Soneto LI

Tu risa pertenece a un árbol entreabierto

por un rayo, por un relámpago plateado

que desde el cielo cae quebrándose en la copa,

partiendo en dos el árbol con una sola espada.

Sólo en las tierras altas del follaje con nieve

nace una risa como la tuya, bienamante,

es la risa del aire desatado en la altura,

costumbres de araucaria, bienamada.

Cordillerana mía, chillaneja evidente,

corta con los cuchillos de tu risa la sombra,

la noche, la mañana, la miel del mediodía,

y que salten al cielo las aves del follaje

cuando como una luz derrochadora

rompe tu risa el árbol de la vida.

Загрузка...