. Gracias también a Bob Bookman, de Bob Bookman Management, a Jonny Geller y a Nick Marston por encargarse de poner en funcionamiento este motor en todo tipo de medios. Sois los mejores.

Muchísimas gracias a Alison Owen, de Monumental Pictures, por «ver» esta historia cuando no era más que un simple argumento y por tu continuo entusiasmo, y a Ol Parker por lo mismo y por ayudarme a dar forma a escenas claves y hacer que resultara divertido. Estoy deseando ver qué hacéis con ello.

Un sentido agradecimiento a Cathy Runciman por su labor de chófer por Kentucky y Tennessee y por hacerme reír tanto que casi nos salimos de la carretera más de una vez. Nuestra amistad también ha quedado incorporada en estas páginas.

Gracias también a Maddy Wickham, Damian Barr, Alex Heminsley, Monica Lewinsky, Thea Sharrock, Sarah Phelps y Caitlin Moran. Todos sabéis la razón.

Mi gratitud como siempre a Jackie Tearne, Claire Roweth y Leon Kirk por todo el respaldo logístico y práctico, sin el cual no habría podido superar cada semana y, mucho menos, seguir viviendo. Os lo agradezco muchísimo.

Estoy en deuda con la Oficina de Turismo de Kentucky por sus consejos y doy las gracias a todos los que me habéis ayudado en los condados de Lee y Estill. Y a Green Park, por resultar una fuente de inspiración inesperada.

Y por último, pero no por ello menos importante, doy las gracias como siempre a mi familia: a Jim Moyes, a Lizzie Sanders y a Brian Sanders. Y, sobre todo, a Charles, a Saskia, a Harry y a Lockie.

Загрузка...