A Marcela
No soy bien parecido, pero cuando las mujeres me escuchan tocar, se arrastran a mis pies.
Niccolò Paganini
En los ojos del espantoso intérprete brillaba un ansia de destrucción tan burlona, y sus delgados labios se movían de modo tan lúgubremente agitado, que parecía como si murmurara antiquísimas y malvadas palabras mágicas para conjurar la tempestad y desencadenar los espíritus malignos que yacen atrapados en las profundidades abismales del mar.
Heinrich Heine
Para triunfar en cualquiera de las artes hay que estar poseído por el diablo.
Voltaire
Serás para el olfato de los otros como un espejo para los vampiros.
Leopoldo Alas