Aaron Priest y Lisa Erbach Vanee estuvieron por encima incluso de su merecida fama con su pericia y gentileza como agentes literarios. Marc H. Glick, Rich Green de CAÁ y Jess Taylor, como siempre, me proporcionaron su apoyo incondicional.
Tengo la suerte de haber encontrado un editor dinámico y perspicaz en Josh Kendall; le debo mucho a él, a Clare Ferraro y a tantos otros en Viking por el entusiasmo que mostraron por mí y por esta novela.
Gracias también a Melissa Hurwitz, Lucy Childs, Kristin Baird, Nicole Kenealy, Richard Kim, James Kryzanski, Michael Sebastian y Maureen Sugden. Por último, gracias a Delinah, que estuvo ahí en todo momento y nunca me pidió que no me arriesgara.