El autor desea dar las gracias a Sujit Sheth, doctor en medicina del Departamento de Pediatría del Babies and Children's Hospital de Nueva York, a Anne Armstrong-Coben, doctora en medicina del Departamento de Pediatría del Babies and Children's Hospital (y mi amor) y a Joachim Shiltz, director ejecutivo del Fanconi Anemia Research Fund. Todos ellos me han aportado una valiosísima información médica con la que luego me han observado tomarme libertades; a dos compañeras escritoras, amigas y expertas en sus campos, Linda Fairstein y Laura Lippman; a Larry Gerson, por la inspiración; a Nils Lofgren, por sacarme a empujones del último bache; a una de las primeras lectoras y colega de hace muchos años, Maggie Griffin; a Lisa Erbach Vance y Aaron Priest por otro trabajo bien hecho; a Jeffrey Bedford, agente especial del FBI (y no mal consejero de residencia de estudiantes). Como siempre, a Dave Bolt y, en especial, a Jacob Hoye, mi editor de toda la serie de Myron Bolitar y ahora padre. La dedicatoria es también para ti, Jake. Gracias, colega.
Para todos aquellos interesados en hacerse donantes de médula ósea y tal vez en salvar una vida, os suplico que os pongáis en contacto con el National Marrow Donor Program en
www.marrow.org o 1-800-MARROW2
Para más información sobre la anemia de Fanconi, se puede consultar:
www.fanconi.org